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El 60% de los trabajadores no sacan partido a su potencial en el entorno laboral

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El "talento dormido" son las capacidades que tienen los trabajadores pero que no son suficientemente explotadas en el entorno laboral. Se trata de competencias fundamentales para las empresas, que buscan potenciarlas


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El "talento dormido" son las capacidades que tienen los trabajadores pero que no son suficientemente explotadas en el entorno laboral. Se trata de competencias fundamentales para las empresas, que buscan potenciarlas.
 
La consultora Lee Hecht Harrison, perteneciente al Grupo Adecco, ha elaborado un estudio con el objetivo de detectar el talento dormido y valorar el potencial de los trabajadores. La principal conclusión que puede extraerse es que el 60% de los empleados son se comprometen con su trabajo y no desarrollan sus capacidades para dar lo mejor de sí mismos en el entorno laboral.
 
Si se comparan los datos a nivel internacional se observa que sólo existe un 30% de los trabajadores que no están comprometidos con su trabajo, mientras que en España la cifra alcanza el 40%.
 
Los autores del estudio consideran que la clave está en despertar el talento dormido y favorecer la adquisición de competencias. Para lograrlo, es necesario identificar qué factores provocan esta situación y determinar cuáles se deben al puesto de trabajo, al propio desempeño de las funciones o a la relación con la empresa. La relación con la organización juega un papel fundamental cuando se busca estimular el potencial del trabajador, por eso, los expertos apuntan varios motivos que impiden que el talento dormido aflore:
 
  • Frustración al ocupar un puesto de trabajo que no se corresponde con la formación, experiencia o perspectivas laborales.
  • Percepción de que el sueldo es inferior al que debería ser.
  • Desconocimiento de las funciones reales en la empresa, que provoca el desempeño de labores poco o nada productivas.
  • Incertidumbre y miedo ante la perspectiva de pérdida del empleo.
  • Falta de confianza en los mandos superiores, que genera desafección y desinterés en las labores que se realizan.
  • Fisuras entre los valores personales y los corporativos.
  • Comunicación escasa o no transparente entre empleados y superiores.
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