La necesaria interconexión entre las necesidades del mercado de trabajo y la oferta formativa en la actualidad constituye un reto sustantivo para la planificación y orientación del sistema educativo español. Debemos responder a las aspiraciones e intereses que plantean los alumnos a la hora de matricularse, pero también a la demanda expresada desde las empresas y, en su conjunto, a las pautas que la sociedad en su conjunto va marcando. En este sentido, la Formación Profesional cuenta con los instrumentos y las características necesarias para afrontar este reto en condiciones óptimas por varias razones: en primer lugar, es una opción formativa que constituye un puente hacia la formación a lo largo de la vida; en segundo lugar, también se configura como un mecanismo de "recuperación" de aquellas personas que abandonaron sus estudios en otras etapas con niveles educativos inferiores; por otro lado, su elevada especialización formativa hace que sus titulaciones y cualificaciones se adapten de manera cada vez más adecuada a las necesidades de formación de las empresas; en última instancia, también se consolida como una opción formativa que puede contribuir a homogeneizar las tasas de formación postobligatoria con aquellas observadas en el resto de países europeos (en consonancia con los marcos de referencia europeos como la Estrategia Europa 2020 o el Comunicado de Brujas).En el caso de la ciudad de Barcelona, el Observatorio de la FP de la Fundació BCN Formació Professional elabora anualmente un Anuario de la Formación Profesional en Barcelona1 con la finalidad de proporcionar información sistemática y permanente sobre la situación de la Formación Profesional desde la perspectiva de las necesidades del tejido productivo y de las empresas de la ciudad de Barcelona. Con este Anuario se pretende poner al alcance de planificadores, gestores y operadores de la Formación Profesional un único documento que recoja toda la información relativa al sistema de FP (inicial y para el empleo), así como todos aquellos indicadores derivados de esta interacción entre la FP y el sistema productivo. Para complementar este análisis, el Observatorio de la FP actualiza semestralmente un Sistema de Indicadores de Soporte a la Planificación , donde se vincula la evolución de los diferentes subsectores del mercado de trabajo con las diferentes familias profesionales que se ofertan en la ciudad de Barcelona.
A la luz de las conclusiones extraídas de ambos instrumentos de análisis podemos preguntarnos en qué medida las preferencias en la matriculación de aquellas personas que optan por cursar estudios de Formación Profesional se corresponden con las tendencias marcadas desde las empresas y, por tanto, desde el mercado de trabajo.
Para ello, hemos agrupado la población asalariada en función de la actividad económica desarrollada y la hemos puesto en relación con las diferentes familias profesionales ofertadas desde la FP. De esta manera, los últimos datos de los que disponemos (correspondientes al cuarto trimestre del 2013) nos muestran que las actividades económicas relacionadas con la familia profesional de Comercio y Marketing aglutinan a más del 20% de los asalariados (339.012 personas), ya que tanto el comercio al por mayor y al por menor siguen siendo dos de las actividades con una mayor implantación en toda la Región Metropolitana de Barcelona y, especialmente, en la propia ciudad de Barcelona. A esta le siguen, con un 16% en volumen de afiliación (264.767 personas), aquellas actividades económicas relacionadas con la familia de Administración y Gestión. En el otro extremo, las actividades económicas que agrupan a una menor proporción de población asalariada son aquellas vinculadas con las familias profesionales de Actividades Agrarias, Madera, mueble y corcho o Comunicación, imagen y sonido, que en ningún caso aglutinan a más de un 1% del total de asalariados.
Si, además, analizamos cuál ha sido la evolución de cada uno de estos segmentos en los últimos dos semestres, observamos cómo la práctica totalidad de las actividades económicas vinculadas a las familias profesionales han sufrido una disminución (en mayor o menor proporción) en el número de sus trabajadores. Sólo las actividades vinculadas a las familias profesionales de Actividades físicas y deportivas, Comercio y Marketing, Informática, Química y Sanidad han experimentado un incremento en cuanto al número de asalariados.
Al relacionar estas pautas observadas en el mercado de trabajo con las preferencias de matriculación en estudios de FP en los últimos dos años constatamos el desajuste mencionado anteriormente. Por un lado, las titulaciones más demandadas no son necesariamente aquellas que aglutinan un mayor porcentaje de asalariados: en el curso académico 2012-2013 la familia profesional de Sanidad aglutinaba el 18% del total de la matriculación de primer curso en FP (mientras que en términos de mercado laboral sólo supone el 7% del total de la población trabajadora); el mismo comportamiento se observa en el caso de las familias profesionales de Servicios socioculturales a la comunidad (con un 11% de la matrícula y solo un 6% del total de trabajadores) o Informática (con un 10% de la matrícula y solo un 2% del total de asalariados). Por otro lado, la evolución negativa en términos de matriculación en determinadas familias profesionales no se corresponde con el comportamiento del mercado de trabajo asociado a dichos estudios: un caso paradigmático sería el de Actividades físicas y deportivas, que ha visto disminuida su matrícula de primer curso en casi un 60% respecto del año anterior, mientras que el porcentaje de personas que trabajan en este sector va incrementándose año tras año. En último lugar, hemos podido observar cómo la disminución de la matrícula en algunas familias asociadas a la crisis económica ha sido muy superior a aquella experimentada por dicho mercado de trabajo: en el caso de la familia de Edificación y obra civil, el descenso del 28% en su matriculación se sitúa muy por encima de la disminución del 7% en cuanto a su peso con respecto al total de población asalariada en la región metropolitana.
Diversos estudios han señalado que la estructura del mercado de trabajo es cada día más compleja. No solo han desaparecido puestos de trabajo que antes resultaban clave en la estructura productiva y en los modelos económicos imperantes, sino que también se han generado nuevas necesidades que exigen nuevas competencias profesionales. Este dinamismo hace más complicado poder unificar la oferta y la demanda en un mercado laboral cambiante, estacional en muchos casos, y global en cualquier caso. ¿Cuál será, pues, la clave para poder reducir estas divergencias? Probablemente una mayor y mejor (más coordinada e integral) orientación académica y profesional a lo largo de la vida sea el reto fundamental de todas aquellas instancias (públicas y privadas) que ponen énfasis en tratar de adecuar las cualificaciones de las personas en edad de trabajar con las necesidades reales de un tejido empresarial dinámico y deseoso de encontrar perfiles especializados. La FP puede y debe ser el espacio desde donde trabajar esta respuesta.
Notas al pie:
1.- El Anuario con los datos correspondientes al año 2013 puede consultarse en el sitio web http://www.fundaciobcnfp.cat/images/Anuaris/Anuari%202013_WEB%20DEF.pdf
2.- Los diferentes SISP publicados desde el Observatorio de la FP de la Fundació BCN Formació Professional están disponibles en el sitio web http://www.fundaciobcnfp.cat/index.php/ca/observatori-fp2/91-sisp
