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Marketing en el sector educativo. Un sinfín de preguntas a las que tenemos que dar respuesta

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Patricia Butterini Tenaille, Especialista en Comunicación y Marketing Educativo (Madrid)
Hace ya varios años  que los centros educativos se dieron cuenta de que el Marketing podría ayudar mejorar la mala racha que presentaba el sector en cuanto a matriculaciones de nuevos alumnos se refiere. Hemos pasado de los años de bonanza en los que las familias hacían noche en la puerta de los centros para conseguir una plaza,a utilizar estrategias de marketing para ser los elegidos entre un sinfín de colegios que, a primera vista, parecen iguales que el nuestro.

Primero tenemos que hacer un ejercicio de autoanálisis, lo más objetivo posible, y analizar nuestro centro desde diferentes perspectivas. ¿Qué ofrecemos a las familias? ¿Me he adaptado a los nuevos modelos pedagógicos? ¿Mi profesorado está motivado? ¿Cómo son mis instalaciones? Todas estas preguntas serán el punto de partida para elaborar una estrategia de marketing adecuada a cada centro y así podremos saber qué es lo que realmente hay que comunicar.

¿Conocemos a nuestra competencia? ¿Qué ofrecen ellos? Tenemos que ser conscientes del contexto en el que se ubica nuestro colegio y conocer a la competencia casi como a nosotros mismos.  Así podremos diferenciarnos, ofrecer a las familias un valor añadido que nos distinga de los colegios de nuestra zona que, seguramente, ofrezcan una oferta básica como la nuestra.

Los centros educativos se encuentran muchas veces perdidos en todos estos aspectos por lo que es necesaria la ayuda externa de alguna agencia o la creación de un departamento interno de Marketing y Comunicación que empiece a trabajar en la estrategia a seguir.

Pero a veces no basta con "gritar a los cuatro vientos" lo buenos que somos a través de vallas, marquesinas o anuncios en revistas. Nuestro sector es algo más complicado en el que los sentimientos y la confianza juegan un papel fundamental, al fin y al cabo, las familias nos van a confiar a lo que más les importa en el mundo: sus hijos. Por eso, a la hora de elegir un centro, suelen guiarse por las opiniones de conocidos o familiares.

¿Están contentas nuestras familias con los servicios que les ofrecemos? ¿Nos adaptamos a sus necesidades? ¿Nos recomendarían? Es importante conocer qué opinan y qué esperan de nosotros. Pues sólo tenemos que escucharles, a través de encuestas de satisfacción, reuniones con ellos,…Si les escuchamos estaremos preparados para adaptarnos al ideal de colegio que buscan para sus hijos y podremos centrarnos en desarrollar nuestro modelo pedagógico siguiendo sus intereses. Según el entorno donde esté situado un centro, habrá familias que demanden más los idiomas, la formación científica o los deportes. Además, un cliente que se siente escuchado y que recibe servicios de calidad, será nuestro perfecto prescriptor.  Nos recomendará a amigos y familiares e incluso hablará de "lo encantado" que está con nuestro colegio sin que nadie se lo pregunte.

Pero en ocasiones nos olvidamos de nuestro público interno. ¿Vienen felices a trabajar nuestros profesores? ¿Se sienten parte activa de nuestra organización? Tenemos que ser conscientes de que el contacto diario con las familias es el que mantienen los profesores con ellas. Si nuestros empleados están desmotivados ¿qué imagen transmitirán a las familias? Es muy importante crear un buen clima de trabajo que motive a nuestro claustro y en el que se sientan parte de nuestra organización, donde pueden expresarse y estar informados de lo que ocurre día a día. Por supuesto, ellos también son unos grades prescriptores.

¿Saben nuestras familias y empleados lo que ocurre en el colegio? La comunicación es fundamental con nuestros públicos internos y externos. Tiene que ser clara, rápida y segmentada. Además, debe transmitir una imagen homogénea acorde con la línea pedagógica y con la estrategia de comunicación del centro. Casi todos los colegios cuentan ya con una plataforma educativa donde la comunicación con las familias se hace más fluida, pero no hay que quedarse ahí, podemos reforzar nuestra estrategia con newsletters, revistas, jornadas de interés,…Todo es comunicación, desde el póster colgado torcido en secretaría hasta el papel con una nota que un profesor manda en la agenda de un alumno. Hay que hacer una labor de concienciación con todos los trabajadores del centro y hacerles partícipes del cambio en la comunicación y de la importancia de trasmitir una misma imagen desde todos los departamentos.

Y esto es sólo el principio, un sinfín de preguntas que tienen respuesta en el Marketing Educativo, que no ha hecho más que empezar a incorporarse a los centros y que seguro llevará a una mejora en los procesos y a un entorno mucho más rico donde las familias tendrán la oportunidad de elegir y tendremos la oportunidad ser los elegidos. Todo depende de nosotros.
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