- Escúchales. Seguramente saben lo que quieren, trata de entender lo que dicen. Habla su idioma. Antes las empresas nos empeñábamos en hablar sobre nosotros, de nuestros productos, de nuestras marcas; debemos pasar del "yo, mí, mío" al "nosotros, nuestro", tratando de entablar una colaboración mutua con los clientes, dándoles voz y escuchándoles.
- Satisface sus necesidades. Si te han pedido algo, dáselo. Y si te piden 10, trata de dar 12, dar de sí el máximo posible y con una buena calidad en el servicio siempre es de agradecer, y la primera fórmula para conducir al éxito.
- Si lo dices, hazlo. Si no estás seguro de poder cumplir algo, mejor no lo digas. No hay peor sensación que alguien que promete algo y luego no cumple con su palabra. Mide bien las fortalezas de tu compañía y prepara los recursos necesarios para acometer un proyecto que satisfaga al cliente. Si crees que es posible no llegar en condiciones óptimas, es preferible que no prometas algo que no vas a poder cumplir.
- Tu cliente es único. Crea un clima de confianza, trabajas en nombre de una empresa, pero tratas con personas, hazlas sentirlas únicas. Recuerda que tu cliente confió en ti y no en otro, no le defraudes.
- Sorpréndele. No está de más que sin motivo aparente –o con él- le obsequies con algún regalo, promoción, etc. El efecto sorpresa es clave para evitar estancarte y llamar su atención.
- Sé transparente. No mientas, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Tampoco seas impreciso, tus productos y servicios deben tener unas características fiables y contrastables. Sé honesto.
- Sé agradecido y amable, dale la oportunidad de feedback y establece canales de comunicación con el cliente, no olvides tu lado humano. Trata al cliente como te gustaría que te trataran a ti.
- Calidad y precio. Ofrece productos y servicios de calidad, que satisfagan las necesidades de tus clientes –y si puedes superarlas, mejor-. Y a la vez no te olvides del buen precio que buscarán, puede que fuera uno de los principales factores que hizo a tu cliente decantarse por tus servicios.
- Mira a tu alrededor. Vigila qué hace tu competencia, trata de mejorar lo que ellos ofrecen para asegurarte la fidelidad de tu cliente. Mira también "fuera de caja", puede que haya compañías de otro sector de las que también puedes aprender y con ello mejorar tus prestaciones.
- Si te equivocas, admítelo. No trates de tapar un error, si has hecho algo mal, simplemente confiésalo, equivocarse es humano. Lo importante es que lo reconozcas y actúes en consecuencia lo antes posible.