Encuentra tu curso ideal
9%
¿Qué quieres estudiar?

Competencias específicas y transversales: el binomio perfecto

Artículo de opinión


  • Deja tu comentario
  • Valora


Elías Amor Bravo, Presidente de la Asociación Española para el Fomento de las Políticas Activas de Empleo y las Cualificaciones (AFEMCUAL)
La empleabilidad de las personas tiene mucho que ver con una adecuada combinación de competencias específicas y transversales. Las primeras son esenciales para el dominio técnico de una profesión. Se adquieren durante los estudios universitarios o profesionales, y corresponde a la persona su actualización y puesta al día conforme se producen avances o nuevos descubrimientos.

Generalmente, los profesionales prestan mucha más atención a estas competencias. En la medida que forman parte de un desempeño que podríamos calificar de excelente, la preocupación por ofrecer estándares de realización de calidad garantiza que cualquier esfuerzo dedicado al aprendizaje y la actualización de competencias específicas, queda recompensado.

Esta práctica suele resultar fundamental en entornos de trabajo relacionados con puestos de trabajo estables o posiciones profesionales de cierta independencia. En efecto, cuando la persona ocupa un empleo asociado al desempeño de unas competencias específicas, su preocupación por estar al día es comprensible. De igual modo, los profesionales independientes deben estar al día en sus competencias específicas, porque es la garantía de poder atender a sus clientes en condiciones más ventajosas que sus competidores.

Pero en una sociedad en la que los empleos estables son cada vez más escasos, y en la que el concepto de empleabilidad pasa a ocupar un papel central en los proyectos profesionales de las personas, las competencias transversales aparecen como un poderoso elemento de diferenciación que permite a las personas tener éxito en esos procesos asociados a los cambios de empleo.

Si los puestos de trabajo existentes ya no son para toda la vida, las competencias específicas son fundamentales para garantizar un cierto nivel de desempeño, pero en ese contexto de cambio, tan sólo aquellos que mantengan actualizadas sus competencias transversales tendrán éxito en el objetivo de pasar los menores tiempos posibles en situación de desempleo.

¿Cuáles son esas competencias transversales? Una revisión de la literatura sobre la materia, permite identificar siete de notable relevancia.

La capacidad para aprender de forma autónoma, el aprendizaje a lo largo de toda la vida.

El uso habitual de lenguas extranjeras, con el correspondiente acceso a la cultura internacional.

Las tecnologías de la información, como forma eficiente de realizar los proceso de trabajo.

La capacidad de adaptación, entendida como capacidad para afrontar situaciones de compromiso.

El trabajo en equipo, basado en la coordinación de tareas con compañeros.

La capacidad de resolución de problemas, como razonamiento y modo de actuar con lógica para evaluar decisiones, resolver problemas y tomar decisiones.

Lectura y comprensión escrita de todo tipo de documentos, gráficos o tablas.

El profesional del siglo XXI debe estar en condiciones de acceder a este arsenal de competencias transversales con las que podrá transitar hacia empleos distintos, con competencias específicas muchas veces distintas. Los sistemas de orientación y formación deben evolucionar para ser capaces de proporcionar estas nuevas competencias. Una evolución que otorgue a las cualificaciones profesionales el papel de elemento central en el diseño de las políticas activas de empleo, donde educación y formación son fundamentales para el avance de las sociedades. Hay largo camino por recorrer.
Deja tu comentario