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Impactos de la educación en el exterior en la dimensión académica, laboral-profesional y personal
Artículo de opinión
Realizar o completar estudios en el extranjero, puede ser la clave para superar estas dificultades y situarse de forma estratégica en la coyuntura socioeconómica actual.
No sólo constituye una oportunidad de desarrollo en el ámbito académico y profesional, sino que implica una experiencia vital única para el desarrollo de competencias personales y sociales.
A lo largo del presente artículo pretendemos esbozar las ventajas que suponen, desde los ámbitos personal, académico, profesional y de insercción sociolaboral realizar estudios en otros países, al tiempo que se analizan los riesgos y las oportunidades que conllevan la emigración académica.
La importancia del tema radica en el incremento de las tasas de adecuación e idoneidad de la opción elegida si se analizan, de manera pormenorizada, las ventajas y desventajas, anticipando respuestas a las posibles dificultades y estando preparados para maximizar las oportunidades que nos encontramos.
Ventajas en el ámbito académico
Completar o cursar estudios íntegramente en otro país nos pone en contacto con otros sistemas educativos, que nos aportan contenidos y metodologías específicas propias de nuestro campo profesional lo que implica mejorar cualitativamente por tanto, nuestro curriculum.
Por un lado, nos permite mejorar la calidad y pertinencia de nuestra educación superior, facilitando la integración de nuevos contenidos orientados a necesidades socioeconómicas y académicas en un marco global, incorporando nuevas estrategias con la transferencia de conocimientos, técnicas y competencias de otros centros y países, potenciando el intercambio de información y recursos educativos, además de favorecer nuestra incorporación a redes profesionales transfronterizas.
Por otro lado facilita el incremento de los niveles de competencia lingüística, aspecto clave en la sociedad del conocimiento y de la comunicación global, para acceder a la información en términos generales y específicamente de carácter científico-técnica, ya que la experiencia de estudiar en el extranjero, supone una inmersión lingüística en un marco ideal para lograr el dominio de otra lengua en todas sus dimensiones.
En cuanto a los aspectos académicos a tener en cuenta, no podemos olvidar el valor intrínseco de las certificaciones y titulaciones propias ofertadas por determinados centros y universidades de prestigio internacional, a los cuales sólo podemos acceder cursando estudios en el exterior, que van a significar un elemento diferenciador en nuestro curriculum, distinguiéndonos muy positivamente respecto a otros estudiantes y profesionales.
Ventajas en el ámbito laboral-profesional
En el contexto de la globalización y mundialización de la economía, la internacionalización de las empresas y el incipiente protagonismo de nuevos países como mercados emergentes, el mundo empresarial demanda de sus futuros profesionales aptitudes y actitudes orientados a la flexibilidad y adaptabilidad en el puesto de trabajo, resolución autónoma y creativa de situaciones y capacidad de iniciativa e integración en contextos diversos.
La movilidad internacional en la formación, aumenta la capacidad y los niveles de cualificación de los graduados e investigadores para cubrir estas necesidades en el momento actual, ya que mejora el conocimiento del marco internacional, adecua la formación a las demandas actuales de las empresas europeas y transnacionales, permite el conocimiento de nuevas técnicas y procedimientos asociados a la competencia profesional, e incrementa la capacidad de flexibilidad laboral y adaptabilidad a entornos productivos y ámbitos culturales diversos.
Por tanto, desde esta perspectiva, las empresas atribuyen un alto valor añadido a la formación en el exterior, por que implica situarse en mejores condiciones para asumir estas demandas, favoreciendo la empleabilidad y la sostenibilidad en el empleo una vez logrado, tanto en el mercado laboral nacional como en el marco europeo e internacional.
Ventajas en el ámbito personal
No menos importantes que las ventajas de la formación en otros países en las dimensiones académica y profesional, son los beneficios de la experiencia misma en el ámbito personal, proporcionándonos una oportunidad única para el desarrollo de competencias personales y sociales, habilidades y estrategias íntimamente conectadas con la capacidad de adaptación y factores de la inteligencia emocional.
La exposición a realidades socioculturales y económicas diferentes fomenta el autoaprendizaje y nos coloca en una perspectiva intercultural más amplia frente al mundo, al ponernos en contacto con contextos y estilos de vida diversos que contribuyen a generar nuevos enfoques de análisis, incluso de nuestro propio proyecto vital, al facilitar el descubrimiento de nuevos horizontes y nuevas respuestas en múltiples aspectos, favoreciendo un pensamiento divergente.
La estancia prolongada en otro país puede ser también muy enriquecedora en el ámbito de las relaciones personales, al favorecer la vinculación estrecha con personas de otros países que comparten una experiencia similar y con las cuales se establecen relaciones intensas y gratificantes durante la estancia en sí misma, pero que además pueden perdurar en el tiempo y aumentar nuestro círculo de amistades y contactos, personales y profesionales, más allá de nuestras fronteras.
Además de incrementar nuestras habilidades sociales y comunicativas, aumenta nuestro sentido de independencia y autonomía personal, mejorando nuestra autoestima y autoconfianza, de forma que nos confiere un mayor grado de madurez personal.
Oportunidades vs Riesgos
Siguiendo este análisis, plantearse estudiar fuera de nuestro país, es una opción muy atractiva, si tenemos en cuenta, todos los beneficios que puede reportarnos en todos los ámbitos. Sin embargo hay que considerar algunas dificultades y riesgos que no debemos pasar por alto. De su consideración previa y la génesis precoz de respuestas ante posibles inconvenientes puede depender el éxito de nuestra experiencia.
Algunas de las cuestiones clave que tendremos que valorar, pasan en primer lugar por tener claros nuestros objetivos, expectativas y capacidad de financiación, para seleccionar adecuadamente el país de destino y el programa de estudios específico que cursaremos, de tal forma que respondan lo mejor posible a nuestras capacidades y necesidades.
También debemos considerar los requisitos y trámites burocráticos de inscripción y matriculación así como la regulación de la homologación del certificado o titulo que vamos a obtener. Por ello es recomendable recopilar no sólo mucha información, sino información de calidad sobre estos aspectos, reflexionando, en profundidad, sobre cuales son nuestras principales motivaciones para la realización de estudios en el extranjero.
Conviene evaluar además, si nuestro nivel de competencia lingüística es el idóneo para desenvolvernos en los estudios que deseamos cursar, así como nuestras posibilidades de financiación, ya que suele implicar una inversión mayor que si decidimos formarnos en nuestro país.
Actualmente existen múltiples opciones si decidimos apostar por esta experiencia, pudiendo acceder a becas y oportunidades de financiación de, al menos, una parte del coste total. Algunos de estos recursos son los programas promovidos por la Unión Europea, o las becas y ayudas que convocan instituciones públicas y privadas.
Finalmente tomar la decisión también conlleva separarnos de nuestro entorno habitual, salir de nuestra "zona de confort", enfrentandonos a un desafío que movilizará todos nuestros recursos personales para adaptarnos al nuevo contexto. Esto, que al principio puede producir cierto vértigo personal, sin embargo, es justamente lo que convierte este reto en una gran oportunidad de desarrollo y crecimiento personal y, por lo tanto, en una de las mejores inversiones de nuestra vida.
Notas al pie:
1.- Instituto Max Weber. Estudios INJUVE. (2013): "Un futuro sin generación perdida. Una revisión de la situación de los jóvenes en España", Madrid, Junio 2013.Se trata de un estudio realizado por el Instituto Max Weber que revisa el pasado, presente y futuro de los jóvenes y aborda cuestiones relacionadas con la situación demográfica de la población joven, la educación, el mercado laboral y la emancipación juvenil. Una lectura interesante (con datos estremecedores) que analiza la situación actual de la juventud española en relación con el contexto europeo y avanza algunas perspectivas de futuro.
http://www.injuve.es/sites/default/files/2013/23/publicaciones/UnFuturoSinGeneracionPerdida.pdf
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