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Retos estratégicos en la formación de postgraduados en el sector de "hospitality"

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María Teresa Gozalo. CEO de Les Roches Marbella
Entendemos la industria de "hospitality" como un macrosector que engloba las actividades de turismo, hotelería y restauración, considerando la totalidad de la cadena de valor de todas y cada una de ellas. Por sus particulares rasgos es fácil comprender que dicho macrosector se caracteriza por su notoria complejidad, al integrar numerosos y variados servicios especializados que son ofrecidos a unos clientes finales con un creciente nivel de exigencia que demandan, por consiguiente, ser atendidos por unos profesionales cada vez más cualificados.

Desde luego, las expectativas económico-laborales de la industria de "hospitality" en el corto y medio plazo se sitúan muy por encima de lo que es habitual en otros sectores productivos, tal y como se señala desde diferentes informes, tanto de carácter mundial como referidos específicamente al caso español. Entre ellos me gustaría destacar dos, tanto porque prácticamente acaban de salir a la luz como por sus implicaciones en lo que atañe a la formación de postgraduados. El primero es "Situación y Perspectivas de la Economía Mundial, España y el Sector Turístico", elaborado por el Departamento de Investigación del BBVA; y el segundo fue presentado por Exceltur, Alianza para la Excelencia Turística, bajo el título "Resultados turísticos en  2012 y expectativas para 2013. Redefiniendo el escenario turístico: nuevos clientes, nuevos modelos".

Ambos estudios constituyen una magnífica base estratégica para reflexionar sobre la actual situación del sector turístico español y sus perspectivas de evolución a corto y medio plazo, así como sobre el papel que deben jugar las Escuelas de negocio especializadas en la formación de directivos en "hospitality" y, de manera particular, en la formación de postgraduados dentro de dicha industria.

En 2012 el sector turístico español registró un cierto estancamiento, con un descenso del 2,6 por ciento en el número de turistas, según la estimación realizada por BBVA, y una caída del 1,6 por cien en el PIB turístico según pone de manifiesto Exceltur. Pese a todo ello, España registró la entrada de más de 83 millones de turistas; además, el 23,2 por ciento de las noches de alojamiento en Europa tuvieron lugar en nuestro país, muy por encima de potencias turísticas como Italia (17,3%) o Francia (11,9%).

No obstante, sin duda alguna hay todavía mucho margen para la mejora, especialmente en tres ámbitos de actuación relacionados con la formación del profesional de la alta dirección en "hospitality":
  • Reducción en el conjunto de trámites burocráticos que son necesarios a la hora de obtener una licencia de apertura en hoteles y restaurantes. En la actualidad la media de días que son necesarios en España para obtener una licencia de apertura se sitúa en más de 60 (cifra que está muy por encima de países como Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda o Italia, todos ellos entre 40 y 60 días, y es infinitamente mayor que en Reino Unido o República Checa, ambos por debajo de los 7 días). No es casual que mientras que en el caso español el coste económico necesario para obtener dicha licencia se sitúe en torno a los 300-400 euros, en un lugar como Francia esté entre 100-200 euros y en países como Dinamarca, Chipre, Hungría, Noruega, Polonia, Alemania o República Checa se encuentre por debajo de los 50 euros.
  • Puesta en marcha de nuevas estrategias de crecimiento. El escenario turístico competitivo global exige para España (y para cualquier país que aspire a ser una potencia turística) procedimientos basados en proporcionar un mayor valor añadido a los visitantes. Expresado con otras palabras, ya no es posible crecer más basándose exclusivamente en un volumen indiscriminado de turistas a precios bajos sino que, entre otras cosas, es imprescindible disponer de profesionales formados en la excelencia.
  • Racionalización integral en el conjunto del sector. Es precisa una mejor coordinación que permita la racionalización en la gestión de las infraestructuras y un mayor control sobre la logística de transporte, dada su incidencia en la distribución y atracción de perfiles de turistas potencialmente más rentables.
Este particular entorno marca el rol que han de desempeñar las Escuelas de negocio especializadas en la formación de directivos en "hospitality" en un conjunto de aspectos que van desde el diseño de nuestra oferta de formación a las herramientas de captación del alumnado y que desembocan, de manera indefectible, en las ulteriores posibilidades de inserción laboral.

Si nos centramos en la formación de postgrado, hemos de apostar por un profesional capaz de afrontar, de manera eficaz, algunos de los grandes desafíos competitivos que tiene nuestro sector. Entre dichos retos subrayaría la necesidad de diversificar actividades y de orientar la oferta hacia aquellas economías con mejores perspectivas de crecimiento, presentándose como un destino de calidad que lo convierta en una de las mejores ofertas turísticas. Identificación, innovación, desarrollo, integración y gestión diferencial de la mayor gama de productos y experiencias turísticas, son aspectos a tener muy en cuenta por el futuro profesional (incluso más que lo que serían los meros esfuerzos de promoción, cuyo retorno no siempre está previamente asegurado).

Por consiguiente las prometedoras perspectivas de crecimiento de esta industria, bastante por encima de la media de otros sectores, sólo pueden hacerse realidad para aquellos profesionales formados en la excelencia, como es el caso paradigmático de los estudiantes de un postgrado.

Y dicha formación en la excelencia implica, indefectiblemente, el conocimiento teórico-práctico de las más avanzadas técnicas de gestión a todos los niveles, la aproximación a las últimas tendencias de mercado, la realización de prácticas en establecimientos hoteleros contrastados a escala internacional y la conformación de un perfil profesional que garantice un exquisito comportamiento ético. De esta manera, estos futuros profesionales se encontrarán en primera línea de salida para desempeñar eficazmente su actividad a lo largo de las próximas décadas.
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