La vocación por estudiar enseñanzas artísticas se despierta en la infancia, a través del primer contacto con el mundo artístico que se produce en la escuela, las actividades extraescolares, la formación en centros especializados, etc. Precisamente en el ámbito escolar, los docentes de las enseñanzas artísticas hace tiempo que reclaman una mayor atención, carga lectiva y prestigio de estas asignaturas en la enseñanza obligatoria, especialmente en secundaria.Actualmente, la aprobación de la LOMCE prevé todo lo contrario: la supresión del bachillerato de artes escénicas, música y danza y la catalogación de música y plástica como "no prioritarias" en la enseñanza primaria y en la secundaria.
Con el monográfico sobre enseñanzas artísticas queremos reivindicar la importancia de la música, el teatro, la danza y el diseño y además, preguntar a los expertos por la orientación académica y profesional: ¿cómo se despierta el interés por las artes? ¿Cuál es el proceso para transformar la afición por la música, las artes plásticas, la danza y el arte dramático en profesión?
La situación de las enseñanzas artísticas
La situación de las enseñanzas artísticas es compleja, tanto en primaria y secundaria como en los estudios superiores. La aprobación de la LOMCE suprime una de las dos vías incluidas hasta ahora en la modalidad de artes dentro del bachillerato: la rama de Artes Escénicas, Música y Danza, creada en la LOE, desaparece y sólo se mantendrá un Bachillerato de Artes con materias de Artes Plásticas, Diseño e Imagen.
Por otro lado, en la educación secundaria, las asignaturas de Música y Educación Plástica y Visual pasan a formar parte de un bloque llamado de asignaturas específicas. El alumnado deberá elegir un máximo de 3 asignaturas de este tipo (entre las que también se encuentra cultura clásica, tecnología, segunda lengua extranjera, lenguas cooficiales, etc.).
Las instituciones ya se han puesto en marcha para hacer frente a la reforma. La Confederación de Asociaciones de Educación Musical (COAEM), el Consejo General de los Colegios de Doctores y Licenciados en Bellas Artes y Profesores de Dibujo de España, han mostrado públicamente su rechazo hacia la LOMCE a través de un manifiesto.
En cuanto a los estudios superiores, en 2012, el Tribunal Supremo emitió una sentencia por la cual las escuelas superiores de enseñanzas artísticas no podrán ofrecer títulos oficiales de grado, como los que se cursan en las universidades. A partir de ahora, los estudios artísticos impartidos en las escuelas superiores deberán llamarse de otra forma, diferenciándose así de la formación de las universidades.
Esta sentencia rebate parte del decreto aprobado hace dos años, mediante el cual se otorgaba el título de Grado a los estudios de Música, Danza, Arte Dramático, Diseño y Artes Plásticas o Conservación y Restauración de Bienes Culturales, independientemente de donde se impartieran. El demandante fue la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, quién inició el litigio al considerar que los títulos de diseño chocaban con algunos de los que ellos ofrecen.
En este sentido, el pasado mes de enero, la Plataforma Galega pola Integración das Ensinanzas Artísticas Superiores na Universidade publicó un manifiesto en el que reclamaba que los centros que imparten las enseñanzas artísticas se adscriban a la universidad. La plataforma considera un error la decisión del Tribunal Supremo.
¿Falta orientación hacia las enseñanzas artísticas?
Teniendo en cuenta este contexto, parece evidente que los jóvenes que se inclinan hacia las enseñanzas artísticas superiores lo van a tener un poco más difícil. Desde el punto de vista del profesional de la educación, ¿cómo se detecta una vocación artística? ¿Es necesaria más información y orientación sobre la carrera profesional en este ámbito?
Melissa Mercadal, responsable de investigación, innovación y formación de la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC) lo tiene claro: en el ámbito musical la orientación debería iniciarse en la ESO y mostrar las opciones profesionales y los estudios superiores a todos los jóvenes que compaginan su formación musical con los estudios reglados. Desde su punto de vista, el desconocimiento hacia las opciones demuestra que las enseñanzas artísticas no tienen la valoración de deberían tener.
En este punto también coincide Nieves María Pelejero Ibáñez, maestra especialista en Educación Musical y directora del CEIP Carles Salvador de Barxeta (Valencia), quien afirma que las carreras artísticas no han sido nunca bien valoradas en su estado profesional, por su teórica "poca salida" y por un cierto halo de desprestigio de la condición de artista y en particular de músico.
Precisamente respecto a las salidas profesionales, los estudios artísticos pueden desembocar en una carrera profesional en museos, salas de arte, como docente en escuelas de música, instituciones públicas y asociaciones dedicadas a la restauración de bienes, la interpretación musical o teatral, la dirección escénica, el diseño web, etc. La cultura es una salida profesional muy atractiva para los estudiantes, pues facilita el acceso a múltiples ramas y permite desarrollar el potencial creativo.
De hecho, el informe "Inserción Laboral de las Enseñanzas Profesionales" presentado por el Departament d'Educació de la Generalitat de Catalunya analiza los resultados de la inserción de los titulados en formación profesional según la familia profesional, y constata que los ciclos formativos de grado superior y las enseñanzas de régimen especial en diseño, arte, danza, música, arte dramático y conservación y restauración de bienes culturales son, con un 70%, los que más inserción laboral ofrecen.
Así pues, podemos afirmar que la "poca salida" no es tan poca como la pintan. Evidentemente, la coyuntura económica actual aumenta las dificultades para encontrar un empleo, pero esto sucede en casi todos los sectores profesionales. Por eso, la orientación académica y profesional es fundamental para dar a conocer la formación más adecuada para el estudiante y las salidas.
En este punto, queremos introducir otro concepto básico: el acompañamiento. Ana Uribarri Berrojalbiz, profesora de violín y miembro del Departamento de Orientación del Centro Integrado de Música Padre Antonio Soler de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), opina que es triste pensar que los alumnos de las enseñanzas artísticas de nuestro país no cuentan con un profesional que les ayude en el largo y difícil recorrido que son las enseñanzas profesionales. Desde su punto de vista, los jóvenes entre 12 y 18 años toman la decisión de continuar sus estudios musicales y se preparan para su futuro profesional. Es en este punto que necesitan un orientador/a que les acompañe en el proceso de toma de decisiones.
La necesidad del acompañamiento en el proceso es más evidente en el caso de los músicos, que se forman paralelamente a los estudios reglados, pero en el resto de enseñanzas artísticas también puede detectarse la vocación y preparar a los estudiantes para el acceso a la profesión.
