Redes sociales, marca personal y futuro profesional, tres conceptos que hasta hace unos pocos años parecían ajenos e independientes uno del otro, hoy en día van de la mano y muy pocos pueden negar la sinergia que puede llegar a existir entre ellos.El concepto de redes sociales, relativamente reciente, ha inundado de nuevos usuarios a la denominada red de redes (Internet). Empezando con una vertiente mucho más "social" y de "ocio", las redes sociales se han popularizado tanto, al grado incluso de ser vistas ahora como grandes oportunidades de negocios.
La popularidad de estos sitios ha hecho posible el surgimiento de una nueva tendencia de uso de las redes sociales, extrapolando sus bondades a un punto de vista mucho más profesional y laboral. Ejemplo claro de esta tendencia es la red social LinkedIn, la cual ha ganado adeptos y popularidad convirtiéndola en una auténtica plataforma de promoción profesional de sus usuarios. Usuarios que además de poder interactuar entre ellos, pueden agruparse según sus gustos y preferencias, además de poder ser más visibles en el tan competido mundo empresarial.
Otra forma igual de dinámica en cuanto a comunicación (y sobre todo de creación de marca personal) entre usuarios son los blogs, que no son más que portales en los cuales el usuario creador comparte opiniones y análisis propios de diversos temas y permite la interacción entre los usuarios. Así mismo, este tipo de webpages permite una promoción profesional individualizada, que hoy por hoy ayuda a diferenciar a aquellos profesionales que deciden utilizar las nuevas tecnologías como plataforma laboral (no solo de promoción, sino también de realización de actividades productivas).
Cuando nos preguntamos ¿Cómo podemos sacar partido a las redes sociales para ser mas empleables? Sobre todo en épocas de crisis económica como la que vivimos hoy en día, la respuesta es sencilla; las redes sociales son la manera más rápida y económica para promocionarse a nivel laboral (además de su demostrado impacto al llegar a un mayor número de usuarios), además de ser utilizadas ahora incluso para ofertar puestos de trabajo, lo que las ha convertido en auténticos canales de contacto directo, entre empresas ofertantes y candidatos interesados.
Así mismo, el uso correcto de estas herramientas puede tener un impacto directo en el nivel de "empleabilidad" de una persona. Es importante dejar claro que un profesional debe mantenerse vigente en el mercado laboral en el que interactúa. La formación continua y su adaptabilidad a las nuevas tendencias (entre ellas las nuevas tecnologías) contribuye a garantizar un mayor ratio de éxito a la hora de conseguir empleo. Por lo tanto, las redes sociales pueden servir como plataforma de apoyo y de promoción a la hora de lograr este cometido.
A pesar de todo lo anteriormente mencionado, y valorando siempre la importancia y/o relevancia que tienen hoy en día las redes sociales en el mundo laboral, no debemos de olvidar que es el contacto directo y personal el que puede llegar a sellar de manera definitiva una futura relación entre empresa y trabajador. Es por eso, que éste último, debe de apostar (tal y como hemos mencionado antes) por mantenerse vigente en el mercado y resultar siempre atractivo y a su vez diferenciado.
Un candidato debe visualizarse y promocionarse así mismo como un producto único y en constante renovación, que se adapta rápidamente a los cambios suscitados en el mercado y que a su vez ofrece a las empresas lo que tanto buscan estas, que es la generación constante de valor… y es en esto, donde el uso de las redes sociales pueden jugar un papel clave como motor de comunicación y de contacto con el mercado laboral.
