Los padres hoy en día no inscriben a sus hijos de forma automática en el centro más cercano. Suelen analizar varios colegios antes de decidir dónde matricular a su hijo (oferta educativa, ideario, los resultados académicos, su página web, la experiencia vivida en su contacto con el centro, cómo atienden el teléfono o las visitas…). Dado que muchos centros ofrecen un modelo educativo similar, instalaciones, nuevas tecnologías, idiomas… es preciso identificar los valores diferenciadores y específicos y darlos a conocer. Hay que propiciar una imagen diferencial respecto a la competencia. Dotar de folletos, carpetas informativas… que reflejen dichos valores diferenciales.
Todo comunica en un centro educativo, lo que tenemos que hacer es gestionar de forma correcta y profesional dicha comunicación. Los activos intangibles determinan en gran medida la capacidad de un centro para convencer, para provocar una decisión de elección de un centro educativo y la fidelización o el compromiso de permanencia.
Para ello, es conveniente hacer una auditoría del sector, de la marca y de la competencia. Una auditoría que nos permita conocer cuál es nuestra imagen real y si se adecúa con la deseada, analizar qué dicen de mí, quién y dónde -tanto on line como off line-, qué percepción se tiene de nuestro centro, de nuestro equipo docente, sistema educativo, instalaciones, qué actividades son las más valoradas.
Además, hay que definir los principales públicos objetivos del centro educativo, que podemos agrupar en tres tipos:
- Interno / comunidad escolar: equipo directivo, profesores, personal de administración y servicios del centro.
- Mixto: padres, antiguos alumnos, usuarios de alguno de los servicios del centro.
- Externos: autoridades académicas e institucionales, medios de comunicación, posibles "clientes", proveedores…
Una estrategia de comunicación y plan de acción en línea con el ideario o las características del centro, que genere comunidad y contemple los distintos ámbitos de la comunicación: marca e imagen corporativa, relaciones con los medios, comunicación interna, entorno digital, relaciones públicas y eventos y RSC.
Es preciso conseguir una clara coherencia comunicacional que el público recibe a través de diferentes medios, segmentar los mensajes, integrar las acciones off line y on line (página web y redes sociales) y fidelizar a los alumnos y, por consiguiente, a sus padres.
Hay que potenciar la fidelización de "nuestros clientes". Hay que aprovechar la especial implicación que nuestros públicos internos y externos tienen en nuestro proyecto educativo. Los padres muy interesados en el éxito de sus hijos y, en definitiva, de la buena consecución de los objetivos y éxitos de los centros educativos. Los padres e incluso los alumnos han de ser embajadores de nuestra marca, hablar de forma muy positiva de nuestro centro.
Algunos de los principales objetivos de comunicación que ha perseguir un centro educativo son mejorar su reputación en su ámbito de actuación; favorecer el conocimiento y la información sobre los proyectos y actividades del centro educativo entre los públicos de interés; fomentar el orgullo de pertenencia al proyecto del centro entre los profesores, alumnos, padres…; incrementar la presencia del centro en medios de comunicación; promover la relación del centro educativo con autoridades académicas e institucionales y medir el resultado de las acciones emprendidas.
En definitiva, la comunicación corporativa profesional es una inversión que aporta un claro valor añadido al centro, incide en la calidad de su gestión y mejora los servicios a la comunidad educativa.