En las reuniones o actos públicos donde se trate de la formación profesional, hay una constante por parte del sector empresarial en el sentido de RECUPERAR LA FIGURA DEL APRENDIZ, que la ley de la década de los 70 se encargó de hacer desaparecer y la transformó en la segunda vía de la escolarización generalizada para la mayoría de la población joven.
Ahora con esta modalidad que intenta profundizar con la colaboración formativa entre la escuela y la empresa, después de unos años de consolidación de los ciclos formativos a partir de este primer contacto que representa la FORMACIÓN EN CENTROS DE TRABAJO, hace falta hacer un paso adelante y darle más sentido a dicha formación.
Ejes para la adaptación de la formación dual a la formación y a las características de las empresas
Las empresas que predominan en nuestro entorno productivo de bienes y servicios se caracterizan por el reducido número de trabajadores en la mayoría de ellas, eso hace que no dispongan de un departamento de recursos humanos que pueda hacer frente a las necesidades formativas de su personal. Desde este punto de vista el papel que puede jugar la escuela en la formación de este personal se convierte en clave para la buena marcha de la empresa.
1.- Eje del colectivo afectado por esta formación
Hay que hacer una diferenciación de la formación pensada para los jóvenes que se puedan incorporar a la empresa, de la formación propia del reciclaje y actualización del personal. La formación dual, en alternancia está pensada básicamente para la primera incorporación,es decir, para los aprendices. Por lo tanto, hay que relacionar la formación profesional inicial del título de FP con las necesidades de la empresa de disponer de personas cualificadas.
Desde este punto de vista, se pueden presentar dos enfoques complementarios: Que sea la empresa quién lleve el protagonismo de dicha modalidad en cuanto a la actividad laboral y los centros formativos cubran las necesidades de formación que puedan aparecer modelo de formación Dual en Alemania.Que la escuela responda a la demanda, de determinados títulos de FP, susceptibles de ser abordados en la modalidad de alternancia que está más próxima al modelo francés.
En cualquier caso, tendría que existir una fórmula de acercamiento entre la necesidad de aprendices cualificados que pueda tener la empresa y la necesidad de calificar profesionalmente al alumnado del centro por la vía de la formación en alternancia. No hace falta decir que si este planteamiento funcionara sería una forma ideal para la DISMINUCIÓN DEL PARO JUVENIL, ya que garantiza un flujo consolidado de jóvenes aprendices hacia la empresa y daría al mismo tiempo respuesta a la demanda de aprendices que pueda hacer la empresa.
2.- Eje de la organización de la oferta formativa
a) Si la iniciativa procede de la empresa, habrá que priorizar las tareas asociadas al puesto de trabajo, para acto seguido pasar a detectar las competencias asociadas y así encontrar los módulos profesionales del título o títulos que dan respuesta competente al puesto de trabajo. En este planteamiento es posible que la escuela tenga que hacer frente a procesos formativos no regulados en el catálogo de títulos y por lo tanto se tendría que trabajar con contenidos formativos complementarios. En el cuadro adjunto se puede observar, globalmente este planteamiento
UC = Unidad de competencia
MP = Módulo profesional
b) Si la iniciativa parte de la escuela, entonces el planteamiento es diferente, ya que se ofrece un conjunto de unidades de competencia que pueden encajar o no con las necesidades competenciales del puesto de trabajo. Si la propuesta encaja con la necesidad de la empresa se abre la posibilidad de conseguir, mientras trabaja con esta formación, un título parcial o total de Formación Profesional.
UC = Unidad de competencia del título
MP= Módulo profesional del título
3.- Eje del reparto de la acción formativa entre la escuela y la empresa
Hace falta diferenciar tres conceptos complementarios: la formación en la escuela de la formación en la empresa de la actividad formativa en el puesto de trabajo
a) La formación en la escuela (FEC): Se caracteriza por desarrollar unos contenidos curriculares incorporados a los módulo profesionales que tienen como objetivo adquirir unos conocimientos y unas competencias que están en la base de la cualificación.Estas competencias están agrupadas en un conjunto de saberes:
1. Saber razonar: Esta habilidad cognitiva es el proceso mental que permite resolver problemas por medio de la previa clasificación, ordenación, relación y significado de hechos o conceptos que generan ideas que hay que argumentar con el fin de darle la validez oportuna. Hay muchos tipos de razonamientos: verbal, numérico, analítico, sintético, etc.
2. Saber ser: Que implica desarrollar en el alumno actitudes reflexivas, creativas, responsables y esforzadas, potenciando además el valor de la autoestima a partir de conocerse mejor (autoconocimiento), el convencimiento de nuestras capacidades para hacer frente a retos (autoconfianza), aprovechar y buscar nuevas oportunidades para mejorar y alcanzar nuevas habilidades (automotivación y autoaprendizaje) y saber gestionar los impulsos y las propias emociones con el fin de canalizarlos adecuadamente (autorregulación).
3. Saber estar: El resumen de los valores que hay que potenciar en la escuela, desde el punto de vista de las relaciones con los otros, serían coma mínimo la empatía, la confianza y la solidaridad.
4. Saber hacer: Desarrollo en la escuela de técnicas o procedimientos coma secuencia encadenada y jerarquizada de acciones profesionalizadorasque conducen a la obtención de un producto, proceso o servicio.
2. Saber ser: Que implica desarrollar en el alumno actitudes reflexivas, creativas, responsables y esforzadas, potenciando además el valor de la autoestima a partir de conocerse mejor (autoconocimiento), el convencimiento de nuestras capacidades para hacer frente a retos (autoconfianza), aprovechar y buscar nuevas oportunidades para mejorar y alcanzar nuevas habilidades (automotivación y autoaprendizaje) y saber gestionar los impulsos y las propias emociones con el fin de canalizarlos adecuadamente (autorregulación).
3. Saber estar: El resumen de los valores que hay que potenciar en la escuela, desde el punto de vista de las relaciones con los otros, serían coma mínimo la empatía, la confianza y la solidaridad.
4. Saber hacer: Desarrollo en la escuela de técnicas o procedimientos coma secuencia encadenada y jerarquizada de acciones profesionalizadorasque conducen a la obtención de un producto, proceso o servicio.
b) La formación en la empresa (FE): Se caracteriza por el desarrollo de los aspectos curriculares asociados a los módulos profesionales o a la formación complementaria cuando los recursos tecnológicos y humanos son muy específicos y no queda más remedio que tratarlos en la empresa.
c) La actividad formativa en el puesto de trabajo (AFLLT): Al desarrollar todas las tareas asociadas a los puestos de trabajo en relación a la formación de aprendices hace falta tener un ojo puesto en el dominio de las competencias profesionales de todos los módulos profesionales asociados a este puesto de trabajo, con el fin de integrar el conjunto de saberes mencionados anteriormente desde una perspectiva de la resolución de problemas en situaciones reales de trabajo, mediante metodologías del tipo ensayo / error que facilitan al aprendiz que vaya adquiriendo EXPERIENCIA PROFESIONAL y por lo tanto DOMINIO DE LAS COMPETENCIAS
Evaluación de los aprendizajes recibidos en la empresa
En general cualquier actividad de evaluación debería llevar a cabo un proceso previo de reconocimiento mutuo entre la escuela y la empresa.En primer lugar, la escuela debería reconocer la empresa como institución que cualifica a sus alumnos mediante las actividades formativas asociadas al puesto de trabajo, y en segundo lugar, la empresa debería tener reconocidas a determinadas escuelas para hacer la formación cualificada de sus aprendices.
Una vez hecho este primer paso habría que concretar la diferencia que existe a la hora de evaluar la formación en la empresa, en comparación con la de la escuela,para lo cual se debería considerar a la empresa como una extensión de la anterior y aplicar, por lo tanto, los mismos criterios de evaluación en un sitio y en el otro; y en segundo lugar y en relación a las actividades formativas asociadas al puesto de trabajo, haría falta la elaboración de un portafolios que recogiera toda la experiencia acumulada por el aprendiz a lo largo del contrato de trabajo, de tal forma que sirviera como evidencia indirecta a la hora de establecer una acreditación posterior del DOMINIO DE LAS COMPETENCIAS ADQUIRIDAS EN EL PUESTO DE TRABAJO.
Reflexión final
Por consiguiente la FPA, por un lado, permite aumentar la empleabilidad de los jóvenes, alcanzando un determinado dominio competencial a través del tiempo efectivo de trabajo, y por otro que mediante las bonificaciones oportunas, la empresa pueda disponer de jóvenes aprendices cualificados.
Para alcanzar dichas finalidades se debe conseguir.
a) Corresponsabilizar a las empresas en el desarrollo de esta oferta periódica de plazas de aprendices, mediante la modalidad de contratos de alternancia u otras fórmulas existentes como las becas. A los centros, concienciarlos de la necesidad de buscar un equilibrio entre las necesidades organizativas que se derivan de la organización del título y de las posibles acciones formativas complementarias.
b) Colaboración y coordinación muy estrecha entre la escuela y la empresa: En efecto, es imprescindible el alcanzar un acuerdo para la adaptación del proceso de formación en la escuela y en la empresa, caracterizando los puestos de trabajo, las competencias, sus unidades de competencia (agregado de competencias con significado en el empleo y a un determinado nivel), para pasar, acto seguido, a definir el proceso formativo en relación al título o títulos de referencia.
Notas al pie:
1.- Una posibilidad para determinar la duración mínima del contrato de alternancia sería la de determinar estas 600 h como las mínimas para la formación y como según estos tipos de contrato este valor tendría que ser un 25% mínimo del tiempo total, esta duración total mínima del contrato de alternancia estaría sobre las 2400 horas
