En anteriores monográficos hemos hablado largo y tendido sobre la importancia de la orientación pero nunca, hasta ahora, nos habíamos parado a valorar los recursos que se utilizan para desarrollar el proceso de orientación en el aula. Lo que nos gustaría saber es ¿qué recursos resultan útiles para los orientadores? En este monográfico analizamos la situación y te damos las claves para que encuentres los recursos adecuados.
¿De qué recursos para orientar disponemos?
La pregunta tiene una fácil respuesta: disponemos de muchos recursos, información, documentación y aplicativos. El problema es cómo se organiza esta información, cuáles son las fuentes y como acceder a ella. De hecho, Màrius Martínez, profesor titular de orientación profesional de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), reconoce que el problema no es el número de recursos, sino la disponibilidad. Tal y como afirma en su entrevista, los recursos no están suficientemente articulados ni integrados en planes de orientación adaptados a las necesidades de muchos grupos de personas con necesidades específicas de orientación.
Esta falta de articulación es la que dificulta el trabajo del orientador/a. Encontrar recursos impresos, materiales audiovisuales, aplicativos interactivos y páginas web, unidades didácticas, plataformas virtuales… es complicado.
Para elegir bien, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes puntos:
- En primer lugar, el recurso debe adaptarse al perfil de los destinatarios y satisfacer sus demandas.
- En segundo lugar, es importante fijarse si cumple con las normas de legalidad y seguridad.
- Los materiales deben estructurar bien sus contenidos y mostrar un diseño intuitivo.
- El recurso debe estar actualizado, tanto si se trata de material impreso como de aplicativos virtuales.
- No debemos olvidar la evaluación. En ocasiones es necesario que el recurso permita aprovechar las aportaciones de los usuarios.
- Por último, para poder verificar estos puntos te recomendamos que busques toda la información sobre el recurso: ficha técnica, explicación y objetivos, autores, etc.
Cuando hemos preguntado a los expertos qué debe tener el recurso ideal, son claros: además de las características concretas (actualización del recurso, facilidad de acceso al mismo, etc.), resulta fundamental la adaptación a las necesidades de las personas a orientar. Giulio Iannis experto en orientación y fundador del Centro Studi Pluriversum en Italia, reconoce que los recursos para orientar deben ser diseñados en función de los destinatarios, y no sólo nos referimos a la edad de los usuarios sino también a los objetivos que se quieren lograr.
Para Màrius Martínez, el recurso ideal debe tener tres aspectos clave: en primer lugar la contextualización y adaptación a las necesidades y características de la persona o grupo destinatario. En segundo lugar, la interactividad, en tercer lugar su permeabilidad para conjugarse o articularse con otros recursos.
Así pues, si ya tenemos claro el destinatario del recurso, ¿qué otras cuestiones debemos tener en cuenta para elegirlo? Aquí debemos resolver la siguiente duda ¿Qué queremos lograr de forma concreta? ¿Informar sobre estudios y profesiones, el autoconocimiento, la búsqueda de empleo, dar a conocer las opciones de movilidad internacional, fomentar la emprendeduría…?
Giulio Iannis explica en su entrevista que los documentos publicados por el Consejo de la Unión Europea sobre orientación, consideran como una prioridad la formación de capacidades de gestión de carrera, entendidas como las habilidades básicas para buscar, seleccionar, evaluar la información para planificar y gestionar la carrera y capacitación profesional. En este contexto, todos los recursos para la orientación deben facilitar estos procesos de aprendizaje y la auto-reflexión.
Así pues, si buscas recursos adecuados para la orientación académica, profesional y el autoconocimiento, te recomendamos que leas atentamente el artículo de Neus Bosch, orientadora de Educaweb, en el que analiza los recursos para orientar en el aula.
Por último, queremos destacar que no se trata sólo de resolver indecisiones o dificultades puntuales, sino también de ayudar a las personas a ser independientes y críticas en sus criterios de elección, a favorecer la toma de decisiones y a ayudarles a ser capaces, de forma autónoma, de crear un proyecto de vida, facilitándoles las herramientas necesarias para superar periodos de transición.