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Emprender hoy, progreso para mañana

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Neus Bosch, orientadora profesional de Educaweb; Gemma Latorre, responsable de proyectos de DEP Instituto
Hablar de emprendeduría implica hablar de iniciativa, de acción, de innovación o en otras palabras, de motor de cambio y progreso. A pesar que actualmente las iniciativas emprendedoras se están llevando a cabo también por colectivos con un amplio recorrido profesional que deciden redirigir su actividad, la emprendeduría siempre ha estado notablemente vinculada a los jóvenes.

Según el diccionario, una persona emprendedora es aquella que tiene iniciativa y coraje para emprender y llevar a cabo, con una gran actividad, las propias empresas, especialmente empresas difíciles, arriesgadas.

Tradicionalmente, la cultura emprendedora se ha entendido como la capacidad de identificar oportunidades de negocio, reunir los recursos necesarios y construir un proyecto empresarial. Aun así, en la actualidad, este concepto ha ampliado su alcance al tener en cuenta un conjunto de actitudes y valores como la flexibilidad, la iniciativa, la adaptación a los cambios, la asunción de riesgos, etc., estén o no vinculados a la creación de una empresa.

Es a partir de esta perspectiva cuando surge la necesidad de identificar cuáles son los aspectos, características, comportamientos, valores que definen a los emprendedores, con un doble objetivo:
  • Proveer, adecuadamente, de los recursos, instrumentos y la formación necesaria para desarrollar su actividad a aquellas personas que quieren constituir su propia empresa.
  • Fomentar el espíritu emprendedor entre los jóvenes que se están formando actualmente, o bien que están a punto de iniciar su carrera profesional por cuenta propia o ajena.
En este contexto se pone de relieve la importancia de promover acciones y programas para ayudar a identificar y desarrollar el espíritu emprendedor entre los más jóvenes. En este sentido, la Unión Europea ha considerado el fomento de la cultura emprendedora como la clave en el proceso de creación de empleo y en la mejora de la competitividad y el crecimiento económico.

Existen muchos ejemplos de programas de fomento de la emprenededuría que se han llevado a cabo en los últimos años. Entre otros podemos citar:
  •  "On a tous un as en nous", realizado en la región de Valonia (Bélgica), a través de la Agencia de Estimulación Económica, que tiene como objetivo integrar el fomento del espíritu emprendedor en las actividades escolares.
  • "Territorio 10", gestionado por la Red Extremeña de Desarrollo Rural (REDEX), para jóvenes de entre 16 y 35 años. Este proyecto está dirigido a fomentar la emprenededuría entre las personas jóvenes de las zonas rurales. Destaca el uso de las nuevas tecnologías que permite superar las dificultades tradicionales vinculadas al territorio menos urbano.
  •  "Music Hero, emprende tu reto", realizado por la Fundación Andalucía Emprende. Este proyecto destinado a jóvenes de entre 12 y 17 años, utiliza una herramienta pedagógicamente innovadora, atractiva y motivadora, con una temática, unos contenidos y un grafismo muy próximos al colectivo destinatario.
  •  "Cadena de formación de emprendedores", implementado por Valnalón en el Principado de Asturias. Se trata de un proyecto integral, con una larga trayectoria, destinado a estudiantes de todos los niveles educativos.
  • Finalmente, se quiere destacar una iniciativa que se enmarca dentro del programa de reactivación de la actividad económica de la capital catalana, Barcelona Crecimiento. Se trata del Proyecto pedagógico integral para la divulgación de la cultura emprendedora y los valores del trabajo entre los jóvenes de Barcelona "Emprender con valores", promovido por el Ayuntamiento de Barcelona (Barcelona Activa), el Consorci d'Educació de Barcelona, la Fundació Bcn Formació Professional y FemCAT y gestionado por Educaweb, con el apoyo de DEP Instituto.
Este programa, del que actualmente se está realizando la tercera edición, cuenta con un alto nivel de participación del sector educativo de la ciudad: más de 50 centros educativos, alrededor de 4.000 alumnos, 150 talleres presenciales en el aula, etc.

Las diferentes actividades que configuran el programa (talleres en el aula, visitas a empresas, conferencias y un concurso) están diseñadas para que el alumnado:
  • Viva, en primera persona, situaciones relacionadas con los valores del trabajo y el espíritu emprendedor a partir de técnicas de role playing, mediante el testimonio de profesionales con un marcado espíritu emprendedor, o bien, a través del contacto con el tejido empresarial de la ciudad.
  • Identifique los valores del trabajo necesarios para el desarrollo profesional de las personas.
  • Interiorice los valores del trabajo que configuran el espíritu emprendedor.
Para más información se puede visitar la web del programa www.emprendreambvalors.cat

El éxito de todas estas iniciativas recae en el hecho que los propios proyectos también son emprendedores. Si se quiere potenciar el espíritu emprendedor es necesario que la propia acción también lo sea. Así, se diseñan nuevas dinámicas que implican a los jóvenes y los hacen interactuar y reflexionar, se emplean nuevos instrumentos, se elaboran nuevos contenidos, etc. En definitiva, se puede afirmar que los propios promotores de estas iniciativas son emprendedores en el ámbito del fomento de la emprenededuría.

Al inicio de la actual crisis económica, la población europea se situaba veinte puntos porcentuales por detrás de Estados Unidos en cuanto a valoración positiva del espíritu emprendedor (entendido tradicionalmente), y España se situaba en el último lugar de los estados miembros, respecto a esta cuestión.

A pesar de que en Catalunya, hace muchos años que la emprenededuria ha sido valorada positivamente por la población, y especialmente, por el tejido empresarial y ha disfrutado de una cierta sensibilización desde los estamentos públicos; actualmente el país tiene un gran reto: en un contexto económico adverso, profundizar en el fomento de la cultura emprendedora entre los jóvenes que se incorporarán, en el futuro, a un mercado laboral dinámico y cambiante y donde hay que tener muy claros los valores propios para saber navegar hacia buen puerto.
 
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