Un año más, las cifras nos muestran unos índices de fracaso escolar demasiado elevados. Según datos de la Comisión Europea referentes al periodo de 2000 a 2009, un 31,2% del alumnado de entre 18 y 24 años ha abandonado los estudios. La tasa duplica el registro europeo y sitúa a España entre los países con peor resultado, junto a Portugal y Malta.Como ya hemos dicho en anteriores publicaciones, resulta evidente que las medidas que se apliquen destinadas a reducir el fracaso escolar no sólo deben centrarse en el ámbito del centro educativo. Son necesarios cambios en la administración pública, desde las familias, por parte de los centros y el profesorado y por parte del alumnado.
En este monográfico sobre fracaso y éxito escolar hemos querido centrarnos en las metodologías didácticas que favorecen el éxito en la escuela. ¿Qué diferencias existen entre el aprendizaje individualizado y el colaborativo? ¿Cómo sabemos qué estrategia es la más adecuada en el aula? Los expertos responden.
Estrategias para reducir el fracaso escolar
Encontrar la fórmula mágica para lograr que todo el alumnado alcance las competencias básicas que le corresponden por su edad es muy difícil. A menudo, la innovación en el aula se ve lastrada por una serie de factores ajenos al profesorado y en otras ocasiones, es el propio docente quien prefiere metodologías "estáticas". Como ya hemos visto en anteriores monográficos, el éxito escolar no sólo depende de la metodologías utilizadas en el aula, pero en este reportaje nos centraremos en las estrategias:
Aprendizaje personalizado
Según Enrique Martínez-Salanova Sánchez, en su artículo "Los principios metodológicos de la educación contemporánea", "la educación actual tiene en cuenta a cada individuo como persona con características diferentes a los demás. Todos somos diferentes, en lo físico y en lo psíquico, y por lo tanto nuestra forma de aprender tiene formas distintas de realizarse.
Desde este punto de vista la enseñanza, sobre todo la didáctica, debe estructurarse en función de las características individuales de cada alumno, teniendo en cuenta los intereses y motivaciones personales, los procesos individuales de aprendizaje y el seguimiento continuo e individualizado de cada alumno."
En este sentido, existen actividades que se pueden realizar en el aula y que permiten favorecer el aprendizaje individualizado, como por ejemplo el plan de choque para reducir el fracaso escolar y mejorar el éxito académico que ha diseñado la Generalitat de Catalunya. Se trata de un Plan de Apoyo Personalizado (SEP), que consiste en un recurso de mejora, cuya finalidad es dar respuesta a las necesidades individuales de aprendizaje de cada alumno a través del refuerzo (en el aula o en horario no lectivo).
De todas formas, favorecer el aprendizaje personalizado y potenciar las características individuales de cada alumno no es fácil en el contexto académico actual. Para fomentar el aprendizaje individual es necesario disponer de un ambiente flexible, amigable y que tenga en cuenta conceptos de adaptación. (Sinitsa. "Learning Individually: a Life-Long Perspectiva Introduction to the Special Issue". Educational Technology & Society).
Además, existen voces críticas con el aprendizaje individualizado. Se trata de profesionales que abogan por el aprendizaje colaborativo o cooperativo, pues consideran que el aprendizaje individualizado se centra en las posibilidades personales y puede provocar que avancen los estudiantes mejor capacitados.
Aprendizaje cooperativo y colaborativo
El aprendizaje colaborativo es "un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo" (Johnson y Johnson, 1998). Para realizar este tipo de enseñanza es necesario diseñar actividades grupales, acciones para las cuales es necesaria la ayuda entre estudiantes. De esta forma, cada alumno contribuye en la mejora de su propio aprendizaje y también en el de los demás, generando una interacción positiva.
Los expertos señalan que el aprendizaje colaborativo promueve la construcción del conocimiento activando el pensamiento individual, buscando formas de investigar y trabajando valores de forma transversal como por ejemplo la cooperación, la responsabilidad, la comunicación, el trabajo en equipo, etc.
¿Cómo se puede favorecer el éxito educativo a través del aprendizaje colaborativo? Para Anastasio Ovejero Bernal, catedrático de Psicología Social de la Universidad de Valladolid, la implementación de técnicas de aprendizaje colaborativo son sobradamente eficaces para mejorar la motivación intrínseca, la autoestima y el funcionamiento de las capacidades intelectuales, aumentando particularmente las capacidades críticas y la calidad del procesamiento cognitivo de la información, hechos que reflejan una substancial mejora del rendimiento académico y una consecuente disminución del fracaso escolar. Además, las técnicas de aprendizaje cooperativo han demostrado ser eficaces en la resolución de problemas relacionados con la integración escolar y social.
Según el mismo autor, el contexto cooperativo, comparado con el competitivo e individualista, mejora substancialmente las actitudes positivas y favorece una mayor interacción interpersonal.
Viendo todo esto, ¿qué pueden hacer los profesionales en el aula? En primer lugar, recordar que la implementación de estas metodologías no es la panacea que resolverá los problemas de fracaso escolar. Llevar a cabo actividades de aprendizaje colaborativo o fomentar el aprendizaje individualizado a través del refuerzo específico no garantiza el éxito. El contexto académico está influenciado por muchas variables como quién utiliza dichas técnicas, cómo son utilizadas y en qué contexto.
En segundo lugar, es fundamental documentarse y estar al día de todas las técnicas e innovaciones que pueden aplicarse en clase, pero también es básico conocer al alumnado, ser consciente de los recursos disponibles y tener presentes las limitaciones y posibilidades del centro y de uno mismo. La metodología debe adaptarse a las características del entorno educativo, no al contrario. Por mucho que queramos, si no podemos llevar a cabo refuerzo individualizado o actividades grupales no se puede forzar la situación.
Y por último, es necesario recordar que el éxito y fracaso escolar dependen de muchas variables. La prevención del fracaso escolar es responsabilidad de todos los agentes implicados en la educación. Para lograr reducir estos elevados porcentajes son necesarias acciones a todos los niveles educativos, que tengan en cuenta los factores que causan el abandono de los estudios y una mayor inversión.
Webgrafía:
Martínez-Salanova Sánchez, E."Los principios metodológicos de la educación contemporánea". Publicación de la Universidad de Huelva.
http://www.uhu.es/cine.educacion/didactica/0033principios.htm
Ovejero Bernal, A. (1995) Aprendizaje cooperativo: una eficaz aportación de la psicología social a la escuela del siglo XXI. Revista Psicothema. Vol. 5, Suplem.1, pp. 373-391 http://www.psicothema.com/psicothema.asp?id=1149
Definición de aprendizaje colaborativo: http://es.wikibooks.org/wiki/Aprendizaje_colaborativo/Definici%C3%B3n
