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Las comunidades autónomas que centran su negocio en la industria tienen mejores resultados educativos que las que se basan en la construcción
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Un informe de la Fundación BBVA e IVIE analiza qué relación existe entre el rendimiento educativo, el crecimiento económico y el mercado de trabajo
Si se comparan los resultados del sistema educativo en cuanto a rendimiento, equidad y calidad en las comunidades autónomas españolas se observa que existe una gran diversidad de resultados, aunque todas están por debajo de la media de la OCDE.
Algunas obtienen buenos resultados en términos de rendimiento (Castilla y León, Comunidad de Madrid, Catalunya y La Rioja) y otras cuando se analiza la equidad (Galicia, País Vasco y Catalunya, entre otras). Los expertos señalan que las comunidades con mejores resultados en rendimiento se encuentran entre las que logran mayores niveles de equidad, mientras que no existe una correlación clara entre desarrollo económico y desarrollo educativo.
Sin embargo, las diferencias entre comunidades en cuanto al rendimiento llegan a casi 20 puntos (como es el caso de los 84 de Ceuta y Melilla y los 102 de Madrid o Castilla y León) y superan los 80 si se miden criterios como la calidad (en Ceuta y Melilla se obtiene 10 puntos mientras que en Castilla y León se alcanzan los 87). Antonio Villar, catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide e investigador del Ivie, considera que estos resultados se explican, en parte, debido a la estructura productiva de las comunidades autónomas, pues los estudiantes se crean sus expectativas futuras de empleo en función del mercado laboral de su región. Esto explicaría el hecho de que en Madrid, Castilla y León o Catalunya, el índice de desarrollo educativo sea mayor que en Murcia, Baleares o Canarias.
Sin embargo, del estudio se desprende que ni la riqueza de las regiones ni los niveles de gasto público o privado que se destina a la educación resultan significativos a la hora de explicar estas diferencias. De hecho, entre otros posibles factores, el informe analiza la relación entre nivel socioeconómico y resultados académicos y observa que se trata de una relación "positiva" pero "relativamente débil" y variable.
En este contexto, el informe se aventura a apuntar que el número de repetidores del Estado disminuye la media de los resultados educativos en PISA; que el nivel educativo y ocupacional de los padres así como las posesiones educativas en el hogar (como el número de libros), influyen positivamente en los resultados; y que el hecho de que la escuela sea pública o privada no es significativo para explicar las diferencias de rendimiento.
Por último, Villar ha señalado que los resultados educativos tienen consecuencias sobre el desarrollo, la generación de riqueza y de empleo en una comunidad y en el país en su conjunto y, precisamente, ha indicado que las regiones con un mayor rendimiento educativo muestran una mayor capacidad de resistir a la crisis.
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