Como profesor he trabajado en varios centros y en muchos de ellos he podido constatar que existen muchos defectos en el diseño de los mecanismos de comunicación interna.Sin centrarme en los medios bajo los que se lleva a cabo la comunicación interna, que son de lo más variopinto y arcaico en algunos casos, cabe señalar que una parte importante de los equipos directivos de los centros no tiene formación en comunicación interna o en comunicación, en general. Gestionar la comunicación tiene tanta importancia que si partimos de la hipótesis de una ausencia total de comunicación, la labor de un docente es simplemente imposible.
Gestionar los sucesos de un centro y cómo se deben comunicar es una de las asignaturas pendientes en la mayoría de los centros, y esta carencia genera estrés en el profesorado porque al final las carencias de información formal buscan el atajo de la comunicación informal. Eso genera agendas ocultas, pérdidas de información y conflictos latentes.
La comunicación interna tiene un fin muy concreto, que se puede explicar metafóricamente, servir de "lubricante" para el "motor" de la actividad ordinaria de un centro. Si ese flujo comunicativo no llega a todos y cada uno de los elementos del centro se producirá una anomalía que acabará reduciendo el rendimiento del profesorado y que en casos extremos puede llevar a situaciones de colapso del centro que acaban afectando directamente al docente generando una situación de carga mental, desmotivación, insatisfacción o frustración, que puede trasladarse de forma individual en dolencias concretas como estrés, depresión o síndrome de "burnout".
En Secundaria es muy común encontrarse con profesores y profesoras que se encuentran inmersos en un estado de ansiedad, debido a la carga horaria excesiva que en los tiempos que corren están sufriendo, si a ese factor desestabilizador unimos el hecho de tener conflictos con sus superiores o con compañeros por no tener una política comunicativa eficiente, sabiendo que esos conflictos podrían resolverse con una reunión y una estrategia resolutiva del conflicto por parte del equipo directivo, nos adentramos en un factor de riesgo psicosocial enorme que puede hacer que el clima laboral de un centro educativo sea similar al de una atmósfera viciada donde respirar se hace insoportable.
Los equipos directivos tienen muchas funciones y responsabilidades asignadas hoy en día, y debido a esta situación, sus miembros deciden, en algunos casos, escudarse al respecto de la mala comunicación interna, en una lógica sobrecarga de tareas y tratan de delegar estas funciones en otros agentes del centro, como son jefes de departamentos didácticos o personal auxiliar de servicios.
Pero la comunicación debe circular siempre desde el origen hasta el último nodo, y si partimos de la base de una dirección poco implicada en el proceso de comunicación porque no es consciente de la importancia que tiene la misma, o simplemente porque no tiene las herramientas ni los conocimientos para enfocar una política de comunicación interna, estaremos dando por hecho que del 100% de información relevante de un centro, se queda en el despacho del director/a un 40%. Esta es una proporción que genera agendas ocultas y luchas de poder al respecto de la información relevante.
Establecer un plan de comunicación interna es fundamental para evitar situaciones en las que el profesorado pueda sentirse desvalido o sin motivación, ya que una buena comunicación que invite al debate y a la participación, generará un ambiente laboral idóneo donde los problemas externos al grupo se podrán solventar con diversidad de puntos de vista y con coraje y apoyo de todos, ya que todos conocen las situaciones problemáticas.
Son muchos los docentes que debido a su formación más teórica o centrada en una serie de habilidades carecen de habilidades sociales para afrontar problemas coyunturales como desacatos a su autoridad, conflictos interpersonales con otros compañeros, conflictos de poder o acoso laboral.
Estaremos de acuerdo en señalar que en aquellas organizaciones donde fluye la comunicación, hay transparencia en la gestión y hay una cultura organizativa definida estos individuos pueden desempeñar mejor su labor ya que ante el primer conflicto que tengan, al existir puentes de comunicación, podrán conseguir el consejo, apoyo o información necesaria para enfrentarse a la dificultad.
Hoy en día es fundamental establecer una política de comunicación interna en los centros de enseñanza mediante planes de comunicación interna, bajo el asesoramiento de profesionales cualificados en la materia, que ayuden a mejorar esta laguna.
