¿Es necesario introducir un examen oral de idioma extranjero en la selectividad? ¿Por qué?Si el principal objetivo es comunicarse, entonces se debe dar importancia tanto a la parte escrita como a la parte oral. En la mayoría de sistemas educativos, los exámenes juegan un papel importante y la clase debe dedicarse indudablemente a la preparación del examen, esto significa que si la Selectividad no incluye una evaluación oral, lógicamente se dará menos importancia a este aspecto en la preparación del examen.
Esta realidad nos da un claro mensaje de que la expresión oral parece ser menos importante que otras áreas de la enseñanza de un idioma y sin duda no ayuda a que los estudiantes desarrollen sus habilidades plenamente para el mundo laboral.
¿Qué consejos le daría a un alumno para que se prepare para este tipo de prueba?
Prepararse para un examen oral es más complicado, que por ejemplo, repasar la gramática, ya que necesita dos o más personas, aunque puede hacerse en clase o fuera de la clase. En clase, depende mucho de la autodisciplina de los alumnos para aprovechar cada oportunidad para hablar inglés y también del profesor, propiciando situaciones para que los alumnos se sientan motivados a hablar. Fuera de la clase, pueden buscar un "intercambio", o hablar con amigos y practicando "listenings" lo más frecuentemente que puedan. De este modo están más en contacto con el idioma de forma oral. Los medios más comunes y prácticos serían ver películas/DVDs en inglés, escuchar música, libros con audio – cuantos más recursos se utilicen más se ampliaran los conocimientos para un mejor rendimiento oral.
¿Qué aspectos deben evaluarse?
De la misma forma que prepararse para un examen oral es complicado, también lo es su evaluación. Dicha evaluación ha de ser objetiva y los examinadores deben seguir unas mismas normas de criterio para poder evaluar cada nivel. Esto incluye una formación inicial y posteriores reuniones de normalización entre los examinadores orales para asegurarse que las condiciones son las mismas para todos los candidatos. Los exámenes orales cubren una amplia gama de habilidades que incluyen la fluidez, precisión, pronunciación, vocabulario, inteligibilidad y seguir las convenciones de una conversación, por ejemplo, saber escuchar a los demás y saber cuando uno puede interrumpir. Los examinadores orales han de ser capaces de evaluar cada habilidad.
Cualquier examen que da una buena indicación del nivel general de un estudiante incluirá todos los aspectos del aprendizaje de un idioma. El examen debería también indicar los puntos fuertes y los puntos débiles para que los estudiantes puedan conocer los aspectos que necesitan reforzar en el futuro.
Los profesores necesitan ayudar a los estudiantes a ser más conscientes de lo que implica aprender un idioma y a ser más autónomos en su aprendizaje. Es un proceso compartido.
Actualmente, el nivel general de inglés está mejorando por lo que está sucediendo algo positivo y con más escuelas y universidades impartiendo materias en inglés, las cosas sólo pueden seguir mejorando.
