La utilidad de las prácticas en la formación profesional es incuestionable. Las prácticas laborales son el primer contacto entre el alumnado y el mercado laboral, el encuentro que permitirá que los estudiantes adquieran las competencias necesarias para enfrentarse a los problemas reales de su profesión. Las prácticas adecuadas son las que vinculan los conocimientos teóricos impartidos en el aula, con el mercado laboral y las necesidades de las empresas.En este monográfico sobre Formación Profesional nos hemos centrado en la formación en alternancia, un sistema que aplican países como Alemania y Francia y que promueve la interacción entre la formación y la empresa, favoreciendo la participación activa y el aprendizaje en el lugar de trabajo. ¿Cuál es la situación de la formación en alternancia en nuestro país? ¿Debería aplicarse este sistema a la formación profesional? ¿Cómo son las experiencias piloto que se llevan a cabo? Los expertos opinan sobre el tema. ¡No te lo pierdas!
¿En qué consiste el modelo de formación en alternancia?
Básicamente, podemos definir la formación en alternancia como una metodología didáctica que combina periodos de tiempo en un centro formativo con estancias remuneradas en una empresa, desempeñando un puesto de trabajo. La finalidad de esta iniciativa es lograr la acreditación de la formación adaptada a la práctica concreta de un ámbito profesional.
Este tipo de aprendizaje facilita que la formación esté estrechamente relacionada con la actividad que desarrolla el alumnado en sus prácticas. Para Ana Cruz, directora del Centro Profesional Europeo de Madrid de la Universidad Europea de Madrid, uno de los objetivos de la formación en alternancia es conseguir que las empresas participen activamente en la educación teórica y práctica. Así, la compañía puede formar desde aprendices a técnicos superiores, de acuerdo a sus propias necesidades, teniendo en cuenta sus particularidades y métodos de trabajo.
Desde el punto de vista del estudiante, este sistema le permite aprender mientras se integra en el sistema laboral, especializándose en una profesión concreta y en un puesto de trabajo y empresa específicos.
Si se analizan los objetivos más concretos se puede destacar que la formación en alternancia persigue1:
1.- Orientar profesionalmente: la práctica en un puesto concreto de trabajo realizando las tareas que se desempeñarán en un futuro puede contribuir a consolidar el camino elegido o descubrir que no es lo que se buscaba.
2.- Cualificar técnica y socialmente: contextualiza la teoría adquirida y favorece la incorporación de competencias básicas y específicas.
3.- Integrar en el mercado laboral: Es difícil que un centro educativo recree todas las condiciones que se dan en un centro de trabajo y las mismas herramientas y tecnologías. Por eso, la formación en alternancia muestra mejor los requerimientos empresariales reales.
2.- Cualificar técnica y socialmente: contextualiza la teoría adquirida y favorece la incorporación de competencias básicas y específicas.
3.- Integrar en el mercado laboral: Es difícil que un centro educativo recree todas las condiciones que se dan en un centro de trabajo y las mismas herramientas y tecnologías. Por eso, la formación en alternancia muestra mejor los requerimientos empresariales reales.
Ventajas y desventajas de la formación en alternancia
Los expertos coinciden en afirmar que las ventajas de la formación en alternancia superan a los inconvenientes. María Luisa Rodríguez Moreno, catedrática emérita de Orientación Vocacional y Formación Profesional de la Universitat de Barcelona, destaca entre las virtudes más significativas las metodológicas y las motivacionales. Desde su punto de vista, alternando teoría y práctica el profesorado puede combinar equilibradamente los aspectos cognitivos con los aplicados, de modo que el tiempo dedicado a la práctica no se quede como para el final de la enseñanza.
Si nos centramos en la perspectiva del alumnado, Àngel Tarriño, Investigador de la Fundació BCN Formació Professional, afirma que con la formación en alternancia se asegura que la educación se desarrolla en las mismas condiciones en las que el alumno tendrá que ejercer la profesión. En este contexto formativo, el estudiante podrá responder satisfactoriamente a las necesidades cambiantes de la actividad empresarial, fomentando su independencia personal y la responsabilidad en el puesto de trabajo. Además, este tipo de contrato permite al alumnado dotar de significado sus estudios comprobando su utilidad en el mercado de trabajo
Teresa Casanovas, presidenta del Consell Català de Formació Professional, considera que hay dos ventajas principales en la formación profesional en alternancia: por un lado, el alumnado incrementa el tiempo dedicado a las prácticas en los entornos reales de trabajo, mejorando su preparación específica e iniciando la toma de contacto con los futuros empleadores, por el otro, el sistema puede ser generalizable en el entramado empresarial, ya que no exige a las compañías el nivel de compromiso de un modelo dual, que en algunos casos quizás no es asumible.
En cuanto a las desventajas, las dificultades en cuanto a la gestión y organización de los planes se postulan como principales escollos. El hecho de coordinar empresa, centro formativo, organizaciones sindicales, etc. además de administración pública, requiere una flexibilidad que no es fácil de obtener en el sistema educativo actual. Además, todavía no existen suficientes mecanismos de evaluación de resultados que puedan valorar la eficacia de las instituciones implicadas, el trabajo continuo del alumnado y el resultado obtenido.
Ana cruz, en su artículo, va más allá y apunta a dificultades concretas, como el tema de la remuneración. Actualmente, el Gobierno español subvenciona a las empresas para que acepten estudiantes de FP, que se incorporan una vez finalizada su formación teórica y sin coste para las organizaciones. Con la formación en alternancia, el alumnado se incorpora sin formación previa y la empresa debe hacer frente a la remuneración, por tanto, la coyuntura económica puede dificultar que las compañías accedan a pagar estos costes.
Así pues, a partir de los artículos recopilados en este monográfico podemos concluir que la formación en alternancia permite que el alumnado acredite sus competencias desempeñando el trabajo para el cual se está formando, en un entorno laboral y formativo adecuado. Pero, para garantizar el éxito del proceso es necesaria una mejor coordinación entre todos los agentes implicados y por supuesto, la inversión por parte de empresas y administraciones.
Notas al pie:
1.- Artículo "Jóvenes, trabajo y formación en alternancia" de Emilio Palacios, en su blog "Envejezco aprendiendo".
Bibliografía:
Casanovas, Teresa (2012): Alternancia y dual, dos sistemas para una nueva FP. Monográfico de Formación Profesional. Educaweb
Cruz, Ana (2012): Recuperando la competitividad de nuestra sociedad a través de la Formación Profesional. Monográfico de Formación Profesional. Educaweb
Rodríguez Moreno, María Luisa (2012): ¿Somos europeos? Monográfico de Formación Profesional. Educaweb
Tarriño, Àngel (2012): És aplicable un sistema Dual d'FP al nostre context? Monográfico de Formación Profesional. Educaweb
