Habituada a chicos de mayor edad, preparar la charla para personas de 14 años no me resultó fácil. Lo primero que hice fue pensar en las preocupaciones que se pueden tener a los 14 años, y curiosamente, creo que la elección de carrera no está entre las primeras de la lista. Pero bueno, en un par de años iría escalando posiciones, así que pasé a comentarles cómo creía que se podían sentir.
Siempre habrá un pequeño porcentaje que tenga una fuerte vocación ya definida: médicos, arquitectos… pero la gran mayoría carecen de vocación cuando tienen que tomar la decisión de qué estudiar. Con lo cual, el estado en el que están suele ser de confusión, confusión por varios motivos, de los que destaco los siguientes:
- Desconocen en qué consisten gran parte de las carreras universitarias: Seguramente han tenido charlas, pero no siempre les queda claro, o no atienden, o no es el momento… ¿Para qué sirve un grado en ADE o en Marketing? A ello se une la gran oferta formativa existente: grados de casi todo, dobles grado…. Este elegir algo que realmente no sé lo que es hasta que lo estoy estudiando hace que tras un primer año universitario su nivel de interés y de satisfacción disminuya.
- Les influye lo que se lleva: las carreras de moda. Por ejemplo, en Badajoz, Comunicación Audiovisual ahora mismo es lo que domina. O cuando yo estudié la carrera, la mayoría nos veíamos influidos por líderes mediáticos, como un gran banquero que luego acabó en la cárcel o un magistrado que actualmente está siendo juzgado…
- No sin mis amigos: Hago lo mismo que mis amigos, no quiero separarme de ellos. Hasta ahora, han continuado con sus amigos del "cole"/ "instituto", sin embargo, la carrera es una nueva etapa en su vida. Muchos no quieren separarse de este entorno que les protege y buscan continuar con él.
1. Piensa en qué eres bueno o en qué lo puedes ser.
2. Piensa qué te gusta
3. Piensa en qué puede tener salidas.
Hagamos un mix con las tres (romanticismo y pragmatismo) y tomemos decisiones:
Piensa en qué eres bueno o en qué lo puedes ser. Elegir aquello que permita que seamos excelentes profesionales: hagamos una lista de aquello que hago bien, y me refiero a todo, no sólo a lo relacionado con nuestras habilidades de estudiante: desde organizar, las relaciones personales, convencer a los demás… Lo combinamos con lo que nos gusta, ya que vamos a dedicar una gran parte de nuestra vida a ello, y por último, hacemos un ejercicio de visualización del futuro, lo cual se me antoja más complicado tal y como está el panorama hoy en día, pero aún así, intentemos ver qué se puede demandar a nivel profesional.
¿Qué sucede si tras un primer año descubrimos que la carrera no es lo que buscamos? Hay que ser valiente y tomar decisiones: cambia. En ITAE, este año tenemos una alumna que tras varios años en Medicina con buenas notas, ha decidido que lo que le gusta es la empresa. Ha tomado su decisión, no ha sido fácil pero ha merecido la pena.
Estos pasos no nos aseguran ni el éxito ni el trabajo, pero es un buen comienzo. En ITAE trabajamos con muchos alumnos y sabemos que la elección de la carrera es difícil, porque además de la carrera en sí, también hay que elegir dónde estudiarlo y es tan importante como la carrera, ya que cada Universidad, o cada Escuela de Negocios tiene su modelo, que hay que conocer.
En ITAE optamos por una personalización de la formación: coach al alumno, que le permita desarrollar todo su potencial desde su primer año y convertirse en el excelente profesional que todos llevamos dentro.
Creo que la elección de la carrera es importante, influye en nuestra trayectoria profesional, pero estoy absolutamente convencida que no la determina. Siempre, al finalizar una carrera puedes hacer un máster que te especialice o te encamine hacia tu futuro.
Para finalizar, os dejo una frase de un gran libro para adultos: Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carrol:
"¿Me podía indicar, por favor, hacía dónde debo dirigirme desde aquí?" preguntó Alicia. "Eso depende en gran parte de a dónde quieras llegar", dijo el gato. "No me importa demasiado a dónde", respondió Alicia. "Entonces, da igual hacia dónde te dirijas", dijo el gato.
Mucha suerte y ánimo.