Por otra parte, si bien las investigaciones que abordan la relación entre TIC y rendimiento escolar no han proporcionado conclusiones definitorias respecto del aporte de las TIC en el aprendizaje, sí se ha podido evidenciar que la frecuencia de uso de TIC afecta positivamente el rendimiento, tanto en estudiantes como en docentes. Es decir, estudiantes cuyos profesores incorporan recursos tecnológicos, tanto de software como provenientes de la Web en distintas actividades destinadas al aprendizaje, rinden significativamente más. Luego, el impacto de las TIC en la educación se refleja en cambios tangibles tanto en el rol de los docentes como en el de los alumnos. Al modelo basado en la metodología controlada por parte del profesor y en la transmisión directa a los estudiantes, que se comportan como simples receptores, surge un nuevo modelo bajo un paradigma pedagógico en el cual docentes y estudiantes interactúan en un entorno más innovador y donde las metodologías se centran en el estudiante, partícipe activo en el proceso de aprendizaje.
Internet y la web social, junto a entornos de aprendizaje colaborativo, como aulas virtuales, redes, blogs, wiki, son recursos tecnológicos que sin dudas han modificado las relaciones y potenciado el aprendizaje como actividad social. Este nuevo escenario ha venido evolucionando en los últimos años, influenciando en los hábitos de estudiantes y docentes, pero, ¿cuál es el verdadero aporte al proceso de aprendizaje?
Es importante tener en cuenta que la noción de trabajo colaborativo no es nueva, pero ha reaparecido como alternativa para atender problemas de bajo rendimiento de estudiantes, motivación, y sobre todo por la presencia de herramientas tecnológicas accesibles desde la Web, que facilitan el intercambio y la construcción de nuevos espacios y comunidades de aprendizaje, en el marco de una sociedad del conocimiento donde lo cognitivo está estrechamente vinculado a la importancia de fortalecer las posibilidades cognitivas y metacognitivas de los estudiantes.
La tecnología en el ámbito específico de la colaboración, tiene aún importantes aportes que realizar, en particular, en lo que "respecta a la construcción de entornos de aprendizaje que propician la comunicación entre personas que están en tiempos y espacios físicos distintos….".
El desarrolla de una actividad en colaboración es una de las maneras que permite el trabajo en conjunto para la realización de una tarea en común, con el aporte de las experticias de sus integrantes. Pero hay que tener en cuenta que, "…dar el paso desde lo competitivo e individual a lo colaborativo y social requiere de un aprendizaje que se puede estimular a edades muy tempranas".
Las experiencias de aprendizaje en entornos virtuales favorecen el trabajo colaborativo, y en particular, permiten al estudiante desarrollar habilidades más autónomas acorde a los tiempos y situaciones personales. Esto, articulado con la actividad presencial, se convierte en una propuesta efectiva en la contribución al proceso de aprendizaje que muchas instituciones educativas están desarrollando como propuesta formativa para una educación del siglo XXI.
Sin embargo, a pesar de haber avanzado con celeridad en la facilitación del acceso a las TIC, el impacto real del uso específico en el desarrollo de procesos de enseñanza y aprendizaje no se ha mostrado tan evidente, y no solo debido a diferencias generacionales entre docentes y estudiantes, sino también a una brecha que podemos llamar "de aprendizaje" que deviene de un cambio cultural pero sobre todo de actitud en estos dos colectivo.
Entonces, surgen los siguientes interrogantes:
- ¿Se está desarrollando un trabajo pedagógico adecuado en estos entornos mediados por TIC?
- ¿Qué factores resultan potenciadores para el desarrollo de un aprendizaje colaborativo en el aula con apoyo de TIC? ¿Cuáles resultan obstaculizadores?
- ¿Qué tipo de profesores se necesitan para llevar adelante prácticas de enseñanza combinando virtualidad con presencialidad?
Por otra parte, es requisito también contar con el apoyo y el compromiso institucional: es fundamental que la institución procure que la tecnología no se transforme en un "obstáculo", y propicie espacios y ambientes adecuados que alberguen los recursos tecnológicos y disponibles para su uso en los tiempos en que tanto docentes como estudiantes los necesiten.
Dentro del gran paraguas que compete al campo de la TIC, profesores y estudiantes son usuarios activos de la Red, pero aún no han logrado incorporar estos espacios como potenciales comunidades virtuales de intercambio y creación de conocimiento: el acceso a Internet está generalizado en el ámbito educativo, pero aún falta avanzar en la transformación de un modelo educativo, como así también en el compromiso, tanto de alumnos como de docentes de "aprender para aprender" a lo largo de toda la vida.
Referencias:
Sáez Álvarez, C. Consideraciones en la implementación de aprendizaje colaborativo en el aula con apoyo de tecnología de la información y la comunicación. Interacciónes Educativas, Número 2, Edición 2010.