Vivimos momentos difíciles. Las empresas luchan por superar la mayor crisis económica desde 1929. La sociedad vive en la incertidumbre, conteniendo el gasto por la merma considerable de ingresos familiares, y esperando cambios que llegan de forma muy lenta. El medio ambiente sufre constantes embates que alertan sobre la necesidad de protección y sensibilización hacia un tema que hasta hace poco no estaba en la agenda internacional. Los analistas hablan de crisis ética, crisis de valores, crisis de honestidad y señalan la creatividad como única solución posible.
Nunca antes ha sido más pertinente desarrollar la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Nunca ha sido tan necesaria y oportuna. Pero ¿qué entendemos por RSE? Podemos decir que la RSE es el conjunto de acciones voluntarias de carácter estratégico que realiza una empresa en su gestión interna, con la sociedad y con el medioambiente, derivadas de su comportamiento ético y responsable.
Las razones que esgrime la empresa para ser responsable son de diferente índole. En el pasado era común emprender acciones RSE por filantropía. En la actualidad son ya pocas las empresas que actúan así. Hoy, la empresa ha descubierto el valor añadido que le aporta actuar en RSE. No obstante, algunas empresas desarrollan políticas puntuales y esporádicas de RSE para proyectar una imagen positiva pero no realizan una gestión estratégica, a largo plazo, e integral de la RSE.
Se percibe cierto contagio entre las organizaciones acerca del tipo y carácter de las acciones RSE. El mejor argumento que encuentran las empresas para apostar por la RSE es la tangibilización de sus esfuerzos.
En ese sentido parece ineludible investigar la medición del retorno de la inversión (ROI) y del retorno de las expectativas (ROE). Cada organización genera una expectativa en sus públicos y es prioritario conocer en qué consiste dicha expectativa y qué herramientas existen para cuantificarla.
El reto de futuro de la RSE es la investigación sobre sus resultados.
Para realizar una correcta medición de resultados es imprescindible que la empresa implante modelos de gestión responsable.
En ese sentido, es interesante destacar el modelo de gestión que propone Ogalla Segura , publicado por el Foro para la evaluación de la gestión ética (Forética).
El sistema de gestión que propone Ogalla Segura combina el gobierno de la empresa con la orientación a las partes interesadas. La comunicación se impone como la herramienta que consigue alcanzar la ventaja competitiva que justifica el sistema y consigue la reputación empresarial que diferencia a la empresa de sus competidoras. Considero que es una explicación detallada, completa, instructiva y factible de la gestión RSE.
El objetivo final trata de conciliar la estrategia corporativa con la operativa sin olvidar los flujos de información con las partes interesadas para conseguir una Gestión sostenible basada en la ética". El sistema está sustentado por dos áreas:
- Los elementos fundamentales y esenciales:
Misión (la necesidad social que satisface la actividad de la empresa); Visión (¿qué desea crear la empresa a futuro?); Valores (comportamientos que desarrolla la organización; fundamentan la cultura y política empresariales y posibilitan el desarrollo sostenible); Liderazgo (modelos que refuerzan a las personas de la organización); Gestión del cambio-Innovación (adaptación al cambio en el proceso, producto, tecnología y cultura empresarial); Política y estrategia: El Plan estratégico de la organización.
- Las relaciones con las partes interesadas.
La orientación hacia los públicos, las partes interesadas, tiene una serie de implicaciones claras –siempre beneficiosas- en la gestión empresarial, entre ellas: identificar expectativas, establecer relaciones de comunicaciones estrechas y fluidas y gestionar la información que generan esas relaciones a través de la investigación aplicada.
La implementación del sistema integrado de gestión ética y socialmente responsable comienza con una actitud en la empresa que manifieste el interés por la RSE, continua con un análisis exhaustivo de la situación del que se deriva un plan estratégico de trabajo que, a su vez, permitirá calendarizar acciones y procesos. Garantizando la implementación del Plan que finalizará, en todo caso, con un seguimiento, evaluación y retroalimentación del sistema. Lo más importante es que el planteamiento dispone de un sistema de gestión dinámico, adaptativo y retroalimentado y, por todo ello, sostenible.
En definitiva, Ogalla Segura ratifica que existe un procedimiento factible que permite evaluar de forma integral la gestión RSE e implementarla en cualquier organización y que garantiza contemplar todos los elementos importantes imprescindibles para asegurar una orientación RSE clara y realista.
La formación de estudiantes en RSE es clave para asegurar un futuro sostenible. Las universidades deben realizar ese esfuerzo de forma decidida. Mientras que la formación en gestión ética empresarial no se considere una materia transversal, la formación en posgrado es la más adecuada para estos temas.
Los estudiantes egresados de títulos de máster que contemplen la RSE estarán especialmente capacitados para investigar, evaluar, asesorar, diseñar planes de actuación e intervención, auditar y evaluar/medir la actuación organizacional en RS.
Cualquier plan de estudios que integre la RSE debería contemplar las siguientes dimensiones básicas:
Dimensión conceptual:
- ¿Cuál es la fundamentación ética de la RSE? ¿Cuál es el papel de las organizaciones en la sociedad?
- ¿Cuál es el concepto de RSE? ¿Cómo encaja con la cultura, misión y valores de la organización? ¿Qué modelos existen?
Dimensión instrumental:
- ¿Qué estrategias RSE existen en las organizaciones?
- ¿En qué consiste el modelo de gestión RSE?
- ¿Cuáles son las modalidades e instrumentos de la RSE?
- ¿Qué sistemas de evaluación e indicadores existen? Fortalezas y debilidades.
Dimensión aplicada:
-¿Qué casos empresariales son referentes?
-¿Cuál es la estructura de un caso RSE? ¿Cómo se puede investigar y analizar un caso RSE?
Retroalimentación del sistema.
Es necesario invitar a la reflexión sobre RSE en el seno de las universidades y aprovechar la nueva situación que proporciona el EEES para introducir esta materia en los nuevos planes de estudios.
El reto supone trabajar por un futuro más sostenible que incluya y prime a los gestores socialmente responsables.
Referencias:
Ogalla Segura, Francisco (2006): La integración de la Responsabilidad Social en el sistema de gestión de la empresa. Madrid: Foro para la evaluación de la gestión ética (FORETICA)
