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La educación en la sociedad digital

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Carlos J. Molina López. Profesor de Matemáticas en el IES Bahía de Almería
Las nuevas tecnologías han invadido todos los espacios y escenarios de nuestra actual sociedad y por tanto, el alumnado que la forma, se han forjado culturalmente con todas estas nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Como consecuencia este alumnado que nos llega a las aulas tiene unas características culturales bien diferenciadas de lo que fueron las nuestras, y de nuestra experiencia como escolares, por lo que algo, en principio, parece claro, no podemos seguir enseñando con los mismos métodos, ni con los mismos materiales, ni con las mismas formas empleada hace diez, quince o veinte años atrás. La sociedad del siglo XXI es una sociedad digital y en consecuencia la escuela tiene que asumir e incorporar esa tecnología digital en su práctica educativa diaria.

Para plantearse cómo debería ser un centro educativo del siglo XXI lo primero que habría que ver es cómo es, y hacia dónde va encaminada la sociedad del siglo XXI. Pues bien, esta sociedad se caracteriza por la hegemonía y la predominancia de la tecnología digital. Sin embargo, las aulas de esta sociedad  hay que ubicarlas en un contexto de recesión económica, de grandes recortes económicos, lo que va a llevar a tener menos inversiones no sólo en las posibles instalaciones de tecnologías en las aulas sino también en la contratación de nuevo profesorado, junto con el hecho de que se va a disminuir el número de sustituciones y se va a incrementar el número de horas de docencia a impartir. Por lo tanto hablar a corto y medio plazo de la futura educación es un poco complicado.

La eclosión de las nuevas tecnologías digitales ha cambiado el modo en que producimos y consumimos cultura. Hemos pasado de un tipo de cultura, de conocimiento, que podemos caracterizar como estable, como duradero, al menos en el tiempo, a un contexto donde esa cultura es cambiante, es mutable. La cultura del siglo XIX y del siglo XX se materializaba en objetos físicos que podíamos tocar. La transmisión de información y su difusión se hacía y se hace aún, a través de objetos tangibles, como libros, periódicos, vinilos, cd rom, etc,... Sin embargo, la aparición de las T.I.C, "Tecnologías de la Información y Comunicación", hace que la información esté digitalizada, y la transmisión se haga a través del "aire",  mediante Internet, wifi, bluetooth, etc,...

Como consecuencia los lugares y sitios donde almacenar información ha cambiado. Las bibliotecas han representado el escenario donde guardar  y organizar, bajo cierta racionalidad, la cultura de forma ordenada, a través de los libros. Por ello, de alguna forma, el modo en que esta construido el currículo mediante asignaturas o áreas no es más que una herencia de esa forma de organizar el conocimiento. Frente a esta forma de organizar, guardar y almacenar el conocimiento de forma ordenada, hoy en día, al contrario, Internet almacena la información aparentemente desordenada, de forma abundante, desmesurada, entremezclada, replicable y en cambio permanente.

Internet es una biblioteca gigantesca, una biblioteca universal, condensa mucha de la información generada por la humanidad. Actualmente en Internet está prácticamente toda la producción intelectual, científica y académica, lo que hace que juegue un papel muy importante en la práctica docente actual. Internet es un inmenso almacén de información, lo cual es fascinante para un educador. Siempre hemos reivindicado en la educación el que los alumnos vayan a las bibliotecas, no sólo a que consulten libros de texto, sino a que  aprendan a manejar esos libros y a encontrar información. Lo hemos reivindicado como una de las habilidades a fomentar en los centros educativos. Pues bien,  la biblioteca ya no es sólo un espacio delimitado por cuatro paredes que contiene libros, ahora, la gran biblioteca es Internet.

Toda esta inmensa cantidad de información ha de aprender a gestionarse. Por lo tanto una de las nuevas labores del docente será, no el enseñar a acceder a la información, sino fundamentalmente, enseñar a transformar la información en conocimiento.

Otra característica a tener en cuenta, es que actualmente la comunicación en Internet ya no viene dada solo y exclusivamente en forma de texto sino que además, y cada vez, de forma más creciente, es de naturaleza multimedia y sobre todo audiovisual. Cada vez se consumen más imágenes e iconos acompañados de sonidos. En estos momentos nuestros jóvenes acceden más a la información de esta manera que a través de la lectura. Por lo tanto los docentes debemos, sin entrar a valorar si esta situación es negativa o positiva, intentar explotar esta característica,.

Los centros educativos se deben de reinventar, del mismo modo que se están reinventando todos los sectores socio-económicos de nuestra sociedad. Y en este proceso el docente debe convertirse en un agente mediador que de respuesta a las necesidades educativas de esta nueva sociedad digital.
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