Una de las principales preocupaciones de muchos jóvenes es encontrar un trabajo una vez finalizados los estudios, especialmente en el contexto socioeconómico actual. Algunos titulados universitarios y de Formación Profesional se desaniman al ver que con su formación tienen pocas salidas en el mercado laboral, mientras que una serie de titulaciones destacan en los rankings de profesiones de difícil cobertura y a menudo aparecen ofertas de empleo para estos profesionales.¿Qué deberían hacer los orientadores/as ante esta situación? ¿Es necesaria una mayor orientación en la secundaria obligatoria y el bachillerato para dar a conocer las salidas laborales de los estudios? ¿Se puede utilizar el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura como guía para elegir el futuro académico? En el monográfico 232 de profesiones más demandadas del mercado laboral hemos querido dar respuesta a todas estas preguntas.
Catálogo de profesiones de difícil cobertura
El Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, elaborado por el Servicio Público de Empleo Estatal, recoge los puestos de trabajo que han sido más difíciles de cubrir durante un trimestre, a partir de los datos facilitados por los Servicios Públicos de Empleo de las Comunidades Autónomas.
Los datos recopilados para el segundo trimestre de 2011 muestran que 3 de cada 4 ocupaciones para las que cuesta encontrar candidatos se encuentran en Catalunya y Canarias. Los profesionales más demandados son titulados en Medicina, Ingeniería y otras carreras técnicas, como ya sucedía en el primer trimestre de 2011 y durante 2010.
La rama sanitaria es una de las fuentes de empleo recurrentes. De hecho, la Conferencia General de Política Universitaria ha establecido que para el próximo curso haya 6.919 plazas en la titulación de Medicina (frente a las 6.813 de 2010), para dar respuesta a la necesidad de médicos del mercado laboral.
Es evidente que el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura puede servirnos como guía en el momento de orientar a los jóvenes en la elección de estudios y profesiones, ya que refleja las necesidades de empleo no cubiertas. Sin embargo, tal y como muestra Antonio Ramírez del Río, director de Soluciones de Gestión y Aprendizaje del Grupo Sanromán en su artículo, la lista de ocupaciones es una referencia importante a corto plazo, pero si nos planteamos una estrategia a largo plazo no resulta tan útil.
Antonio Ramírez del Río analiza los motivos por los cuales no debemos centrarnos en el Catálogo al planificar las acciones de orientación: sólo recoge ciertas necesidades de empleo, las de difícil cobertura (hay otras necesidades existentes que no se reflejan porque sí se cubren); alude a nichos de empleo específicos desde una perspectiva sectorial y geográfica; muestra necesidades a corto plazo y por último, la lista se reduce a medida que se incrementa el paro.
Así pues, el Catálogo puede ser una ayuda a la hora de tomar el pulso de la realidad, para conocer las necesidades concretas en un momento determinado, pero no es la herramienta que nos garantizará el éxito en un proceso de elección de unos estudios y una profesión. Obviamente, cursar Medicina o una ingeniería facilita encontrar un empleo actualmente, pero no nos asegura la continuidad en un puesto de trabajo ni la calidad del mismo.
La importancia de la orientación
Si el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura no es más que una herramienta de apoyo para analizar la situación del mercado laboral en un momento determinado. ¿Qué elementos nos resultarán útiles a la hora de posicionarnos en el mercado laboral?
1.- La orientación: Según Mónica Nevado Ferrà, miembro del equipo Técnico del Servicio de Información y Orientación para el Empleo de CCOO en las Islas Baleares, la orientación no puede centrarse en atender en exclusiva a las peticiones del mercado de trabajo. Estamos ante un proceso en el que se pretende dotar al ciudadano de habilidades para que pueda gestionar su propio aprendizaje y carrera profesional a lo largo de su vida, teniendo en cuenta la toma de decisiones durante los procesos de transición en los ámbitos educativo y profesional.
Conocer las titulaciones más demandadas nos permite obtener información pero es fundamental tener en cuenta que la orientación no puede entenderse en clave de éxito económico y social. Es decir, no se pueden condicionar los objetivos, expectativas y preferencias de una persona por unos datos puntuales.
La orientación es un proceso que no sólo implica información sobre los estudios y profesiones, implica autoconocimiento y desarrollo de las competencias necesarias para la toma de decisiones. No se trata de un recurso puntual en momentos de crisis y transición, sino de una herramienta necesaria a lo largo de toda la vida.
2.- Competencias y habilidades: El mercado laboral ha evolucionado muy rápidamente en los últimos años. Las transformaciones que ha experimentado afectan de forma directa a los tipos de trabajo, a las funciones que desempeñan los empleados, a los perfiles profesionales y a las competencias demandadas.
Teniendo en cuenta este último aspecto, resulta evidente que para desempeñar una ocupación ya no basta con adquirir los conocimientos técnicos y teóricos, también es necesario tener una serie de conocimientos transversales, destrezas y aptitudes que puedan aplicarse a otros empleos y empresas y que permitan resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible: las competencias laborales.
Así pues, aunque cada empresa busque en sus ofertas de empleo las competencias más adecuadas para cubrir sus necesidades, existen una serie de habilidades y conocimientos que son ya casi imprescindibles: conocimiento de idiomas, flexibilidad y movilidad, liderazgo y capacidad de trabajar en equipo, responsabilidad y compromiso, manejo de las TIC, comunicación…
3. – Formación continua: La formación complementaria en cualquier tipo de titulación siempre suma y aporta valor añadido a la candidatura. Según la Guía Salarial de Hays, un 63,2% de los encuestados ha realizado un Máster o Postgrado, un 35,5% se ha formado en el desarrollo de competencias personales, un 27% ha apostado por una formación técnica específica, mientras que un 53,8% de los profesionales ha invertido en el aprendizaje de idiomas.
Sin embargo, tal y como nos muestra Noelia de Lucas, National Sales Director de Hays España, la formación de Máster o Postgrado no es una de las demandas de los empresarios, ya que el 73% de los encuestados, prefiere experiencia profesional concreta a apostar por candidatos con buena formación, aunque sí se elevan las ofertas con idiomas y la necesidad de personal que domine lenguas.
4.- Búsqueda de empleo como un empleo: Por último, es necesario tener en cuenta que la búsqueda de un empleo es un empleo en sí. Para Raúl Grijalba, Director General de Manpower:
1.- Hay que analizar y estudiar todas las opciones, y hacer una planificación de del desarrollo de la carrera profesional.
2.- Estar abierto a desempeñar trabajos que abarquen diferentes áreas de conocimiento de su carrera. Mucha gente se centra en un puesto de trabajo y donde hay mucha competencia por ocuparlo.
3.- Priorizar el aprendizaje sobre el salario en los primeros trabajos.
4.- Continuar formándose. Es fuente de enriquecimiento constante y posibilita más opciones laborales.
5.- Ser proactivo. Conocer las empresas del sector puede ayudar a marcarse un plan de formación y orientarse en el mundo laboral según las tendencias que están por venir.
6.- Dejarse asesorar por los profesionales de los RRHH. Para el desarrollo de una carrera laboral, tan importante es la formación como la planificación y estrategia de desarrollo de la carrera profesional.
