Supongo que esta es la frase con la que cada uno de nuestros alumnos querría que se identificaran sus prácticas al final de su realización, hasta hace poco así era para un tanto por ciento bastante elevado, ya que realizar las prácticas era significativo de trabajo seguro, pero este aspecto puede haberse relativizado debido al estado en expectativa constante y cambiante que viven muchas de estas empresas que acogían y acogen a alumnos en prácticas, quizás esas dudas de futuro entorpecen la contratación de muchos de estos alumnos ahora más preparados tras haber realizado sus prácticas en empresas. Es por ello que animamos y animaremos a que este camino sea un camino reconocido para todas aquellas empresas que opten por este tipo de contratación tras las prácticas. Podríamos decir que el período de prácticas da un valor seguro a la empresa y al alumno para conocerse y establecer los niveles que cada uno puede dar y el otro exigir, valorando si estos son adecuados para proceder si cabe a una contratación tras las prácticas. Son muchas las empresas que ahora mismo intentan acoger alumnos de prácticas para suplir mano de obra con costes que ahora no pueden asumir, así pues el centro de formación debe ser muy selectivo, aunque no crítico ante este hecho, ya que si todos lo pudiésemos hacer lo haríamos para ahorrar o tirar adelante nuestra empresa, pero el centro y sus tutores de prácticas al frente, deben buscar la información necesaria para detectar estas situaciones y ver si vale la pena arriesgar no fuera el caso que la empresa pudiera suponer una fructífera empresa que beneficiara a este y otros alumnos futuros, no tan solo ofreciendo prácticas, sino trabajos de forma regular, un hecho muy interesante no tan solo para los alumnos sino también para los centros formativos que con orgullo vemos como reto final la inserción laboral de nuestros alumnos.
Los futuros alumnos deben ver que realizar formación profesional supone asegurarse un nivel formativo que hasta ahora algunos han despreciado, por que era más fácil irse a trabajar que a estudiar, las empresas pagaban bien aunque no tuvieras estudios, por lo que esta crisis debe servir para dar ese valor en alza que se estaba perdiendo, y que ahora intentamos recuperar a marchas forzadas con formación a miles de parados. La formación profesional aporta estudios teóricos, prácticos y prácticas en empresa que suponen un camino real para empresa y alumno, y des de este punto de vista vemos sin falta de más parámetros si la formación recibida por el alumno ha sido adecuada en todo momento.
Es cierto que hemos tenido empresas muy condescendientes con sus trabajadores que no han querido establecer convenios de prácticas por verse este aspecto como un "roba trabajo" por los propios empleados que han visto reducidos en estos últimos años sus nóminas, horas extras,..., pero nuestro objetivo no ha querido ir más lejos que el de la pura formación y acercar al alumno a ese mundo real que no podemos aportar des de los centros formativos, una situación tan real y objetiva como el que ofrece la empresa en su día a día. Agradecer a todas las empresas y tutores de empresas esa labor que se realiza y que hace posible que muchos alumnos obtengan gracias a esta primera oportunidad también su primer trabajo.
