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El fracaso escolar: factores que influyen y medidas posibles

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Fernando Trujillo Navas. Profesor de Educación Física en IES Fuentebuena (Arroyo del Ojanco; Jaén)
La ESO es una etapa importantísima en la formación del alumnado, que es la transición entre los primeros aprendizajes de la Educación Primaria y un aprendizaje con mayor madurez en el Bachillerato. Por ello, suele ser la etapa en la que hay mayor fracaso escolar, con alumnos y alumnas que vienen acarreando un déficit de conocimientos que va creciendo acumulando en el alumnado una espiral creciente de desmotivación y malas calificaciones que termina desembocando en el fracaso escolar.

Lo opuesto a fracaso escolar no considero que sea el éxito educativo, ya que el mayor porcentaje de alumnos está en la franja que media entre estos dos conceptos.

Algunas medidas que considero podrían contribuir a mejorar los datos de fracaso escolar reales y no los oficiales (que no incluye a muchos alumnos y alumnas que obtienen el certificado de secundaria con un nivel casi nulo de conocimientos, a través de programas que sirven para disminuir las cifras, pero que no pueden disminuir ni cambiar la realidad).
  • Desde la Administración Educativa:
- Disminuir el ratio alumno/clase y alumno/profesor.

- Crear itinerarios educativos para alumnado que tiene dificultades con el currículo convencional dirigido a la adquisición de habilidades profesionales desde etapas más tempranas.

- Planes específicos de recuperación que no permitan disminuir el nivel de conocimientos básicos por parte del alumnado.

- Atender dificultades desde la Educación Primaria para que no lleguen a Secundaria con un déficit grande de conocimientos.
- Buscar solución para aquellos alumnos/as que con 15 años de edad no quieren continuar sus estudios y están esperando a cumplir los 16 para salir del Centro. Este alumnado provoca un retraso en el rendimiento educativo del resto del grupo-clase.
  • Desde las familias:
Adoptar un sistema de recompensas-premios en función de los resultados en el rendimiento educativo y en la convivencia.

Aumentar la dosis de disciplina y de cariño en la misma intensidad en el seno familiar, favoreciendo actitudes de respeto y responsabilidad en el alumnado.

Aumentar la colaboración y participación entre familias y tutores.

Aumentar la participación del padre (la mayoría de las veces es la madre, de forma voluntaria u obligada, la que se encarga de asistir a las reuniones y tomar las medidas que se lleven a cabo).

Crear un buen entorno de estudio y trabajo en casa.
  • Por parte de los centros educativos:
Promover agrupamientos flexibles según el nivel educativo de las áreas instrumentales. Con cuidado y controlando que no se creen 'guetos' con el alumnado con menos nivel.

Hacer seguimientos individualizados del alumnado por parte del tutor/a y del departamento de Orientación.
  • Por parte del alumnado:
- Crear hábitos de trabajo y estudio diario.

- Manifestar una actitud que permita la convivencia adecuada en los Centros.

- Adoptar compromisos de trabajo y actitud.

- Buscar elementos de motivación para el alumnado.

- Tener experiencias prelaborales para conocer cómo es la vida laboral que les espera tras la etapa educativa.

A modo de conclusión, una receta que podríamos aplicar es la suma siguiente:

TRABAJO + MOTIVACIÓN + DISCIPLINA + RESPETO
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