Las competencias básicas y su evaluación es uno de los temas candentes en educación, por eso, hemos querido plantear, por primera vez, un monográfico dedicado a este tema con la finalidad de conocer las opiniones de los expertos sobre cómo se introducen las competencias en el proyecto educativo de centro (PEC), las diferencias entre las etapas educativas, cómo deben evaluarse, etc.
¿Qué son las competencias básicas?
Aunque los términos "competencia" y "competencia básica" surgen inicialmente en el contexto de la formación profesional y el mercado laboral, en los últimos tiempos se han extendido en todas las etapas educativas.
Según describe la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) (1), las competencias básicas son aquellos conocimientos y habilidades que dotan al alumnado de cultura común imprescindible y que le permiten resolver tareas de la vida real que le hagan más culto, libre y responsable. Podríamos decir que las competencias son las habilidades y conocimientos llevados a la práctica, es decir, los recursos, actitudes, destrezas y medios personales que tenemos para resolver las situaciones a las que nos enfrentamos en el día a día: en la escuela, en el trabajo, en nuestra vida personal y social, etc.
Todos los alumnos deben lograr las competencias básicas al finalizar sus estudios obligatorios, por eso, forman parte del currículum educativo recogidas en artículo 6 de la Ley Orgánica de Educación.
Su inclusión en el currículum tiene dos finalidades: por un lado, integrar los diferentes aprendizajes (tanto formales, como informales y no formales) y por el otro, permitir al alumnado integrar sus aprendizajes, ponerlos en relación con distintos tipos de contenidos, para poder utilizarlos de manera efectiva cuando resulten necesarios.
De hecho, la importancia de las competencias viene abalada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, que en 2006 aprobaron una recomendación dirigida a los estados miembros para que éstos desarrollaran un programa de competencias básicas en el contexto del aprendizaje permanente. A partir de esta propuesta se han identificado 8 competencias básicas:
- Competencia en comunicación lingüística
- Competencia matemática
- Competencia en el conocimiento y la interacción en el mundo físico
- Tratamiento de la Información y competencia digital
- Competencia social y ciudadana
- Competencia cultural y artística
- Competencia para aprender a aprender
- Autonomía e iniciativa personal
En dicha evaluación no se tuvieron en cuenta la competencia digital, cultural y artística, aprender a aprender, autonomía e iniciativa personal. ¿A qué es debido? ¿Se deberían evaluar todas las competencias? ¿De qué forma?
La evaluación de competencias
Aunque parece claro que la introducción de las competencias básicas en el currículum de enseñanza obligatoria es un elemento consensuado, los profesionales de la educación deben hacer frente a los problemas organizativos que esto supone. A las dificultades para incorporarlas al proceso de enseñanza aprendizaje se le suma la evaluación.
Para Miguel Ángel Jiménez, director del Centro de Formación Permanente Educa-Acción de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, evaluar competencias es un problema que pone de manifiesto ciertas contradicciones del Sistema Educativo.
Según su opinión, la evaluación por competencias debe respetar algunas premisas, como el hecho que las competencias no son un fin en sí mismo, sino que se alcanzan como consecuencia del trabajo en diversas áreas; que los criterios de evaluación deben coincidir con los indicadores del progreso de adquisición de competencias; que las actividades de evaluación deben permitir obtener evidencias de los resultados del aprendizaje, etc.
En esta misma línea, Benito Echeverría, catedrático Emérito de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universitat de Barcelona, la competencia no puede reducirse ni a un saber específico, ni a una capacidad específica. No es tanto un saber imitar o aplicar rutinariamente los recursos personales, como activar las capacidades.
Bajo su punto de vista, las competencias no radican tanto en los recursos a movilizar, como en la gestión de los mismos, se manifiestan en comportamientos creativos, derivados de la puesta en práctica de conocimientos, aptitudes y rasgos de personalidad.
A pesar de las dificultades para evaluar las competencias que puede suponer esta visión, es evidente que éstas son un referente para diagnosticar, con detalle y continuidad, los resultados obtenidos por los beneficiarios del sistema educativo, los fallos y las estrategias para remediar los déficits.
Así pues, el punto de partida de la evaluación debe apuntar a comprobar la competencia de acción del alumnado más que su inteligencia, la mejor ejecución que la típica realización. Para Benito Echevarría, es necesario superar el concepto de medición educativa de cuantificación precisa -"evaluation"- y asumir el más constructivo de evaluación educativa -"assessment"-, cuyo fin primordial es ayudar al alumnado, más que sentenciarlo.
Notas al pie:
1.- (2010) Revista Padres y Madres nº 105. Las competencias básicas en educación. Ed. CEAPA