Evaluar competencias es un problema que pone de manifiesto ciertas contradicciones de nuestro Sistema Educativo. La propia lógica de la enseñanza de las competencias indica también cómo han de ser evaluadas. El programa informático ECO puede ayudar a hacer viable la evaluación de algo transversal, las Competencias, desde el trabajo en cada asignatura.La evaluación de las Competencias Básicas adquiridas por los alumnos y el nivel alcanzado en cada una de ellas no es un problema sencillo de abordar. Sin embargo, que los alumnos las consigan es el fin último del Sistema Educativo. Además, como todos sabemos, junto con el número de asignaturas aprobadas, la adquisición de Competencias Básicas es el segundo criterio de promoción (pasar de un ciclo o curso a otro) y de titulación (obtener el Graduado en Secundaria).
En la práctica, cinco años después de la entrada en vigor de la LOE y terminado su calendario de aplicación, la realidad nos dice que; si está costando enormemente la introducción de las competencias como moneda de cambio curricular, la dificultad se eleva a la enésima potencia cuando llegamos a la evaluación de las mismas.
¿Por qué sucede esto? Desde nuestro punto de vista, la dificultad de la evaluación de competencias acentúa varios problemas endémicos del sistema y cuya solución es la clave de hacer posible la evaluación de competencias. Es posible que haya otros puntos críticos, los hay, pero para este pequeño artículo nos quedaríamos con dos:
- La propia evaluación (y no solo de competencias)
- La capacidad de trabajar en equipo de los claustros
El segundo problema es el del trabajo en equipo de los profesores. Las competencias son transversales y progresivas en su adquisición y por lo tanto no pueden serlo de otro modo en su evaluación. Esto supone que necesariamente nos tendremos que poner de acuerdo en qué parte de cada competencia desarrolla y evalúa cada uno y qué peso tiene (pues tendremos que evaluarlo de manera objetiva y seguramente numérica). Trabajar así supone estar inmerso en una cultura colaborativa en la que la tarea de educar se concibe como el trabajo de un equipo.
Propuesta de evaluación por competencias.
La evaluación por competencias debe respetar algunas premisas, algunas de éstas son:
- Las competencias no son un fin en sí mismo, se alcanzan como consecuencia del trabajo en diversas áreas, materias o asignaturas.
- Los indicadores del progreso en su adquisición son los criterios de evaluación
- Los criterios de evaluación son, para cada materia, el referente fundamental que posibilita tener un Sistema Educativo común y democrático.
El elemento "bisagra" entre las materias y las competencias son los criterios de evaluación. A través de ellos, junto las actividades de evaluación (del tipo que sean) obtenemos evidencias de los resultados de aprendizaje alcanzados. Dichos resultados nos permiten a un tiempo, determinar el grado de consecución de los objetivos (calificándolos incluso) y, también, asociar los aprendizajes a una competencia u otra.
Es inviable valorar, de manera mínimamente objetiva, el nivel alcanzado por cada alumno en cada competencia en un sesión de evaluación con varios profesores por dos motivos: uno teórico, las competencias son complejas y no se agotan en una asignatura por lo que es posible juzgar un desempeño asociado a una competencia de forma positiva por parte de un profesor y por otro compañero de manera negativa teniendo ambos razón. (Por ejemplo la expresión oral y la escrita pertenecientes a la competencia lingüística)
Otro práctico: No hay tiempo disponible para consensuar esto.
¿Qué hay que hacer entonces?
1. Ponderar la importancia que los diferentes aspectos de cada competencia tienen en cada curso (nosotros los llamamos "rasgos", otros dimensiones o subcompetencias). El empleo del método científico no puede tener el mismo peso en un curso que en otro, por ejemplo.
2. Asociar cada resultado de aprendizaje (criterio de evaluación y actividad con la que lo vamos a evaluar considerados juntos), por las razones expuestas, a estos rasgos de cada competencia.
3. Valorar de manera relativa el peso que ha de tener cada uno de los aprendizajes que vamos a evaluar (y que corresponden a los criterios de evaluación del curriculum) y que hemos colocado juntos en la misma categoría o rasgo en un curso determinado.
Por ejemplo en segundo de ESO evaluamos la expresión oral (rasgo) de la competencia lingüística. En Inglés, para determinar la evaluación de un criterio se realiza un role-playing, en Sociales otro criterio de evaluación se evalúa mediante una presentación oral de media hora, en Educación Física los alumnos de forma individual dirigen un calentamiento,… de manera que aquello que realmente enseñamos en las distintas asignaturas, y por lo tanto evaluamos sobre la expresión oral, es lo que consideramos sobre dicha competencia en este curso.
Por otro lado, no todo tiene que tener la misma importancia. El total de lo que evaluamos será el 100% y repartiremos este porcentaje entre las valoraciones que intervienen en el mismo "rasgo"(en el ejemplo la expresión oral) de manera relativa.
Si estas decisiones están tomadas en equipo, cada profesor, teniendo como referente los criterios de evaluación y los resultados de aprendizaje exigidos por éstos, evaluará también la parte de la competencia a la que su trabajo contribuye.
Para poder hacer viable esta posibilidad hemos desarrollado el programa ECO (Evaluación de Competencias) cuya versión de evaluación gratuita pueden encontrar en http://miguelangeljimenezrodriguez.blogspot.com/p/eco-evaluacion-por-competencias.html
