1. IntroducciónEl discurso educativo se encuentra en proceso de cambio, desde los niveles inferiores de la enseñanza: infantil y primaria, hasta la universitaria asistimos a una readaptación a la situación actual. Cada etapa y nivel educativo sufre transformaciones acorde con su situación y características. En la enseñanza universitaria, por ejemplo, la implantación de los créditos ECTS y la convergencia europea suponen o implican la necesidad de que la educación se desarrolle cambiando el núcleo central alrededor del cual venía girando.
2. Competencias: nuevo papel del educador
Actualmente el profesorado pasa a desempeñar funciones distintas de las que tradicionalmente realizaba convirtiéndose en mero orientador, atrás han quedado las aulas llenas de sujetos que de forma, en ocasiones, más bien mecánica iban transcribiendo en su cuaderno las palabras que el docente emitía. Por este motivo consideramos fundamental la reflexión que proponemos acerca de las competencias básicas y la situación educativa actual.
No podemos obviar por otra parte, que en la sociedad actual la capacidad de aprender se mantiene a lo largo de los años aunque de forma diferente ni que existen cada vez más agentes educativos derivados de la evolución socioeconómica. Por ejemplo hoy en día, a pesar de no ser concebidos inicialmente para tal tarea, los MMCC cumplen una importante labor educativa. Al transmitir información de alguna forma socializan, muestran determinados comportamientos e influyen en la personalidad moral del individuo además de conformar su opinión.
Ante tal situación cabe preguntarse qué tipo de competencias han de desarrollarse en el sujeto para que sea participativo, crítico, autónomo y sobre todo responsable. Se trata de formar un sujeto
" apto para vivir en democracia y capaz de promoverla (...) se trata de hacer del hombre un ciudadano que contribuya al desarrollo de una sociedad justa, equitativa y sostenible.."(1)
Para ello es preciso el aprendizaje por competencias, nos referimos por tanto a continuación a la definición de competencias básicas, qué entendemos por ello y cuál es su relación e integración en el currículo escolar puesto que la educación ha de preparar para el desarrollo como persona y de manera igual, evitando cualquier vestigio discriminatorio en la sociedad democrática.
En primer lugar las competencias se conciben como saberes, capacidades de poner en práctica de forma integrada conocimientos o habilidades que permiten solucionar determinadas cuestiones ambiguas, a través de ellas se persigue que al finalizar la etapa de formación obligatoria el sujeto sea capaz de desarrollar un aprendizaje de carácter permanente a lo largo de toda su vida. De ahí la importancia que inicialmente planteábamos sobre el cambio educativo que ha de desarrollarse de forma continua y a lo largo de la vida del sujeto.
Por otra parte estos saberes que venimos tratando de definir se califican de básicos pues deben ser conocidos y estar al alcance de todos; dentro de las competencias diferenciamos entre las de carácter específico –propias de un dominio concreto- y las genéricas también conocidas como transversales. En todo caso, ambas han de adquirirse pues preparan para la vida en general, para la convivencia. Si tenemos que elegir para situar en una escala de importancia las competencias diríamos que tal vez predominen las genéricas sobre las específicas en tanto que las primeras y según señala Yolanda Argudín (2) refiriéndose a las mismas "no envejecen, se desarrollan y aumentan especialmente si se obtienen en un clima liberal de aprendizaje."
Como venimos manteniendo, en cualquier caso, ambas han de desarrollarse de igual modo y contribuyen a la conformación de la personalidad moral del sujeto. A pesar de señalar que los saberes o habilidades genéricos se mantienen durante más tiempo sin, como señala Argudín, "envejecer", en nuestra reflexión hacemos alusión de forma más directa a las competencias específicas que consideramos necesarias y determinantes en la formación social de la ciudadanía. Pese a todo, no podemos obviar que ambas se encuentran entrelazadas y contribuyen a la consecución de tal objetivo.
Si nos centramos en la cuestión del aprendizaje por competencias a través de las diferentes áreas o materias, proponemos que debe realizarse de forma interdisciplinar de manera que cada área contribuya de modo directo y claro al desarrollo de competencias básicas en mayor o menor medida.
Directamente relacionada con esta cuestión encontramos la que hace referencia al centro y etapa educativa. En primer lugar al centro concierne la tarea de establecer las estrategias para según Ortega Osuna y Vázquez Fernández (2010:5) "hacer operativas las competencias básicas en el currículo escolar."
Además de ello, es en éste donde han de tomarse las decisiones que conciernen a la integración de las competencias en el currículo. No podemos olvidar que existe una regulación jurídica al respecto de la consecución de los objetivos generales tanto para cada etapa educativa, como para las distintas áreas y materias. En cuanto a las cuestiones metodológicas y los criterios de evaluación marco están recogidos en los Reales Decretos correspondientes, de manera que la pretensión fundamental es la de regulación del desarrollo del alumnado tanto en el papel que desempeña a nivel social a su edad como en la vida adulta.
Llegado este punto incidimos en la necesidad de que las competencias se planteen entorno a la formación de la ciudadanía y no su enseñanza; para ello es preciso que el alumnado conozca cuáles son sus derechos y obligaciones como ciudadano además de ser consciente que un mismo espacio está compuesto por diferentes culturas. Urge por tanto que una vez llegado a este punto el mismo posibilite la relación con la totalidad de miembros de su sociedad, se comunique, dialogue con ellos y de este modo fomente la convivencia oponiéndose a cualquier signo de actuación discriminatoria.
Esta cuestión planteada de este modo puede resultar un tanto utópica o imposible de materializar, pues bien, además de la competencia lingüística base del diálogo e interrelación entre los sujetos pertenecientes a un mismo espacio, consideramos fundamental el desarrollo de otras como la digital o la social y ciudadana. Hoy en día nos vemos irremediablemente inmersos en la cultura digital, cada vez más, los distintos medios de comunicación absorben nuestro espacio y tiempo; los cambios tecnológicos son evidentes y están presentes a diario entre nosotros. Tal situación provoca la necesidad de desarrollar el conjunto de estrategias que permiten al alumnado en particular y de forma general a la ciudadanía al completo aprender a aprender, necesita convertirse en autónomo, cooperativo, participativo y crítico con la información a la que de forma continúa y a diario se expone.
3. Medios de comunicación: nueva competencia del docente
A través de los medios de comunicación se transmite todo tipo de información, por ello es necesario que ésta se aproveche por ejemplo por la escuela, si desde la misma se capacita al alumnado para el correcto uso y dosificación de la información entonces estaremos incidiendo en el desarrollo de dos habilidades: por un lado el conocimiento del funcionamiento de las TIC y por otra favoreciendo la comunicación e interrelación entre iguales. De este modo se contribuirá a la integración previniendo además la influencia negativa de la información que los medios ofrecen, sobre todo se pretende advertir o hacer consciente de la influencia que estos pueden ejercer sobre la formación de la opinión y de la personalidad moral.
No podemos olvidar que a edades similares la personalidad moral no está definida de la misma manera, existen varios estudios acerca del desarrollo de la personalidad moral, según Kohlberg el desarrollo de ésta presupone la superación de los diferentes estadios o el paso de un nivel a otro en función de distintos aspectos a lo largo de la vida. Algunos sujetos no llegan a alcanzar nunca el estadio de desarrollo moral superior, permaneciendo en la heteronomía moral a lo largo de toda su vida. Este tipo de personalidades son fácilmente influenciables, de ahí la necesidad de la formación crítica y del desarrollo de las citadas competencias o saberes que contribuyen a favorecer la progresiva evolución hacia la consecución de la autonomía moral en el sujeto.
Consideramos que según la etapa y nivel educativo las actividades que deben llevarse a cabo para la formación en competencias son diferentes. Se trata de que la totalidad del alumnado trabaje con las nuevas tecnologías, acceda a la información que les proporcionan y se familiarice con el vocabulario y metodología que estos utilizan. Para ello es preciso adoptar una serie de medidas que pueden llevarse a cabo a través de diferentes actividades: diálogos y debates en aula, trabajos con situaciones ambiguas retransmitidas en un determinado medio de comunicación, elaboración de dilemas partiendo de situaciones que se reflejen en los medios o revisión de diferentes materiales que se difundan a través de los mismos de manera que lleguemos a saber cuál de ellos está éticamente construido y cuál no.
Este tipo de actividades han de estar adaptadas de forma concreta al nivel educativo que corresponden y realizada esta readaptación han de poder utilizarse en cualquiera de ellos sin ningún tipo de inconveniente.
4. Conclusiones
Con esta breve reflexión pretendemos una somera aproximación al campo de los medios de comunicación a través de la educación basada en competencias. Se trata de proponer el fomento de la educación en valores a través de estos cauces para formar individuos moralmente correctos y capaces de vivir en la sociedad democrática actual, en la cultura tecnológico-digital.
La evolución socio-tecnológica requiere como planteábamos al inicio de un giro en el ámbito educativo para atender las nuevas necesidades surgidas, para ello se propone la actuación a través de los nuevos saberes o habilidades. Éstas al igual que su evaluación o pertenencia a un área u otra de conocimiento vienen determinadas por ley, aún así a pesar de ello existen los saberes específicos que contribuyen como su nombre indica a formar en aspectos determinados y concretos. Destacamos la necesidad de que las competencias se desarrollen de forma transversal en las determinadas materias, para que a través de éstas se contribuya a la formación del individuo participativo, autónomo y responsable.
Referencias bibliográficas:
-GIMENO SACRISTÁN, J (comp.) (2008): Educar por competencias, ¿qué hay de nuevo? Ed. Morata. Madrid.
-MARCHENA GONZÁLEZ, C (2008): ¿Cómo trabajar las competencias básicas? Fundación ECOEM, Sevilla.
-MARTÍN GARCÍA, X ; PUG ROVIRA, J M (2007): Las siete competencias básicas para educar en valores. Ed Grao Barcelona.
-ORTEGA OSUNA, J L y VÁZQUEZ FERNÁNDEZ, P (2010): "Integración de las competencias básicas en el curriculo escolar de centro" en I Congreso de Inspección de Andalucía: competencias básicas y modelos de intervención en el aula. En Mijas Costa, los días 27-29 de Enero de 2010.
Webgrafía:
-CABALLERO MUÑOZ, J. J (***): El desarrollo de las competencias básicas en el diseño curricular y en la práctica educativa, consultado en http://www.cepazahar.org/recurosos/file.php
-CONCEJO EDUCATIVO DE CASTILLA Y LEÓN: "Aprendizaje por competencias: un modelo a debatir." Consultado en http://www..concejoeducativo.org/article.php
-ESPINO DE LARA, R (2010): "Competencias en educación" en Revista Iberoamericana OEI, consultado en http://www.rieoei.org/foros/article.php
-MOSQUERA, A (2010): " La educación necesaria para el desarrollo social" en Revista Iberoamericana OEI, consultado en http://www.rieoei.org/foros/article.php
-POLO MARTINEZ, I (*****): "La evaluación de las competencias básicas", revista Avances en http://www.adide.org/revista/index2.php
Notas al pie:
1. Tomado de http://www.rieoei.org/foros/article.php Tema 180. La educación necesaria para el desarrollo social.
2. Información tomada de La educación basada en competencias: algunas nociones que pueden facilitar el cambio. Consultado en:
http://www.lag.uia.mx/acequias/acequias17/a17p8.html
