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Apostando por nuevas formas de enseñar y aprender por competencias

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Pere Soriano. Director de Enseñanza-aprendizaje en Florida Universitària
La creación del Espacio Europeo de Educación Superior ha significado para las universidades abordar un proceso de reforma que camina no solo sobre la necesidad de optimizar al máximo nuestros procesos de acción docente, de coordinación y de análisis de resultados, sino estar especialmente atentos al que es el mayor cambio: la organización de las formas de enseñar y de aprender. De manera significativa, hemos de considerar que nuestra práctica docente ha de centrarse atendiendo a un eje fundamental: la formación por competencias.

Desde un punto de vista técnico, las competencias responden a saber qué, cómo, cuándo y para qué hacer una actividad en un determinado contexto. Por tanto, contemplan las capacidades de comprender, manipular e interrelacionar ideas y pensamientos fundamentados en el marco teórico (formas de ver), en el procedimental (formas de hacer) y en el axiológico (conjunto de valores y actitudes) de un ámbito profesional. Desde una perspectiva organizativa, la formación por competencias implica un cambio radical que aborda, no solo la forma de planificar las asignaturas para capacitar al alumnado en aquellas competencias previstas en su perfil profesional, sino también poner en marcha un planteamiento metodológico adecuado para la evaluación de esta estrategia.

En cuanto a su planificación entendemos el proceso de enseñanza-aprendizaje como un desarrollo progresivo en el que están implicadas todas las signaturas y todos los cursos que forman parte de una titulación. En este sentido y vistas las dificultades que puede suponer una puesta en marcha afinada del aprendizaje por competencias, debemos realizar no solo el análisis de la "aplicación" de cada competencia a las diferentes titulaciones, sino también establecer las competencias nucleares que articulan la formación experiencial del alumnado.

En cuanto a su evaluación es fundamental entender que las competencias son objetivos de aprendizaje que indican lo que se espera que el alumnado "sepa hacer" y que por lo tanto, toda evaluación de competencias es una evaluación de "desempeño". En este sentido, toda actividad, es en sí mismo, una actividad de evaluación, que lleva aparejada la necesaria retroalimentación de las dificultades y avances del alumnado.

A su vez, la necesidad de contextualizar de manera adecuada la actividad profesional lleva a que los centros se abran a sus grupos de interés en el proceso de redefinición y diseño de los contenidos de sus nuevos estudios.

La innovación y regeneración del modelo educativo universitario persigue la excelencia, por lo que deben generarse estudiantes proactivos, con competencias técnicas y sociales para el empleo, que se sientan realizados profesionalmente, que aprenden de manera experimental y que disfrutan aprendiendo y formándose a lo largo de la vida. El trabajo en equipo, la comunicación en diferentes lenguas y medios, el dominio de las Tics, la resolución de conflictos, la creatividad, la innovación y el liderazgo. La formación es generadora de oportunidades en los nuevos escenarios empresariales, profesionales y de futuro.


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