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La autonomía en la gestión de centros

Artículo de opinión

¿Realmente es necesaria una mayor autonomía en la gestión de los centros? ¿De qué forma repercute en la gestión y organización de los centros?


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Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com
Algunas comunidades autónomas como Andalucía, Catalunya o Navarra han impulsado proyectos de ley para dotar a los centros con recursos para gestionar y organizarse con una mayor autonomía. Este aumento del poder de decisión repercute de forma directa en los equipos directivos que podrán asumir tareas que hasta ahora eran competencia de la administración y agilizar los trámites burocráticos.

Pero, ¿realmente es necesaria una mayor autonomía en la gestión de los centros? ¿De qué forma repercute en la gestión y organización de los centros públicos y los concertados? El monográfico 217 sobre gestión de centros educativos tiene como finalidad dar respuesta a estas preguntas y determinar qué ventajas y desventajas suponen estos cambios.

La autonomía en la gestión de centros

La Generalitat de Catalunya ha aprobado el Decreto de Autonomía de los centros educativos, una normativa que lleva a cabo los principales puntos de la Ley de Educación de Catalunya. A partir de ahora, los equipos directivos de los centros podrán asumir tareas que hasta ahora eran competencia exclusiva del Departament d’Educació, entre ellas destaca una mayor autonomía en la gestión y organización.

Desde el punto de vista pedagógico, la dirección del centro podrá decidir aspectos como la organización del tiempo y las asignaturas, la posibilidad de introducir nuevas materias, cómo agrupar el alumnado, el uso de los espacios del centro y la asignación de las clases a cada docente. También dispondrá de autonomía en cuanto a la estructura interna del centro, aunque el decreto establece que existan un director/a, secretario/a, jefe des estudios y dos departamentos, como mínimo, para cada centro educativo.

Además, la dirección podrá gestionar la selección de personal, así podrá buscar el perfil de profesorado que más le convenga y solicitar a los docentes requisitos complementarios más allá de su titulación.

Este punto coincide con los reglamentos de organización y funcionamiento de los centros educativos (ROC) que se aplicarán en Andalucía: dicha autonomía permitirá desarrollar el nuevo sistema de sustitución del profesorado, reduciendo el tiempo de espera de un sustituto a 5 días.

Pero, ¿realmente es necesaria una mayor autonomía? Todos los cambios que se realizan en cuanto a la gestión de centros educativos tienen como finalidad mejorar los resultados educativos, la cohesión social y la reducción del abandono prematuro de los estudios.

Este objetivo es común en toda España y para lograrlo, las reformas iniciadas consideran necesario situar el centro y el equipo directivo en el núcleo de la mejora del sistema educativo. Los docentes y la comunidad educativa son un factor determinante para el éxito escolar, por eso deben intervenir en ámbitos como la gestión y ver reducida la burocracia administrativa.

Esta es la teoría, ¿pero qué ocurre en la práctica diaria del centro?

Ventajas y desventajas de dotar de mayor autonomía a los centros educativos


No todos los expertos coinciden en la necesidad de dotar de mayor autonomía y poder de decisión a los centros. En función de las opiniones recabadas hemos podido comprobar que existen una serie de ventajas y desventajas:

Ventajas

Algunos expertos son partidarios de la autonomía como sinónimo de descentralización. En España, la concepción del sistema educativo es muy centralizada y la comunidad educativa, el equipo directivo del centro y la propia sociedad se han adaptado a la seguridad y funcionamiento del Estado y las Comunidades Autónomas. Como hemos visto anteriormente, la responsabilidad de la educación recae en todos los agentes implicados (desde la administración hasta las familias, pasando por los docentes y los protagonistas directos), por eso, una administración educativa alejada de los escenarios puede dificultar ciertos procesos. En este sentido, es necesaria una mayor autonomía a la hora de tomar decisiones que no pueden esperar a ser consultadas y resueltas en un largo periodo de tiempo.

Por otro lado, Cristina Salas Fernández, maestra de E.F en CP "Marqués de la Real Defensa" de Tafalla (Navarra), reconoce que la estabilidad en el trabajo de un maestro es fundamental, por eso la autonomía es necesaria para garantizar la implicación del profesorado en el trabajo en equipo, la responsabilidad en el funcionamiento adecuado del centro, la consecución de objetivos y la reflexión de las actuaciones llevadas a la práctica.

Por último, Jaume Graells y Ignasi García de la Direcció general de l'Educació Bàsica i el Batxillerat del Departament d'Educació de la Generalitat de Catalunya, afirman que los datos aportados por diferentes sistemas educativos en el ámbito internacional constatan la importancia de la autonomía como factor determinante de la calidad. Según su experiencia, el desarrollo de proyectos orientados a la mejora de resultados educativos, complementados con márgenes de autonomía que los hagan viables y con rendición de cuentas a la comunidad educativa y a la administración, son factores que favorecen la mejora de resultados.

Desventajas

Según Joan Teixidó, profesor de la Universitat de Girona y Responsable del Grup de Recerca en Organització de Centres (GROC), la gestión de las organizaciones educativas debe asumir una serie de cambios para afrontar los retos de la educación actual, antes que centrarse en la autonomía de los centros, como por ejemplo reducir la complejidad.

El funcionamiento de un centro requiere mucho trabajo de coordinación: horarios, tiempo, currículum, dedicación parcial de profesorado, modelos de calidad, múltiples aplicativos y formularios por rellenar… Si se disminuyese esta complejidad se incidiría en una mejora de los resultados escolares. Paradójicamente, la autonomía en los centros sólo contribuye a acrecentar esta complejidad.

Otra dificultad recae en hacer realidad la autonomía en un modelo funcionarial. No se puede otorgar autonomía en la selección del profesorado sin una reforma de la Función Pública, ni tampoco se puede dotar con funciones de evaluación al director del centro sin antes desarrollar un Decreto de Evaluación que defina los aspectos a tener en cuenta, los criterios de evaluación y las ventajas de obtener una evaluación positiva.

Para Raül Manzano Tovar, presidente de la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Cataluña, la administración tiene que realizar un giro copernicano para lograr un sistema realmente autónomo. Según su opinión, en el centro del sistema ha de estar el aula y el centro, por tanto, la función de la administración ha de ser, procurando que se cumplan las líneas generales de política educativa, dotar al centro de los apoyos y recursos necesarios para desarrollar su proyecto en condiciones de calidad.

Así pues, visto lo anterior, parece evidente que la consolidación de la autonomía en los centros educativos sólo puede hacerse reforzando la participación activa de todos los agentes implicados, determinando unos objetivos a medio/largo plazo y teniendo en cuenta las opiniones y necesidades de todos los agentes.


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