Durante el período de vacaciones han ido apareciendo noticias sobre temas educativos que eran susceptibles de ser analizados por su interés. Recuperado el ritmo de trabajo, reemprendo mi análisis editorial para reflexionar sobre la imagen externa que presenta España al mundo entero a partir de determinadas estadísticas o estudios internacionales.El notorio Informe PISA de la OCDE, los datos oficiales del desempleo y ahora, el informe "The world best countries" de la revista americana Newsweek, en su dimensión educativa, no dejan muy presentable el sistema educativo y laboral español.
A pesar de que en salud, especialmente, pero también en dinamismo económico calidad de vida y en sistema político los datos no son malos y mejores a muchos países, queda la percepción que estudiar o trabajar en España no es una maravilla.
El abandono escolar cercano al 30% en el nivel de secundaria y el paro superior al 20% de la población activa, los resultados bajos de conocimiento científico y competencia matemática de PISA suceden en el mismo país donde la esperanza de vida es superior y la calidad de vida muy elevada.
En cierta manera, perece como si la sociedad, de forma cultural histórica, priorice la buena vida, el ocio o la diversión, al esfuerzo académico, al compromiso profesional y científico.
Soy conciente que los datos de Newsweek, directamente, no lo indican, pero insinúan una España ideal para jubilados ociosos, deseosos de aprovechar el clima, sus playas y parajes naturales y dejar correr el tiempo con un buen batido de coco o un helado de café entre siesta y siesta. El informe del semanario americano no invita a invertir en empresas peninsulares, investigar o estudiar en sus universidades, sino a pasar el último tercio de la vida en la costa mediterránea.
Hay quien pueda pensar que los resultados no son tan negativos, pues España está en el tercio superior de un ranking de 100 países. Sin embargo, aparte de decidir con quien quieres compararte, lo que vale de verdad, son las atributos diferenciales que cada país quiere destacar.
Enric Renau
Editor
