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"El acceso a la universidad empieza ya el primer día de curso de primero de bachillerato, porque es muy importante destacar que la nota media de bachillerato vale un 60% de la nota de acceso"

Entrevista


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Entrevista a Pilar Gómez i Cardó. Coordinadora de las pruebas de acceso a la universidad de Catalunya

Esta entrevista ha sido realizada en catalán. Consulta la versión original aquí.


A partir de 2010 la selectividad se dividirá en dos partes: Una fase general que consta de 4 ejercicios obligatorios sobre las materias comunes y una fase específica voluntaria, que servirá para subir nota haciendo exámenes sobre materias de modalidad diferentes a la ya examinada, que deberán estar relacionadas con la carrera a la que se aspira.


¿Qué ventajas y desventajas supone la nueva selectividad para los estudiantes?


La principal ventaja del nuevo modelo de las Pruebas de acceso a la universidad (la "sele") para los estudiantes procedentes de bachillerato es que se trata ahora de un modelo, en buena parte, más simple: el requisito para ir a la universidad, es decir, haber superado la prueba de acceso, se logra sólo con cinco exámenes (cuatro materias comunes y una de modalidad), mientras que antes obligatoriamente todos los estudiantes debían hacer siete. También el nuevo modelo se puede definir como un modelo abierto, flexible y hecho a medida del propio estudiante: es cada chico y chica cuando acaba el bachillerato quien define su patrón de acceso a la universidad en función de los estudios que quiera cursar.

Por esto, en contrapartida, la principal desventaja puede ser que ahora los estudiantes de bachillerato, antes de matricularse a las pruebas de acceso, deben tomar unas decisiones que antes no les hacía falta, dado que en el modelo anterior cada vía de examen PAU tenía definidas, con respecto a las materias de modalidad de bachillerato, dos materias obligatorias con un peso muy importante en la nota de acceso, mientras que ahora cada estudiante elige cuáles y cuantas materias de modalidad quiere examinar.

¿De qué forma afecta las nuevas ponderaciones a los estudiantes que están cursando primero de bachillerato actualmente?

Los estudiantes que ahora acabarán primer curso de bachillerato ya han iniciado los estudios de esta etapa postobligatoria conociendo cómo es el nuevo modelo de acceso a la universidad, en el cual no solamente es importante saber que las materias examinadas a las PAU, en el que se define como fase específica, tienen una ponderación distinta en el cálculo de la nota de admisión en función de los estudios que se quieran cursar, sino que también es muy importante -quizás todavía más- saber cuáles son las nuevas titulaciones oficiales de grado, como se denominan ahora algunos estudios que antes existían como licenciaturas o diplomaturas o como ingenierías técnicas o superiores, e igualmente saber que ahora cada estudio universitario está inscrito en una rama de conocimiento (Artes y Humanidades, Ciencias sociales y jurídicas, Ciencias, Ciencias de la salud, Ingeniería y arquitectura).

¿La nueva selectividad tiene repercusión en las vías de acceso a la universidad para los estudiantes de Formación Profesional?

Me parece importante antes de responder esta pregunta, precisar que cuando hablamos de selectividad nos estamos refiriendo, normalmente, a las pruebas de acceso a la universidad para los estudiantes procedentes de bachillerato, porque también hay otras pruebas para otros perfiles de estudiantes: mayores de 25 años, mayores de 45 años.

Y también explicar que hace falta diferenciar entre acceso y admisión, en el sentido que acceso es cumplir los requisitos legales que se establecen en cada perfil de estudiante que quiere iniciar estudios universitarios, mientras que admisión es el procedimiento por el cual la persona que quiere iniciar estudios universitarios obtiene una plaza en uno centre-estudio por cursar estos estudios.

Así pues, y con respecto a los estudiantes procedentes de Ciclo Formativos de Grado Superior (CFGS), se puede decir que tener el título de técnico superior, que es el que se obtiene después de haber superado un CFGS, es un requisito que permite, ahora como antes, acceder a la universidad, pero con respecto a la admisión sí que hay cambios importantes, dado que este año por primera vez no se establece un porcentaje específico de reserva de plazas para estos estudiantes, como tampoco no las hay para los estudiantes procedentes de sistemas educativos extranjeros; y, por otro lado, los estudiantes procedentes de CFGS, a efectos de admisión, pueden mejorar la nota de acceso sin hacer ningún examen, puesto que las calificaciones obtenidas en los módulos cursados pueden ser objeto de ponderaciones, siempre y cuando se trate de CFGS vinculados a la rama de conocimiento en qué se inscribe el título de Grau que se quiere cursar.

Aun así, con fecha de 8 de mayo ha sido publicada al BOE una reforma del decreto de acceso en función de la cual los alumnos procedentes de CFGS el año próximo, si quieren mejorar la nota global obtenida en el CFGS, deberán hacer una prueba de acceso que será el equivalente a la fase específica de los estudiantes procedentes de bachillerato.

¿Qué ocurre con las personas que ya tienen la selectividad y quieren subir nota? ¿Deben repetirla toda o pueden presentarse a la fase específica voluntaria?

En el nuevo modelo de acceso no hay límite de convocatorias por aprobar las PAU.

Y en el nuevo modelo hace falta insistir en el hecho que superar las PAU quiere decir haber superado la fase general con una nota igual o superior a cuatro y que esta calificación (con un valor de 40%) junto con la media de bachillerato (60%) dé una nota de acceso igual o superior a cinco.

A partir de aquí, la mejora de nota puede consistir en volver a hacer sólo la fase general (entonces hace falta hacer siempre los cinco exámenes que la integran), o bien al hacer sólo alguna o algunas materias que cuenten como fase específica, o bien examinarse de fase general y de alguna materia o materias de fase específica. Un ejemplo más de prueba de acceso hecha a medida del usuario.

Por otro lado, en el nuevo modelo mejorar nota no significa necesariamente repetir el examen de una materia ya examinada, y, a la vez, se puede examinar como fase específica una materia examinada en fase general mientras no sea en la misma convocatoria, porque se trata, en definitiva, de notas polivalentes en función de los estudios que se vuelan cursar.

Un ejemplo: En junio de 2010, Marta tiene una nota de acceso (fase general + expediente de bachillerato) de 7,897. En la fase general se ha examinado de Lengua y literatura catalana, Lengua y literatura castellana, francés, Historia y Economía, en esta materia ha sacado un 5.5. A la fase específica se ha examinado de Diseño (ha sacado un 7.5) y Cultura audiovisual (6.5).

Solicita plaza a Bellas Artes. Su nota de admisión es 7,897 + 0.75 (Diseño 7.5 X 0.1) + 0.65 (Cultura audiovisual 6.5 x 0.1) = 9,297.

En septiembre de 2010 o en junio de 2011, se examina de Geografía (5), Matemáticas (8.5) y Economía (7.5).

Mientras no vuelva a hacer entera una fase general, su nota de acceso fija será siempre de 7,897, mientras que la nota de admisión será variable en función de las materias ponderadas, de entre todas las que ya tiene superadas con una calificación mínima de 5, según los estudios dónde solicite plaza.

Asimismo, es importante destacar que para las personas con las PAU superadas antes de 2010, y sólo para iniciar estudios universitarios el curso 2010-2011, es decir, en la preinscripción 2010, se les contará como nota de acceso, equivalente a la fase general la nota global de acceso que tenían, y a la vez sin obligación de hacer materias de fase específica, se les ponderarán las materias de modalidad ya examinadas y superadas con una nota mínima de cinco puntos. Naturalmente, podan también hacer la prueba entera (fase general o fase específica) o alguna de las dos fases.

Aun así, a partir de 2011, si vuelan mejorar nota sólo podrán optar por realizar nuevamente la prueba de acceso, bien sea completa o en cualquiera de sus fases, general o específica, pero en ningún caso se les ponderarán como materias de fase específica las materias examinadas antes de 2010.

¿Se puede acceder a cualquier carrera desde cualquier modalidad de bachillerato?


Sí. Antes la modalidad de bachillerato determinaba la vía de examen y esta las materias obligatorias. Ahora, en cambio, los estudiantes eligen libremente las materias objeto de examen, incluso pueden examinarse de materias no cursadas durante el bachillerato.

A efectos de admisión en aquellas titulaciones (minoritarias en el conjunto del sistema universitario) en qué hay concurrencia competitiva de plazas, es decir más demanda que oferta y, por lo tanto, hace falta ordenar por calificación las solicitudes recibidas, el único condicionamiento es que, si hay bonificación de nota obtenida mediante materias de la fase específica, estas materias estén vinculadas a la rama de conocimiento en qué se inscribe el título de grado.

De nuevo un ejemplo. Tres estudiantes solicitan plaza para un mismo centro de estudios, de la rama de ciencias de la salud.

Ana es una estudiante de bachillerato artístico, ha hecho sólo fase general y tiene un 9,666.

Ariadna ha estudiado el bachillerato de humanidades y ciencias sociales; tiene de fase general un 7,368 y ha superado con más de 5 las dos materias de fase específica, pero no son materias vinculadas a la rama de ciencias de la salud.

Alberto ha cursado el bachillerato de ciencias y tecnología; tiene de fase general 6,456 y una bonificación de nota de fase específica de 2 puntos, es decir 8,456.

Por lo tanto, la ordenación de estos estudiantes será: Ana (9,666), Alberto (8,456), Ariadna (7,368)

¿Las universidades deben mantener una coherencia entre todas a la hora de otorgar las ponderaciones en las asignaturas o por el contrario pueden elegir de forma individual?


Las materias de bachillerato están vinculadas a las ramas de conocimiento. Todas las materias vinculadas a una rama ponderan, por defecto, siempre 0.1. La competencia es de cada universidad y, por lo tanto, cada universidad decide, dentro de cada rama y para cada estudio, qué materias ponderan a 0.2.

En Catalunya, no obstante, se ha acordado que un mismo estudio adscrito a una misma rama de conocimiento tenga las mismas ponderaciones. Ahora bien, si un mismo estudio está en una rama de conocimiento distinta, según la adscripción que haya hecho la universidad, entonces las ponderaciones pueden ser distintas, dado que también son distintas o no coincidentes del todo las materias susceptibles de ser ponderadas. Y así funciona también respecto al resto de universidades españolas: para un mismo estudio puede no haber idéntica ponderación en función de si coincide o no la rama de conocimiento, y en función de qué sean las materias de modalidad de bachillerato examinadas en una u otra comunidad autónoma.

¿Cree que la nueva selectividad y el hecho que existan exámenes para subir nota contribuirán a elegir de forma más consciente los estudios universitarios?


Esta es la finalidad, o una de las finalidades básicas, del nuevo modelo: contribuir a mejorar la calidad de opción en la elección de los estudios universitarios por el hecho de haber de acreditar mejores conocimientos o mejores aptitudes en unas determinadas materias.

Ahora bien, el nuevo modelo, al diferenciar entre fase general y fase específica, quiere conjugar el acceso general, universal y directo a la universidad, es decir, el acceso a las titulaciones sin especiales problemas en la razón entre oferta y demanda, con el acceso particular a aquellas titulaciones en qué la concurrencia competitiva es alta.

Esto, por un lado, simplifica para la mayor parte de estudiantes de bachillerato el acceso a la universidad, dado que muchos de ellos examinándose sólo de fase general podrían acceder a los estudios que quieren cursar, si tenemos en cuenta la media de acceso de los últimos años y el número de titulaciones con nota de corte más alta o sensiblemente más alta que esta media.

Por otro lado, desde el punto de vista académico es, en mi opinión, un error vincular la calidad en la opción de acceso y, por lo tanto, en la elección de estudiantes y estudios, sólo a los casos de concurrencia competitiva: todos los estudios universitarios tienen su dificultad intrínseca, requieren unas determinadas aptitudes, unos conocimientos específicos mínimos, recomiendan ciertas habilidades..., y todo esto tiene muy poco a ver con la temida nota de corte, que desgraciadamente es sólo una razón entre oferta y demanda.

¿Qué recomendaría a los estudiantes de ESO a la hora de elegir sus estudios de bachillerato?


El bachillerato es una etapa formativa postobligatoria finalista en sí misma: el segundo de bachillerato no es lo COU de antes, no es un curso específico de orientación universitaria. Es cierto que una buena parte de los estudiantes que inician bachillerato acaban cursando estudios universitarios, y que un porcentaje importante de los estudiantes de nuevo ingreso a la universidad proceden del bachillerato.

Debemos tener en cuenta también que, normalmente, los chicos y las chicas al acabar la ESO todavía no saben qué estudios universitarios quieren hacer, y quizás es normal que no lo sepan todavía, entre otras cosas, también porque ahora la oferta es muy amplia. Lo que sí saben los chicos y las chicas es quizás qué ámbito de estudio los atrae más, o qué tipología de materias los gustan, o para cuáles se consideran más aptos/as. El bachillerato se estructura en tres modalidades cada una de las cuales representa estos distintos ámbitos. Aquí, pues, ya hay un primer criterio de elección.

Naturalmente, cuando se trata de chicos y chicas que saben qué quieren hacer también se deben valorar estos aspectos y ver cómo encajan en aquello que quieren estudiar.

Aun así, los recomendaría que no se fijaran sólo en las modas a la hora de elegir unos estudios, o en las notas altas; ni hace falta que escojan las materias de bachillerato sólo en función de ponderaciones (ahora que comenzamos este nuevo sistema).

La mejor manera de acceder a la universidad es haber hecho bien el bachillerato, que se compone de primero y de segundo curso. El acceso a la universidad empieza ya el primer día de curso de primero de bachillerato, porque es muy importante destacar que la nota mediana de bachillerato vale un 60% de la nota de acceso. Y, para hacer bien el bachillerato, como para hacer bien los estudios universitarios, hace falta sentirse a gusto con aquello que se estudia. Sin duda, el provecho, la formación, la preparación, el crecimiento y la madurez personal (que en el fondo es lo que cuenta) serán mucho más elevados y se podrán lograr y asegurar mejor si los estudiantes están motivados y curiosos por aquello que quieren hacer, si de verdad les interesa y también si son conscientes de la parte de responsabilidad que los atañe en todo el proceso de elección de unos estudios universitarios.


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