¿Cree que las nuevas titulaciones de grado responden se adaptan a las necesidades del mercado laboral?Es posible que las titulaciones que se avengan a la normalización de Bolonia tengan como objetivo inicial la de facilitar el acceso a un mercado de trabajo transnacional y normalizado. No discutiré sobre si eso se ha conseguido o no, sino más bien, sobre una idea sobre la que quizás no se discute lo suficiente y, sin embargo, afecta a toda la vida laboral útil de una persona: la formación no concluye cuando se obtiene un título oficial universitario, cuando se concluye formalmente el periodo de estudios universitarios. Antes al contrario, la verdadera formación suele comenzar cuando se inicia la verdadera práctica profesional y deben aprenderse las claves propias de su desempeño.
Bajo ese punto de vista, que es el que todos experimentamos cotidianamente en nuestras profesiones, la formación no concluye nunca, se desenvuelve y complejiza a lo largo de toda la vida, se expande más allá de sus limitaciones formales tradicionales, y se fundamenta en una variedad posible de fuentes de consulta que cada vez tienen más que ver con la colaboración distribuida y con la inteligencia compartida. Si se está de acuerdo con esto, y para muchos de nosotros resulta casi ya una obviedad, la agilidad con que se dé respuesta a las variadas, crecientes y complejas necesidades formativas, a las demandas de las empresas, de los profesionales y de la propia sociedad, son las Escuelas de Negocios quienes proponen una cartera de titulaciones y un conjunto de competencias más acordes con la realidad circundante.
En las Escuelas de negocios tenemos la vocación, precisamente, de alinearnos con esa demanda de formación continuada, proponiendo titulaciones cada vez más vinculadas a la economía abierta, verde, sostenible, social y digital; a la innovación y la agregación de inteligencia colectiva como factores claves del éxito de cualquier proyecto empresarial; a la internacionalización de cualquier iniciativa en un mundo donde los flujos, las redes y la colaboración distribuida se sobrepone a la idea ya sobrepasada de empresa aislada y nacionalmente radicada. En suma, a la formación continuada a lo largo de toda la vida profesional, entendida como formación práctica y expandida.
