Diversos informes internacionales nos están alertando e indicando que sólo el 15% de los empleos serán para personas sin ninguna cualificación. Es por ello, que las administraciones educativas se estén planteando la necesidad de conseguir un mayor número de alumnos/as con formación, así consideran que sería necesario que el 85% del alumnado obtuviese una formación equivalente a formación profesional de grado medio o bachillerato.
Así, el Ministro de Educación D. Ángel Gabilondo presentó el 27 de enero de 2010, el documento "Propuestas para el pacto de estado de educación", en el cual se establece como una de las propuestas para la educación secundaria considerar el cuarto curso con un carácter orientador con dos perfiles para los estudios postobligatorios, es decir, una opción destinada al alumnado que desee continuar los estudios generales (bachillerato) y otra opción para aquellos que deseen orientarse hacia estudios profesionales (Ciclos formativos de formación profesional de Grado Medio).
Dicho carácter ya se hacía alusión en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE) tanto en su preámbulo como en el artículo 25 correspondiente a la organización del cuarto curso: "Este cuarto curso tendrá carácter orientador, tanto para los estudios postobligatorios como para la incorporación a la vida laboral. A fin de orientar la elección de los alumnos, se podrán establecer agrupaciones de estas materias en diferentes opciones".
Pero, ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene la división de 4º ESO en dos perfiles?
Ventajas:
- El currículum se flexibiliza y se adapta a las necesidades e intereses del alumnado. Muchos/as alumnos/as tienen clara su elección de no proseguir estudios de carácter general (bachillerato) y orientarse hacia estudios más relacionados con el ámbito laboral.
- Al establecerse la distinción entre materias destinadas a proseguir estudios postobligatorios bachillerato y ciclos formativos, incentiva al alumnado a concluir la enseñanza obligatoria secundaria, al ofrecerle la posibilidad de con la realización del último año más vinculado a su opción obtendrán el título de Graduado y acceder a la opción elegida.
- Cuando hablamos de la opción encaminada a iniciar estudios en la Formación profesional, sería muy conveniente que las materias que el alumnado elige como propias de la modalidad y las materias que puede elegir sean referidas o vinculadas al ciclo formativo de grado medio que pretenda cursar.
- Como bien sabemos, en la educación secundaria obligatoria se prestará especial atención a la orientación educativa y profesional (LOE; artículo 22), ¿pero se lleva a cabo una orientación planificada, organizada y ajustada al alumnado? Desde el punto de vista normativo, es a través del Plan de Orientación y Acción tutorial del cual se establezcan las medidas y actuaciones necesarias para orientar al alumnado de secundaria a la hora de proseguir sus estudios. Al existir una distinción en 4º de ESO sería necesario un tratamiento específico en 3º ESO de los dos posibles perfiles, cuáles son las materias que se van a cursar, la posibilidad de cambio de perfil y fundamentalmente conocer en qué consiste el bachillerato y los ciclos formativos de grado medio.
- En algunos centros de la Comunidad Autónoma Andaluza, dicho carácter orientador y diferenciador en dos perfiles se ha iniciado, dividiendo las materias en dos perfiles: Bachillerato (distinguiéndose en tres tipos Bachillerato Ciencias y Tecnología y el Bachillerato Humanidades y Ciencias Sociales y Bachillerato Artes) y Ciclos formativos. En los cuales se ha realizado la mera división de materias e indicando al alumnado si deseas alguna carrera universitaria relacionada con la ciencia elige el Bachillerato Ciencias y Tecnología, por ejemplo o si deseas acceder al mundo laboral, accede al 4º ESO dirigido a Ciclos Formativos. No es cuestión de aglutinar alumnos/as en una opción determinada, sino que la elección de éstos/as sea acertada, ajustada a sus intereses y necesidades y para ello, es preciso iniciar desde los primeros cursos de enseñanza obligatoria los procesos de toma de decisiones y las distintas estrategias necesarias a la hora de llevar a cabo una elección.
- Dicha distinción en dos perfiles se puede convertir en: opción Bachillerato para "buenos/as alumnos/as" y opción Ciclos formativos para "alumnos/as que no estudian o no les gusta estudiar", estigmatizando de nuevo a la Formación profesional para aquellos/as alumnos/as que "no sirven" o "no les gusta estudiar". Hay que cambiar dicha concepción tanto del profesorado, como del alumnado y convertir la formación profesional como otra vía tan válida como el Bachillerato, con sus características, peculiaridades y salidas profesionales.
Teniendo en cuenta tanto las ventajas como los inconvenientes, lo que es preciso llevar a cabo una orientación académica y profesional ajustada al alumnado, desde el inicio de la enseñanza obligatoria, de manera que se le vaya ofreciendo las herramientas necesarias para que éste tome decisiones ajustadas y realistas.
En la Comunidad Andaluza, al concluir 4º ESO se elabora el Consejo de Orientación que normativamente está regulado por la Orden 27/7/06 por la que se regulan determinados aspectos referidos a la organización y funcionamiento del departamento de orientación en los Institutos de Educación Secundaria. Dicho Consejo ha de entenderse como una propuesta colegiada del equipo educativo en la que, teniendo en cuenta las expectativas manifestadas por el propio alumnado, se le recomendaran las opciones educativas o profesionales más acordes con sus capacidades, intereses y posibilidades. Siendo el tutor o tutora quién coordine dicha elaboración, con las aportaciones del Equipo Educativo y el asesoramiento del Orientador u Orientadora. Dicho Consejo de Orientación es entregado al alumnado y a las familias con anterioridad al inicio de la convocatoria de escolarización.
Para elaborar un Consejo de Orientación ajustado a las expectativas del alumnado y a sus capacidades e intereses, es fundamental que se lleve un trabajo colaborativo entre el profesorado y el/la orientador/a, de manera que se conozca realmente cuáles son las capacidades e intereses del alumnado para orientarle sobre las distintas opciones educativas posibles, no quedándose en un mero documento donde se indica una posible recomendación sin haber tomado contacto con el alumnado y haber indagado sobre sus expectativas y necesidades.
Siendo conveniente incluir tanto en las tutorías como en las distintas materias aspectos relacionados con la orientación académico profesional.
Recordemos que es función de todo el profesorado: c) La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración con las familias. d) La orientación educativa, académica y profesional de los alumnos, en colaboración, en su caso, con los servicios o departamentos especializados. (Artículo 91. Funciones del profesorado. LOE).
Sólo a través de llevar a cabo una orientación planificada, organizada, coordinada y no puntual, se podrá conseguir una educación integral en conocimientos, destrezas y valores, y por tanto, una elección ajustada y realista a las necesidades de éste.