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De 4º de E.S.O. a la Formación Profesional de Grado Medio
Artículo de opinión
Actualmente existe una gran diversidad de alumnado en 4º de E.S.O., que cursa distintos itinerarios en función de las diferentes materias opcionales y optativas que escogen en su matrícula. Esta etapa tiene un carácter propedéutico, es decir, preparatorio para estudios posteriores, al mismo tiempo que terminal, pues da acceso al mundo laboral con el Título de Graduado en Educación Secundaria.
El nuevo planteamiento que recoge el Pacto Social y Político por la Educación marca dos itinerarios en este último curso de E.S.O. claramente diferenciados en función de los estudios posteriores. El itinerario que permitiría adaptar el currículo 4º de E.S.O. como preparatorio del Bachillerato, respondería entre otras demandas, a la de ampliación de esta etapa postobligatoria que se vienen dando desde diferentes organismos como, por ejemplo, desde la FEDADI (Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Públicos), ya que reforzaría los aprendizajes del alumnado en conexión con el Bachillerato, evitando el gran salto que con frecuencia se produce entre ambas etapas. Esta medida podría disminuir el fracaso en el primer curso de Bachillerato. Por otra parte, la posibilidad de crear un itinerario claramente orientado a la Formación Profesional contribuiría a una mejor preparación del alumnado que posteriormente se incorporará a Ciclos Formativos de grado medio, reforzando su formación profesional de base. Probablemente esta posibilidad de cursar un 4º de E.S.O. más profesionalizador reduciría el número de matrículas en Grado Medio a través de la prueba de acceso, a la que actualmente se presentan alumnos y alumnas que con 17 años ya no desean continuar sus estudios en la E.S.O., optando por esta vía de acceso a la formación profesional. En ocasiones la falta de formación básica les impide superar con éxito la formación de grado medio, quedando al final sin ningún tipo de titulación. Los actuales Programas de Cualificación Profesional Inicial para alumnado sin titulación están trabajando en esta línea, otorgando una cualificación profesional de nivel 1 del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, en su primer curso, e incluso el título de Graduado en Educación Secundaria para quienes voluntariamente cursen y superen el segundo curso.
Una de las prioridades en la "Hoja de Ruta" del Ministerio de Educación para impulsar un nuevo modelo de Formación Profesional es conseguir un mayor número de titulados en los Ciclos Formativos de grado medio. Según los datos aportados en esta "Hoja de Ruta", España tiene una tasa de titulados en esta etapa inferior a los países de nuestro entorno (35% frente a 45% de media en la OCDE), a pesar de que sus tasas de empleo son muy elevadas y de que en otros niveles, como la Formación Profesional de grado superior, se ha conseguido superar un retraso histórico, pasando de tener el 2% de titulados en FP Superior en 1995, al 15% en 2006, es decir, 6 puntos por encima de la media de la OCDE.
Para incrementar el alumnado que titule en Ciclos Formativos de grado medio, serán necesarias también otras medidas, además de esta opción en 4º de ESO orientada a formación profesional. En primer lugar debemos conseguir que un mayor porcentaje de alumnos llegue al nivel de 4º, para lo que deberemos prevenir el fracaso en los anteriores cursos, tanto en Primaria como en Secundaria, especialmente desde 1º a 3º de E.S.O. La obligatoriedad y democratización de la educación secundaria introdujo una gran diversidad de alumnado en los centros de Educación Secundaria. En la enseñanza básica y obligatoria, Primaria y E.S.O., nos encontramos con alumnado con necesidades educativas especiales, dificultades específicas de aprendizaje, altas capacidades intelectuales, incorporación tardía al sistema educativo, o condiciones personales o de de historia escolar, que van a necesitar de una atención e intervención temprana e integral, que garantice una verdadera igualdad de oportunidades.
Solo bajo unos principios de calidad y equidad, podemos llegar a este 4º curso de E.S.O. en igualdad de oportunidades, evitando en todo momento que exista una gran desnivel entre los dos itinerarios propuestos, lo que desprestigiaría la Formación Profesional de grado medio, echando por tierra todo el trabajo que se viene desarrollando desde la entrada en vigor de la LOGSE (1990) y la reforma de la Formación Profesional.
Además de las medidas preventivas se deben planificar medidas de lucha contra el fracaso escolar en los ciclos formativos, que permitan tanto una mayor movilidad entre distintos ciclos en los primeros cursos, como el paso a ciclos superiores dentro de la misma o similar familia profesional, con las oportunas medidas compensatorias para adquirir la formación de base necesaria para acceder a este nivel superior, para el que actualmente es necesario cursar el bachillerato o superar una prueba de acceso correspondiente a este nivel. Igualmente el acceso a la Universidad desde los Ciclos Formativos de grado superior debería respaldarse con una actualización permanente en las validaciones de materias en función de los estudios cursados. También se contemplan procedimientos de reconocimiento, evaluación y acreditación de competencias profesionales adquiridas mediante la experiencia laboral o vías no formales de formación.
La formación profesional, por lo tanto, se concibe como una secuencia continua a lo largo de todo el ciclo vital, incluyendo la formación profesional de base, la formación profesional específica y la formación profesional continua. Para un modelo de desarrollo económico sostenible los títulos deberán preparar a los estudiantes para la sociedad de la información y el conocimiento, atendiendo a las necesidades de los distintos sectores y en constante coordinación con el entramado empresarial.
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