Respecto a la Comunidad Autónoma Andaluza, con la promulgación de la Ley 17/2007, de 10 de diciembre, de Educación en Andalucía se considera como objetivo a llevar a cabo para conseguir un sistema educativo de calidad: "Incorporar las nuevas competencias y saberes necesarios para desenvolverse en la sociedad, con especial atención a la comunicación lingüística y al uso de las tecnologías de la información y la comunicación". Considerando como un derecho del alumnado el acceso a las TIC’s y al uso seguro de Internet en los centros docentes. Indicándose la necesidad de incorporarlas de manera generalizada a los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Pero, todos estos objetivos y principios pedagógicos, ¿Cómo se pretenden llevar a cabo en la práctica educativa?
A través del Programa Escuela 2.0, una iniciativa de innovación educativa que pretende poner en marcha aulas digitales en los centros educativos. Dicho programa pretende la digitalización de 14.400 aulas (con pizarras digitales y terminales portátiles para cada alumno) y 20.000 profesores formados en el uso de las TIC en el curso 2009/2010.
En Andalucía, durante el curso 2009/10, se prevé que 173.595 alumnos y alumnas de 5º y 6º de Primaria de los centros sostenidos con fondos públicos y más de 17.000 maestras y maestros de la Enseñanza Pública dispondrán de un ordenador portátil y de más de 6.400 aulas completamente digitalizadas. Dicho plan se extenderá al alumnado de 1º y 2º de Enseñanza Secundaria Obligatoria. Y en los próximos cuatro cursos escolares todos los centros públicos andaluces se constituirán escuelatic2.0.
Con dicho plan se pretende la inclusión de las TIC’s en el aula como herramientas didácticas habituales, de manera que se consiga una progresiva mejora de la calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
La inclusión de las TIC’s y el Plan Escuela 2.0 ¿es suficiente para la mejora de la calidad de los procesos de enseñanza?
El proceso de enseñanza-aprendizaje no mejora con la simple inclusión de pizarras digitales y ordenadores portátiles en el aula, para que se produzca dicha mejora deben tenerse en cuenta una serie de condiciones y/o circunstancias previas:
- Formación de los docentes. El aprendizaje y la formación supone un desafío constante y creciente. No debemos olvidar que el aprendizaje se produce durante toda la vida (educación permanente) y que los conocimientos adquiridos se convierten rápidamente obsoletos, por lo tanto, se necesita una actualización docente constante. Dicha formación debe conectar con las necesidades que demanda la sociedad, sería ilógico vivir y enseñar en un centro educativo ignorando aquellas competencias que se están reclamando o son necesarias para vivir en sociedad. Dicha formación no debería ser una mera instrucción de contenidos informáticos, sino cómo utilizar dichas herramientas informáticas en su práctica docente, cómo a través de ellas generar situaciones de aprendizaje significativo, empleando metodologías participativas y colaborativas.
- Diseño de materiales. El nuevo entorno educativo requiere que el docente diseñe sus propios materiales adaptados a las características de su alumnado. Deberá mostrar contenidos a través de pizarras digitales y contará con ordenadores con conexión a Internet, que ofrecerán otro tipo de recursos posibles para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje. En este nuevo entorno educativo, el alumnado es también creador de conocimiento y por tanto, también diseñador de materiales.
- Planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Tenemos que tener en cuenta que cualquier innovación educativa debe ser aceptada y conocida por el profesorado (y los demás miembros de la comunidad educativa), cuántas veces se ha intentado llevar a cabo alguna acción y no ha sido conocida por la comunidad educativa de manera adecuada y clara, conllevando al recelo o a su rechazo. Es por ello, necesario por un lado, que se produzca una comunicación directa por parte de las administraciones educativas con la comunidad educativa y por otro lado, planificar la inclusión de las TIC’s en los centros educativos siendo necesario el apoyo y liderazgo del equipo directivo para su inclusión. De esta manera, todos los miembros de la comunidad educativa sumirán el proyecto como propio, desencadenando una implantación del mismo más eficaz y satisfactoria, insertado completamente en la vida del centro.
- Actitud e implicación favorable de la comunidad educativa. Es crucial que todos los miembros de la comunidad educativa conozcan los beneficios y repercusiones de la inclusión de las TIC’s en el aula. Respecto a las familias, deben ser conscientes de los beneficios y las obligaciones que conlleva. Para ello, sería necesario que las familias fuesen formadas en las nuevas tecnologías (a través de la propia administración educativa, escuela de padres y madres, AMPA’s), pues sólo conociéndolas pueden considerar la eficacia y la riqueza de su inclusión en el aula. Algunas familias consideran crucial y fundamental el seguir un libro de texto para conseguir una educación de calidad, considerando la introducción de las TIC’s como un entretenimiento o un aprendizaje lúdico. A través de la formación se conseguiría desechar dicha concepción y valorar la importancia de las TIC’s como una herramienta didáctica eficaz. Por otra parte, el alumnado posee una nueva herramienta "de trabajo" (ordenador portátil) que debe ser utilizado tanto dentro como fuera del centro educativo, es por ello que la familia debe ser responsable y conocedora de su uso en el ámbito familiar.
- Asunción de nuevos roles docentes y del alumnado. Ante la creación de un nuevo entorno de enseñanza-aprendizaje es imprescindible cambiar los papeles tradicionales del profesorado y del alumnado. Se pasa de un modelo unidireccional de formación, en el cual el profesorado es "amo y poseedor" del conocimiento y el alumnado acepta su papel pasivo en el proceso educativo, a un modelo activo, en el que los papeles se intercambian. Donde el objetivo del profesorado es preparar a un alumnado que no sólo sepa acceder a la información, sino también saber "crear" conocimiento a partir de esa información, por lo tanto, saber seleccionar, discernir, valorar, juzgar, criticar la información que está a su alcance. Se fomenta un aprendizaje autónomo, pero también colaborativo, en el cual el alumnado interactúa y aumenta su conocimiento a través de la interacción social con sus compañeros y compañeras, y con los recursos existentes, y por otro lado, el profesorado puede constituir redes de aprendizaje y trabajar de manera colaborativa con los miembros de la comunidad educativa.