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Diversidad en las aulas de las escuelas de arte

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María José López Muñoz. Licenciada en Derecho y profesora de artes plásticas y diseño (Andalucía)
Los centros educativos, cada vez más, reflejan en las aulas la diversidad que existe en la sociedad. Los alumnos que deciden estudiar un ciclo formativo de artes plásticas y diseño, proceden de hogares con contextos culturales y socioeconómicos muy diversos lo que incidirá en la heterogeneidad social, económica y cultural de nuestro alumnado. La diversidad se ofrece como una caraterística de la conducta y condición humana, originada por multitud de factores (sociales, económicos, culturales, geográficos, étnicos, físicos, etc.), que se manifiesta en el comportamiento y modo de vida de los individuos.

Vamos a analizar con carácter general el alumnado que estudia estos ciclos formativos:

-Desde el punto de vista de su procedencia geográfica, nos encontramos alumnos y alumnas que provienen de diferentes puntos de la geografía española y de distintos países, de ahí que en algunas aulas confluyan distintas nacionalidades.

-Por su edad, nos encontramos alumnos y alumnas de edades muy dispares, desde jóvenes con dieciocho- veinte años, hasta adultos e incluso personas mayores ya jubiladas, existen una gran heterogeneidad con relación a este aspecto.

-En relación a su situación laboral, también podremos observar diferentes perfiles:

  • Alumnos sin experiencia laboral significativa previa. Por lo general, estos alumnos serán muy receptivos a la hora de valorar las posibilidades laborales de los estudios. No obstante, su carencia de experiencia laboral puede suponer una preocupación dependiendo de la edad que tengan y pueden albergar cierto pesimismo.
  • Alumnos con experiencia laboral previa que han decido realizar el ciclo para dar un giro a su trayectoria profesional. Por lo general serán, alumnos motivados en tanto en cuanto que su reorientación laboral depende de lo que puedan aprender.
  • Alumnos jóvenes que compatibilizan sus estudios con su vida laboral. Estos alumnos son los que pueden presentar un mayor índice de absentismo y en casos extremos, en los que a ello se sumen problemas personales, son los de mayor riesgo de fracaso escolar.
  • Alumnos ya ubicados, de mediana o tercera edad, profesionales con tiempo libre, amas de casa, parados, jubilados. En ellos, el factor vocacional es fundamental. Pueden presentar ciertos problemas de asimilación de las nuevas tecnologías.
- Desde el punto de vista formativo, entre nuestros alumnos y alumnas podemos encontrarnos jóvenes cuyos únicos estudios han sido la ESO, jóvenes con estudios de Bachillerato o de Técnico y Técnico superior en otros ciclos formativos, licenciados universitarios, o gente de mediana edad con pocos estudios.

El nivel de estudios y capacidad de aprendizaje, presentará los siguientes perfiles bastante diferenciados: Alumnos y alumnas sin estudios previos, como por ejemplo para el ciclo formativo de grado superior  no haber realizado el bachillerato, eventualmente estos alumnos pueden presentar algunos problemas de compresión y capacidad para la retención de información. Suele hacerse presente una falta de costumbre a disciplinas de trabajo.

Y en el otro lado opuesto nos podemos encontrar con alumnos con estudios universitarios, normalmente, estos alumnos, al provenir de un sistema de estudios que requiere iguales o, incluso, mayores cargas de trabajo y exigencia de rendimiento, suelen adaptarse con facilidad al sistema de trabajo del ciclo. Suelen ser alumnos que esperarán un alto grado de eficacia del proceso de enseñanza-aprendizaje.

En cualquier caso, dado la no obligatoriedad de estos estudios, la tónica general será la de un alumnado adulto motivado e interesado por dichos estudios, ya que la realización de los mismos ha partido de su propio interés. También esta heterogeneidad cultural, geográfica, social, etc., hace que las escuelas de arte  supongan un núcleo cultural significativo y diverso dentro de la ciudad donde se ubican las mismas, en el que confluye un alumnado heterogéneo pero con un interés común por el arte, lo  que resulta muy enriquecedor.

Todos los alumnos/as son candidatos para recibir una educación digna y de calidad, con independencia de sus características personales y de su procedencia social y cultural .El principio de diversidad consiste en ofrecer distintas formas de aprendizaje que puedan responder a la singularidad de cada alumno y alumna. Para facilitar la compleja tarea de atender educativamente a todos los alumnos y alumnas proponemos una serie de medidas de atención a la diversidad, que tienen como fin ayudar a los docentes a realizar un ajuste entre lo que pretende enseñar y lo que los alumnos y alumnas pueden aprender, como son: el refuerzo educativo, las adaptaciones curriculares, los programas de diversificación curricular o los programas de garantía social, son algunas de las propuestas de atención a la diversidad.

 Sin  embargo debemos elegir las medidas que más se adapten al contexto con el que nos encontramos, para así poder dar una respuesta más adecuada a las características de nuestro alumnado. Por otra parte, hay que dejar bien asentado que toda actuación con alumnos y alumnas con necesidades específicas de apoyo educativo, pretenderá alcanzar los objetivos y contenidos elaborados para el grupo de alumnos y alumnas del aula. Al tratarse de  ciclos formativos y por tanto de educación post obligatoria, es improbable que se presenten casos de necesidades específicas de apoyo educativo. La diversidad del alumnado dentro de las Enseñanzas de Artes Plásticas y Diseño, viene motivada, en determinados casos muy concretos, por algún tipo de discapacidad, pero en la mayor parte por la distinta procedencia académica, profesional y geográfica del alumnado.

Uno de los aspectos fundamentales del proceso educativo ha de ser la  capacidad para   adaptarse a las necesidades o características intelectuales, sociales, afectivas o de motivación específicas de los distintos alumnos y alumnas no todos los  se enfrentan al aprendizaje con el mismo bagaje de experiencias y conocimientos previos.

Los docentes como profesionales de la educación debemos adaptarnos y hacer frente a esta situación a través de diferentes estilos de enseñanza, técnicas, recursos, etc., sobre todo para fomentar el interés y la creatividad como herramientas para atender a la diversidad de modo que el alumnado participe de forma activa en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ajustándolo a sus necesidades, capacidades y objetivos personales. En la sociedad actual se pretende alcanzar una enseñanza de calidad que debe garantizar que se dé respuesta a los diferentes ritmos de estudio y de aprendizaje del alumnado.

 En consonancia educar en la diversidad es un concepto construido sobre las bases de la igualdad, la justicia y la dignidad humana y un proceso en el que toda la sociedad debemos estar comprometidos, pero nosotros como profesores y profesoras, tenemos un papel fundamental al desarrollar nuestra labor frente a un grupo-clase heterogéneo. Por ello, se abre ante nosotros un largo camino que recorrer en este sentido, teniendo como meta la consecución de una verdadera atención personalizada a las necesidades educativas de todo el alumnado, que permita una igualdad de oportunidades real y efectiva.

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