Compartir el tiempo para formarte es un lujo asumido por pocos. En verano ir a la playa, disfrutar con la familia o simplemente ver una película. En invierno, ayudar en los estudios a tus hijos, en las tareas de casa... En otoño la vuelta al Cole de tus hijos, combatir la rutina venidera...En primavera dejarse llevar por el buen tiempo, hacer compras, viajes... Todo ello, más dedicarle tiempo a la formación continua.Asumimos la idea de la formación cuando se está buscando: un primer empleo, aspirar a un puesto mejor o en el supuesto no deseado de quedarse sin empleo. Pero queda una situación que está detrás de este interrogante; cuando necesitas formarte para ser más eficiente en tu puesto de trabajo.
El empleado que se está formando continuamente, además de conceptuar la experiencia que ha adquirido, hay una transformación en su actitud antes la labor que tiene que realizar, siendo evidente la importancia de la Formación continua. Hoy en día tienes que defender tu puesto de trabajo, preparándote para realizarlo mejor. Las entidades están realizando un continuo examen de ser APTO O NO APTO.
Los empleados, al quedarse sin empleo, se encuentran en una isla desconocida donde la experiencia personal es un grado menor ante los Masteres o Titulaciones. Debe reflejarle al que te entrevista tu ambición por mejorar. En definitiva si te quedas sin casa, sólo ante la vida y en medio de la calle lo único que te encuentras es a Ti mismo, TU CAPITAL HUMANO.
No siempre un buen curriculum vitae te lleva a encontrar o mejorar un puesto de trabajo. Las expectativas que tienes no son cumplidas. Pero si es verdad que toda formación está relacionada en mayor o menor grado a las oportunidades que se encuentren en el Mundo Laboral.
Tu conducta en la empresa puede mejorar con formación continua, es una onda que rebota en una pared plana, maciza y su rebote se presenta ante ti con una claridad de ideas, comprender los objetivos a cumplir en tu puesto de trabajo, en dar solución a situaciones difíciles y tener una perspectiva de FUTURO.
En definitiva, tiene que suponer parte de tu trabajo la dedicación a la Formación continua. Si comparamos una persona que no tiene formación con otra que sí la tiene comprendemos la distancia tan grande que les separa. Un ejemplo evidente es el que explicó mi amigo Pepe: Mi sobrino no quería seguir estudiando, y decidió realizar un curso de electricidad. Ahora está cobrado 1800 euros al mes, tiene 19 años, y yo, el que escribe tengo 39 y cobro 1100 euros, siendo diplomado universitario y con titulaciones diversas.
Si meditamos esta situación, no es para echarme a llorar sino darle la enhorabuena a este muchacho, porque su afán por formarse, ha conseguido un puesto que reclama el mercado laboral y por tanto cobra más, la Ley de la ESCASEZ.
La formación continua debe sostenerse en la ansiedad de darle a la sociedad lo máximo de tu capacidad y si además se gana más dinero. Ole chiquillo/a.
Con todo ello la respuesta a la pregunta "¿Qué importancia tiene la formación continua en la empleabilidad de los trabajadores?? era evidente antes de contestarla. La importancia de la formación continua en la empleabilidad de los trabajadores es indiscutiblemente aplastante. No obstante, leer un libro, explorar por Internet, dialogar con amigos... También es una formación continua y personal que te lleva a mejorar en tu empleabilidad. Las empresas quieren a personas que les aporten cosas y no personas que esperen que les aporten a ellos. EN DEFINITIVA LA FORMACIÓN CONTINUA.
