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Competencias laborales para preuniversitarios. Una experiencia desde un Grupo Empresarial
Artículo de opinión
Los cambios continuos en la tecnología y en la organización del trabajo ponen en cuestión la rigidez de los sistemas formales de formación. Por ello, se tiende cada vez más a poner el énfasis en la formación en competencias profesionales, modelo que permite una mejor adaptación a los cambios y al reaprendizaje de nuevos roles y calificaciones, a la vez que vincular más y mejor el sistema educativo con el sistema productivo.
Un modelo de este tipo presenta ventajas como: la mayor adecuación al mercado de trabajo; la posibilidad de mayor focalización en grupos determinados y la mayor capacidad para aprovechar los distintos recursos de capacitación dispersos en la sociedad.
Se entiende por "competencia profesional” todos los conocimientos, habilidades y actitudes que sirvan para desempeñar mejor un trabajo(1). Es decir, competencias lingüísticas (expresión oral y escrita y dominio de segundo idioma), competencias actitudinales (autonomía, toma de decisiones, espíritu emprendedor, preocupación por hacer las cosas bien y entusiasmo tanto para aprender como para el trabajo), competencias de equipo (organizar, planificar, administrar el tiempo, liderazgo, asertividad y respuesta ante la presión), competencias relacionales (habilidad de relación y de adaptación a nuevas situaciones), competencias cognitivas (análisis, crítica, síntesis, generación de ideas, creatividad e innovación) y competencias instrumentales (uso de la información y de las nuevas tecnologías).
Las competencias profesionales constituyen un factor determinante para la inserción laboral, afirmación avalada por el estudio realizado por Universia, la Fundación Telefónica y Accenture denominado "Las competencias profesionales en los estudiantes preuniversitarios”(2) donde se afirma: Estas competencias son claves para la inserción laboral y su déficit se traslada desde el bachillerato a la universidad y al entorno profesional. Parece necesario incrementar el nivel de desarrollo en cuanto a idiomas y expresión oral y escrita y resulta necesario fomentar también las competencias actitudinales: iniciativa, autonomía, resistencia al esfuerzo y preocupación por hacer las cosas bien. Estas habilidades son muy valoradas en los procesos de selección y el responsable principal de su desarrollo es el propio individuo y su entorno familiar. Sería también recomendable fortalecer capacidades complementarias para el trabajo en equipo como organización del tiempo, planificación, adaptabilidad, liderazgo, capacidad de negociación, etc.
A pesar de lo anterior, el hecho real, es que las habilidades prácticas están menos desarrolladas que el resto de objetivos del bachillerato, aún a sabiendas que la formación en competencias favorece el grado de satisfacción de los estudiantes ya que le encuentran un sentido a sus aprendizajes.
Por ello, el grupo INDEHOLD II (3) ha iniciado un proyecto que puede mejorar, a la vez que acercar, la formación de los bachilleres a los requerimientos del mercado laboral a través de una formación en competencias profesionales.
El grupo INDEHOLD II posee una elevada capacidad formadora del grupo, siendo esta actividad es una de sus vocaciones, tanto para proveer de personal a las empresas del grupo como para poner profesionales en el mercado de trabajo, a través de la formación recibida durante la estancia en prácticas en empresas del grupo.
El crecimiento al que se enfrentará en los próximos años INDEHOLD II, requiere incorporar personal con la cultura corporativa y los valores que le son propios, y es por ello que se propone dedicar parte de su esfuerzo a la formación de sus futuros empleados. Asumiendo que la fuente de personas a incorporar es la Universidad, desarrolla este proyecto para que las personas que se incorporaren al grupo, conozcan la cultura y los valores desde antes de iniciar los estudios universitarios.
El proyecto
El proyecto tiene como objeto facilitar orientación a los estudiantes de secundaria post obligatoria hacia una formación en competencias para estimular un proceso de aprendizaje que sea significativo para los estudiantes, integrando la teoría y la práctica, ya que conecta un determinado conocimiento o habilidad con la diversidad de aplicaciones en un entorno productivo complejo y cambiante. Así como, acompañarles en la formación en competencias durante sus estudios universitarios.
El proceso, más que tendente a entrenar en conocimientos o destrezas puntuales, se orienta a facilitar la identificación de las causas de los problemas presentes en una situación y aportar soluciones creativas y efectivas.
La formación de competencias laborales demanda una metodología basada en el uso de talleres y espacios de simulación, a la vez que implica revisar la concepción de la educación, vista como un escenario de integración de conocimientos, habilidades y comportamientos.
Asumir el enfoque de formación por competencias profesionales impone la necesidad de establecer vínculos muy estrechos con el sector productivo, de modo que éstas puedan relacionarse con el mundo laboral en donde se van a aplicar mediante prácticas o estancias en organizaciones productivas.
Para que los estudiantes desarrollen competencias laborales generales se requiere establecer un entorno que permita cumplir propósitos de diverso tipo tales como informar, persuadir, clarificar, explicar cómo funciona algo, hacer recomendaciones, vender ideas, etc.
Las situaciones de aprendizaje deben permitir al estudiante moverse en un ambiente en el que la solución a los problemas es fundamental y donde el trabajo esté orientado a obtener resultados medibles y satisfactorios. Lo importante es que estas actividades y espacios tengan la intencionalidad explícita de formar competencias laborales generales, lo que se reflejará en la planificación y diseño de estrategias para recoger los aprendizajes de forma sistemática.
El proyecto se inicia con un análisis de competencias de cada persona y se elabora un plan de desarrollo individualizado, para diseñar de forma individual una formación enfocada a la adquisición y desarrollo de las competencias requeridas para su adecuada incorporación al mundo laboral.
Se les requiere como requisitos, conocimientos de informática a nivel de usuario y nivel B de idioma no materno.
La formación se estructura en sesiones semanales de 3 horas de duración en las que se realizarán: talleres para la adquisición y desarrollo de competencias; sesiones expositivas y de debates con profesionales y estudio y discusión de casos. Asimismo acompañarán a estas sesiones, la tutoría y el asesoramiento por profesionales; las estancias en prácticas durante vacaciones y el refuerzo de la formación complementaria (idiomas, informática, etc.).
Los participantes en este programa son alumnos de Bachillerato que son los beneficiarios inmediatos, y los beneficiarios finales serán las empresas que les contraten.
Las sesiones de trabajo:
Las sesiones de trabajo como se ha indicado son semanales y obligatoria un día fijo de la semana, preferentemente los viernes ya que de esta forma los alumnos no pueden plantear como excusa para la asistencia motivos de estudio, a la vez que se les obliga a realizar un ejercicio de responsabilidad y de planificación y gestión del tiempo.
El programa de actividades:
El programa de actividades consiste en 20 sesiones a lo largo del curso:
- Entrevista (individual). Autoevaluación de competencias: perfil personal.
- ¿Qué voy a estudiar?; Por qué?; Cumplo el perfil requerido?; Análisis DAFO: mis fortalezas, mis debilidades, las amenazas y las oportunidades.
- Cómo gestiono "mi tiempo”: planificación y organización.
- Comunicación verbal/ no verbal, grupal, interpersonal.
- Habilidades sociales: escucha activa, empatía, asertividad y resolución de conflictos.
- Inteligencia emocional.
- Trabajo en equipo.
- Gestión de conflictos. Resolución de problemas. Toma de decisión.
- Gestión de la información: Redacción de informes.
- Liderazgo y delegación.
- Resolución de conflicto y problemas.
- Gestión de la información, del conocimiento, del tiempo, del cambio.
- Razonamiento Crítico. Toma de Decisiones.
- Iniciativa y espíritu emprendedor.
- Creatividad, iniciativa y espíritu emprendedor.
- Voy a diseñar mi proyecto profesional.
- Voy a pensar en un proyecto empresarial.
- Tres visitas a empresas y entrevista con profesionales a lo largo del curso.
La evaluación:
La evaluación del avance en la adquisición de las competencias se realiza de forma continua en cada una de las sesiones, siendo los criterios de evaluación la participación activa, la implicación y el nivel de adquisición de cada una de las competencias que se trabajen. Asimismo, el alumno elaborará a lo largo del programa un portafolio con cada una de las sesiones, que será uno de los elementos de evaluación.
PLAN PILOTO
Se realizó una primera comunicación a los padres invitándoles a una sesión informativa a la que debían acudir con sus hijos en la que se les explicaron los objetivos del proyecto y se les solicitó autorización para aquellos que estuvieran interesados en participar en el proceso de selección.
Los participantes en el programa piloto han sido 20 alumnos de 1º y 2º de bachillerato, seleccionados de un grupo inicial de 40, previamente preseleccionados por los centros.
Los preseleccionados y autorizados por su padres, asistieron a la prueba de selección y evaluación mediante el instrumento 16 PF-5 (4) , un cuestionario de personalidad de 16 factores que se utiliza para identificar los principales componentes de la personalidad mediante el análisis factorial y una entrevista.
El nivel aptitudinal se valora mediante la aplicación de la batería PMA, aptitudes mentales primarias, que permite una evaluación importante, aunque no única, de la inteligencia mediante una labor de prediagnóstico, ya que no se puede utilizar como un valor absoluto, sino para aportar una visión de conjunto. Mide cinco factores: comprensión verbal, concepción, espacial, razonamiento, cálculo numérico y fluidez verbal, que en su conjunto permite obtener un indicador general de inteligencia.
El último pilar de la evaluación es la entrevista por competencias, donde el candidato despliega las habilidades sociales de las que es poseedor y se somete a un proceso predefinido en el que se le marcan las pautas para poner de manifiesto sus capacidades y debilidades en un contexto dinámico de actuación.
Los resultados de las sesiones se han seguido y analizado para conocer el grado de aceptación e implicación de los participantes, pudiendo decir que el nivel ha sido excelente, tanto en la implicación obtenida de los alumnos como por el grado de satisfacción que los mismos han mostrado al finalizar la experiencia.
La intención es continuar en los años sucesivos con estos estudiantes, ya alumnos de universidad, para generar un alumno implicado con su universidad a la vez que un profesional adaptado a las necesidades de un mercado cambiante.
Notas al pie:
1. Tomado del estudio "Las competencias profesionales en los titulados. Contraste y diálogo Universidad- Empresa”. Universia y Accenture 2007
2. Las competencias profesionales en los estudiantes preuniversitarios” Universia, Telefónica y Accenture. 2008
3. El Grupo para el Desarrollo y la Innovación, INDEHOLD II (www.indehold.com), nace con la clara vocación de soporte a las empresas que lo integran, siendo su objetivo principal aumentar el valor de la cartera de negocios a través del logro de sinergias entre sus unidades
4. Instrumento de difusión internacional en los ámbitos de la evaluación psicológica, siendo las áreas de mayor aplicación la laboral, la orientación vocacional y la profesional, siendo apto para valorar candidatos desde los 16 años de edad, por lo que resulta especialmente indicado para el propósito evaluativo.
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