Encuentra tu curso ideal
9%
¿Qué quieres estudiar?

Los síes y los noes a Bolonia

Artículo de opinión


  • Deja tu comentario
  • Valora


Juan José Millán. Director del Centro Psicopedagógico -ÁREA 44- y Jefe del Departamento de Orientación y Profesor de Español en Educación Primaria en el Colegio Suizo de Madrid
Tal y como ha podido verse en los medios de comunicación últimamente, un numeroso grupo de estudiantes universitarios (más bien miembros de grupos anti-sistema que estudiantes universitarios, entre otras cosas por la edad de los que aparecen en las imágenes) se están manifestando en contra del llamado plan Bolonia. Quizá no sepan que ese plan es ya una realidad y que España fue uno de los primeros países que se adscribieron al mismo y, como en muchas otras cosas, de los últimos en aplicarlo.

Comenzaré exponiendo qué es lo que me deja un tanto insatisfecho de este plan. Desde mi punto de vista, se pierde diversidad académica. Han existido Diplomaturas, Licenciaturas, estudios de Segundo Ciclo? ahora sólo existirán Grados. Considero que existen ramas en las que es preciso adentrarse más que en otras, que pueden completarse mediante postgrados o los malogrados segundos ciclos, véase el caso de la Licenciatura en Historia y Ciencias de la Música, perfecto complemento para los maestros de Educación Musical, con el que amplían su competencia docente a Secundaria y Bachillerato y se abren nuevos horizontes laborales. La Licenciatura en Psicopedagogía, es una gran pérdida. Estudiada por maestros, educadores sociales o estudiantes de Psicología con el primer ciclo completo, ofrece un bagaje que no puede ser complementado por otros estudios. Y así sucede con Bioquímica, Literatura Comparada, Antropología Social y Cultural, y un amplio etcétera.

Los segundos ciclos desaparecen, pero serán todos ellos sustituidos por estudios de Postgrado.

Otra de las cosas que no me termina de convencer es el fin de la especialización de base. Claro ejemplo de ello son los Magisterios, que pasan de una gran opción de especialidades que se cursan por elección al acceder a la Universidad (Primaria, Infantil, Lengua Extranjera, Educación Física, Audición y Lenguaje, Educación Especial y Educación Musical) a sólo contar con dos (Infantil o Primaria) Se gana un curso de formación, pues se convierten en estudios de Grado (4 años) desde condición de Diplomatura (3 años), y se ofrecerá un Postgrado en el que se recibirá la especialidad. Sí, es lo mismo. Actualmente, "antes de Bolonia? siendo maestro, se puede cursar cualquier segunda especialidad en un solo curso, a excepción de Infantil, Educación Especial o Audición y Lenguaje, que suelen llevar más tiempo, no obstante, una buena organización lo permitiría sin duda alguna.

Esta nueva estructura: formación base para todos de cuatro años, seguida de un postgrado de especialización conlleva a dos reflexiones enfrentadas en sí mismas. La primera de ellas sobre la pérdida de saber específico frente al conocimiento compartido seguido de una especialidad. Todos tienen un bagaje compartido de cuatro años y una especialidad que se adquiere desde la perspectiva de haber cursado cuatro cursos Universitarios. La segunda reflexión: títulos "conservadores? frente a nuevos títulos. Es el caso de algunas facultades de Historia, que ofrecerán un Grado en Historia y Ciencias de la Antigüedad donde podrán cursarse materias relacionadas con la historia, lenguas Clásicas, arte, literatura, etc. También ofrecerán los estudios de Historia. La confrontación surge al preguntarse: ¿No será enriquecedor que contemos con verdaderos especialistas en una época concreta? ¿Pero serán capaces de conocer las implicaciones que los fenómenos acontecidos en, pongamos, el siglo IV a. C, han podido tener para la sociedad europea del siglo XVII? Dudas que se irán disipando con el paso del tiempo y el acceso al mundo laboral de nuestros futuros Graduados. Ejemplos como este existen en todas las Universidades de España que, dicho sea de paso, han visto como, sobre todo en las áreas de Humanidades, desaparecen títulos y muchas asignaturas.

Pese a ello Bolonia debe verse como algo positivo. No se estudiará ni más ni menos (salvo en el caso de los diplomados que verán incrementados sus planes de estudio un año más). Véase el gráfico 1 al respecto.



Puede detallarse, como ampliación al gráfico 1, que para cursar estudios de Doctorado en el sistema Bolonia, será necesario realizar estudios de Postgrado con una duración de dos años, en el que se tendrá un fuerte contenido en metodología investigadora. Y valga también la salvedad de los Grados en Medicina y Arquitectura y, según parece (ya que en España aun no queda muy claro) algunas Ingenierías, que seguirán con su duración de 6 cursos académicos.
Uno de los grandes motivos para decir "sí? a Bolonia es la homogenización de los planes de estudio respecto al resto de la Unión Europea, lo que asegura mayor movilidad de estudiantes y de trabajadores (futuros Graduados Universitarios) al ser los mismos los planes de estudio y las competencias adquiridas.

La ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) es la organización responsable de dar el visto bueno a los nuevos planes de estudio, lo que debería garantizar calidad en ellos.

El plano económico ha sido muy criticado. El ICO, en su plan "Renta Universidad? dispone prestamos de 6.000 ? al 0% TAE a pagar durante 15 años desde los 5 siguientes a la concesión del mismo, es decir, cuando el estudiante ya puede acceder al mundo laboral (1) . La cuantía destinada a estos créditos es de 150 millones de euros.

Los grupos tendrán una ratio considerablemente inferior a la actual. El sistema de créditos cambia como en el gráfico 2 se expone, y ofrecerá una información más real del trabajo en cada asignatura, desapareciendo aquellas situaciones en las que un grupo de una misma asignatura se llena, mientras en el otro sólo entran los que no han tenido más remedio por el sorteo de matrícula y se han agotado las plazas. Generalmente el criterio que siguen los estudiantes en estos casos es que el profesor libera de exámenes a sus estudiantes a cambio de trabajos, o todo lo contrario, sólo hay que hacer un examen para aprobar en vez de una veintena de trabajos. Ahora habrá igualdad al respecto.



Algo novedoso que viene con Bolonia, y no entiendo por qué antes no se hacía así en todas las Facultades, es la nueva estructuración de los programas de las asignaturas que, además de ser bilingües (español/inglés), informarán acerca de los requisitos previos para cursar cada asignatura, obligatoriedad de la asistencia a clase, datos del profesor, objetivos, , referencias bibliografía, métodos docentes, tiempo estimado de trabajo del alumno, método de evaluación y porcentajes en la calificación y, de forma opcional, cronograma de actividades. No todos estos puntos generan una novedad, no obstante, algunos de ellos sí y, sobre todo, que cuenten con un mismo formato dará cierta coherencia y estructuración de la asignatura al alumno.

El planteamiento es interesante. No obstante, quedará ver cómo se lleva a cabo, cómo se aplica, cómo los docentes se ajustan a él y cómo las diferentes Facultades y/o Universidades encaminan sus departamentos, a sus profesores y sus normas institucionales a favor de su desarrollo. En resumen, queda por ver "cuánto Bolonia? se aplicará y "cuánto sistema anterior? se ofrecerá bajo el nombre de Bolonia.

Parece que los estudiantes Universitarios van a tener que trabajar más, tendrán que construirse su asignatura a partir de las clases más o menos magistrales, y para ello tendrán que tener un buen ritmo de trabajo y ser responsables.

Me gustaría que una reforma así se hiciera también en la Educación Primaria y en la Educación Secundaria, donde deben recoger conocimientos de base, adquirir destrezas, procedimientos y actitudes que hoy, desengañémonos, no se adquieren, ni siquiera los escolares se acercan a los mínimos. Enviar a estos estudiantes a una Universidad pensada para los "trabajadores? puede generar ese "antiguo plan vestido de Bolonia?. Para que Bolonia sea una realidad y nuestros estudiantes Universitarios adquieran las competencias necesarias, hay que trabajar bien desde abajo, en las escuelas, inculcando el esfuerzo, el trabajo, la recompensa al que aúna ambos, la rectitud, el orden, la disciplina (aunque pueda sonar mal a algunos), respeto mutuo y consigo mismo? Y también debe empezar desde las familias, mediante una rica educación en valores, límites, amor y, en su caso, creencias.
La educación es un castillo de naipes en el que una carta la coloca la escuela y la otra la familia. Si la base no está firme, más temprano que tarde todo se derrumbará y no habrá pie al debate Bolonia. Sino que se abrirá un nuevo interrogante, que debería haberse abierto ya: ¿por qué los estudiantes llegan tan mal preparados a la Universidad? ¿Por qué existen cursos "cero? en las Facultades?

Por lo expuesto, a mí Bolonia me convence, y me convence bastante, aunque aun necesitamos ver los resultados de unas cuantas generaciones de Graduados Universitarios para conocer si los efectos deseados se cumplen, y qué efectos no deseados aparecen, que los habrá. Pero si por algo me convence Bolonia es porque espero que tras ella, se genere un cambio también en la Educación Primaria y Secundaria para que Bolonia, cima de nuestro castillo de naipes, jamás se derrumbe por una mala base.

Notas al pie:

1.- http://www.ico.es/web/contenidos/2522/index.html (Consultado a 26 de mayo de 2009)
Deja tu comentario
Ver comentarios