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Conclusiones sobre el Proceso de Bolonia relacionadas con la orientación profesional en la universidad
Artículo de opinión
En primer lugar diremos que en nuestra opinión la reforma universitaria facilita la transparencia, la movilidad, y la garantía y acreditación de la calidad, lo que en general quiere decir que nuestros estudiantes, como actores fundamentales de la nueva Universidad surgida de Bolonia, podrán con lo adquirido en su Universidad de procedencia presentarse en otro país con las mismas garantías que tienen aquí ahora, puesto que su Título, gracias a los créditos ECTS, al Suplemento al Diploma y a otros mecanismos desarrollados en estos últimos años, tendrá efectividad inmediata en cualquier país del entorno europeo.
Además el nuevo marco promueve la calidad de las enseñanzas al promover la autonomía universitaria y acreditarla mediante sus correspondientes acreditaciones.
Por todo lo anterior la Declaración de Bolonia de 1999 hablaba de "mobility and co-operation in quality assurance”.
Por lo tanto y resumiendo el sistema de transición al nuevo marco debe de estar presidido por la flexibilidad y la simplificación.
En segundo lugar el hecho el que las Titulaciones estén ordenadas en Grado-Master-Doctor supone una nueva ordenación que facilita el que los estudiantes decidan en qué nivel desean apearse; con el Grado que no conlleva especialización a no ser por los itinerarios que puedan incluirse dentro del título, con el Master que si lo conlleva o con el Doctorado, que es el último peldaño del sistema educativo español.
En tercer lugar pensamos que la situación actual del proceso de Bolonia en los países europeos va adquiriendo tintes de igualdad a medida que se acerca el año 2010, a pesar de que algunos partían con ventaja al ser sus sistemas universitarios más convergentes con una realidad que para otros es nueva, como ocurre en el caso español.
Todo lo anterior repercute en el papel de la Orientación Profesional en este contexto. Dejando de lado sus funciones clásicas podemos plantear una serie de recomendaciones sobre el trabajo que los orientadores debemos desempeñar en este marco que nos sirvan de guía para los próximos años:
- Abogar por el incremento de la presencia de orientadores en el ámbito universitario, donde ahora no estamos presentes al menos directamente e incrementar el número de estudios e informes con aplicación práctica que se realizan desde nuestra disciplina sobre la realidad universitaria y sobre la realidad de los estudiantes y su adecuación dentro de ella además de incrementar la evaluación sobre nuestro propio trabajo
- Estar más presentes en los últimos momentos de la Educación Secundaria informando y enseñando a informarse sobre posibilidades, oportunidades, toma de decisiones que se habrán de estudiar y realizar en los próximos años no esperando a que el estudiante se convierta en universitario para realizar estas funciones, lo que en el fondo significa acompañar en todas las transiciones, desde la que va de la Educación Secundaria a la Superior hasta las transiciones en la vida profesional a lo largo de la vida
- Incrementar el grado de ayuda que prestamos a los estudiantes en su elección de itinerarios formativos y profesionalizadores para adecuarlos en mayor medida a sus necesidades e intereses, lo cual puede realizarse con una labor informativa más intensa sobre la planificación del uso de los créditos de formación de los que disponen para configurar perfiles profesionales determinados y también con una labor informativa sobre el uso de los Postgrados como formas de especialización y la oportunidad que representa la posibilidad de realizar parte de la formación universitaria en otro país dentro del EEES
- Ayudar a construir las nuevas formas educativas que deberán reinar en el nuevo marco universitario, para lo que se deberá incrementar el apoyo al profesorado en su labor y en su cambio de la lección magistral a formas más permisoras de la participación activa del estudiante
- Reflexionar sobre cómo establecer una colaboración más estrecha universidades-empresas, puesto que al fin y al cabo el desarrollo de Competencias Profesionales y en general de lo aprendido en los centros debe realizarse en el marco productivo, lo que nos llevaría a la necesidad de que la Universidad sea una institución al servicio del mercado, algo alejado de los planteamientos actuales y por lo tanto algo que supone un gran desafío tanto para nuestra disciplina como para la comunidad universitaria en general
- Finalmente encontrar nuevas formas de acercarse a la realidad universitaria, tanto a los encargados de su ordenación y administración como a los propios universitarios, desarrollando a su vez nuevas formas de informarles y también de formarles y enseñarles a informarse que les hagan más autónomos y les ayuden a desenvolverse en el actual marco cambiante, lo cual nos ayudará a su vez a cumplir nuestra tarea de despejar incertidumbres sobre la nueva realidad universitaria.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Comisión Europea. (1999). "The Bologna Declaration of 19 June 1999. Joint Declaration of the European Ministers of Education”. Bruselas: Comisión Europea.
Comisión Europea. (2005). "The European Higher Educational Area-Achieving the Goals”. Communiqué of the Conference of European Ministers Responsible for Higher Education. Bergen 19-20-5-2005.
CRUE. (2003). Declaración de la Conferencia de Rectores de las universidades españolas sobre el Espacio Europeo de Educación Superior. Madrid: CRUE.
MEC. (2007). Proyecto de Real Decreto enviado a Consejo de Estado por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales. Working Group Portability of Grants and Loans. (2007). Report to the Bologna Follow Up Group. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas.
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