¿Qué entendemos por educación en el tiempo libre? ¿Qué influencia tienen las actividades programadas para el tiempo libre en el desarrollo integral de la persona?Son conjunto de actividades que se desarrollan fuera del marco escolar que tienen una clara intencionalidad educativa y que pretenden mejorar las actitudes y transmitir valores de las personas que participan. La educación en el tiempo libre tiene muchas posibilidades para el desarrollo integral de la persona en tanto que es un espacio educativo no sujeto a obligaciones (como puede ser el del marco escolar sujeto a un currículum académico), y en el que prima lo lúdico, las relaciones interpersonales y con el entorno, la autonomía personal, la solidaridad, etc y se potencian desde la cotidianeidad los valores y actitudes. Tiene por tanto un enorme potencial de desarrollo de competencias emocionales y preelabórales (iniciativa, responsabilidad, trabajo en equipo,…)
En verano aumenta la oferta y la demanda de actividades para el tiempo de ocio. ¿Qué requisitos debe tener una actividad de este ámbito para considerarse educativa?
En general dentro del conjunto de actividades que se desarrollan en el tiempo libre, hay diferentes ponderaciones del carácter educativo. Algunas acentúan más aspectos explícitos, y otras no. De todas formas, los criterios que hacen que una actividad que se realiza en el tiempo libre sea educativa estarían relacionados con la intencionalidad claramente educativa manifestada por la institución y también por los propios monitores de las actividades. Por la formulación de la atención a los niños y jóvenes, con unos planteamientos, unos objetivos y una metodología adecuada. En tercer lugar deben estar claramente explicitados los valores que se quieran trabajar con los participantes en las actividades.
¿Qué importancia tiene la educación en el tiempo libre en la estructura y funcionamiento de la educación reglada?
La escuela cada vez más ofrece algunos elementos que ayudan a la utilización del tiempo libre con mayor sentido, fruto de una apuesta -dentro de las limitaciones institucionales y curriculares- por la educación integral de la persona. También es cierto que en la escuela en estos momentos existen muchos espacios educativos fuera estrictamente del aula que pueden contribuir al desarrollo pleno del niño, como pueden ser los espacios de entrada y salida del colegio, el comedor y las actividades complementarias, todos los espacios de los patios, las actividades extraescolares, las salidas de un día, las colonias y convivencias que se puedan desarrollar. Todos estos espacios permiten educar en valores y actitudes, permitiendo orientar para la mejor utilización de ese tiempo libre. En este nuevo contexto sería importante una reflexión educativa sobre este nuevo espacio, y la relación con agentes educativos expertos en su desarrollo.
¿Qué papel debe tener la familia en la educación en el tiempo libre?
La familia es un agente clave en la educación al igual que la escuela y las instituciones de educación en el tiempo libre. Todas las decisiones o planeamientos que haga la familia en relación a este tema son absolutamente claves. En este sentido es muy relevante cómo la familia organiza su tiempo libre, qué actividades se propone hacer y con quien ya que todas estas variables van a influir en las pautas y valores que se trasmiten a los niños.
¿Qué diferencia hay entre las actividades extraescolares y las actividades educativas para el tiempo libre?
No existe un criterio claro de delimitación si no referimos a la actividad en sí, porque a veces son muy parecidas y aparentemente sólo cambia el marco en que se desarrolla (la escuela o bien una entidad u organización de tiempo libre como puede ser una fundación, un centro escolta o un centro de tiempo libre). Sin embargo, en ocasiones el planteamiento que hay detrás de estas actividades, la relación con otras personas, el carácter voluntario de los educadores que las desarrollan, etc. hacen que tenga una significación e intencionalidad diferente. En muchos casos, en las instituciones de tiempo libre la intencionalidad educativa es muy alta, la presencia social y los valores que se quieren transmitir son muy relevantes y éstos a veces no se dan con la misma intensidad en el marco escolar.
Generalmente, se tiende a simplificar las funciones de los profesionales de la educación en el tiempo libre asociándolas exclusivamente a las competencias de los monitores y los educadores. Pero, ¿Cuáles son los perfiles profesionales de los trabajadores en el tiempo libre? ¿Es necesaria una mayor definición de estos perfiles?
Las nuevas necesidades sociales están ampliando los espacios de actuación en el tiempo libre. Se trata de un sector claramente en crecimiento y en desarrollo y por lo tanto aún no están perfectamente delimitados estos perfiles, en el que además convive la intervención de voluntarios, con un valor social altísimo y que debe salvaguardarse, con profesionales. Existe una larga tradición de monitores y directores de tiempo libre que desarrollan, a partir de una formación sólida, estas funciones. Por ejemplo, la Fundación Pere Tarrés forma a monitores del tiempo libre desde el año 1960 y actualmente pasan por nuestras aulas unos 5.000 jóvenes al año. Es cierto también que conviven con perfiles vinculados a la formación profesional y a la formación universitaria, y que determinadas funciones relacionadas con gestión y dirección de programas y proyectos complejos o muy especializados están siendo asumidas por ellos. La propia definición y consolidación del sector socioeducativo y social, irá delimitando las actuaciones si bien debería preservar, en beneficio de la infancia, el compromiso social y educativo de muchos jóvenes.
¿Qué importancia tiene el voluntariado en el desarrollo de actividades en el tiempo libre?
El voluntariado tiene un papel fundamental. En primer lugar representa un volumen importantísimo del conjunto de actividades que se desarrollan. Sin la contribución del voluntario sería imposible realizar con calidad un número tan importante de actividades. El voluntariado también es un claro ejemplo de gratuidad y servicio de muchas personas jóvenes que contribuyen a la educación de los niños y niñas, y ese mismo ejemplo ya tiene un valor social y educativo incalculable.
¿A qué se debe el elevado índice de movilidad laboral entre los trabajadores del sector? ¿Resulta beneficiosa esta movilidad?
Seguramente por el contexto de la crisis hay que señalar que esta movilidad se ha frenado de manera significativa. En muchos casos esta movilidad se explica por las propias características de la actividad: por la estacionalidad de la acción educativa, por las jornadas parciales que no permiten un salario pleno, o a veces jornadas muy diseminadas que hacen que existan unas condiciones de trabajo no suficientemente satisfactorias para el profesional. A nadie interesa esta movilidad, aunque debe avanzarse y dignificarse las condiciones laborales para que sea un sector atractivo.
¿Se deberían favorecer políticas de empleo para garantizar la continuidad laboral de los monitores? ¿Cree que existe cierta precariedad laboral en el sector?
Si que existe precariedad laboral en el sector a pesar de que en los últimos años, por ejemplo en el caso de los monitores en Cataluña, ha aumentado su salario más de un 40%. Aún tienen salarios muy bajos que no permiten unas condiciones satisfactorias y deben mejorarse para poder estabilizar esta figura profesional. En este sentido es muy importante el papel de las familias y de las administraciones públicas en el reconocimiento, validación y disposición a asumir los costes que exigirían unas condiciones satisfactorias y justas para estos profesionales.
También hacen falta políticas decididas por parte de la administración para consolidar el sector y financiar más ampliamente la formación continua, y desarrollar estudios que permitan conocer la realidad y capacitar a las organizaciones que prestan estos servicios.
