Caminamos hacia una autonomía pedagógica y de gestión de los centros educativos que derivarán con el paso del tiempo en una clara diferenciación entre ellos. Y estas diferencias se reflejarán en la calidad que pueda ofertar cada uno y en el tipo de educación que se oferte en consonancia con cada Proyecto Educativo, por lo que los padres podrán elegir en base a sus convicciones ideológicas pero también tendrán la posibilidad de comparar en base a la calidad que cada colegio ponga sobre la mesa.Los centros educativos se han ido convirtiendo, así mismo, en una especie de cajón de sastre donde cabe casi todo. Desde educación tradicional hasta la educación transversal: educación vial, para la salud, la paz, el medioambiente, la sexualidad, al consumidor,…sin olvidarnos que poco a poco nos han convertido en una especie de sucursal de las administraciones educativas teniendo que afrontar una enorme carga burocrática (becas, gratuidad de libros, estadísticas, planes y pruebas por doquier,…) y sin que para ello recibamos ayuda alguna.
Ante este panorama creo que resulta indispensable "la profesionalización” de la función directiva y creo que no sería descabellado pensar, en un futuro próximo, establecer una especie de escalafón de los distintos puestos directivos acompañado de la indispensable formación académica, de gestión empresarial, de pastoral (los centros católicos) y hasta de algunos fundamentos jurídicos básicos.
Los Equipos Directivos tienen la misión de gestionar unas empresas un tanto especiales dado que la materia prima con la que trabajamos son personas y el producto final ha de ser una educación y formación de calidad.
Según estudios británicos el factor más importante para que un centro educativo tenga éxito es la calidad del director. Es evidente que el estilo del director impregna el rumbo que marca el Equipo Directivo del centro y es indudable que la clave del éxito está en que el equipo funcione como tal, que cada miembro tenga muy clara sus funciones, que exista lealtad y corresponsabilidad entre todos.
Para todo ello se precisa de una adecuada formación que ayude a rentabilizar y optimizar los recursos: humanos, materiales, económicos y tiempos con los que cuenta el colegio. No es suficiente con los voluntarismos y el afán por hacer las cosas bien. Es indispensable una buena formación, pues los directivos no nacen sino que se hacen.
A continuación señalo algunos de los aspectos formativos en los que se debería profundizar para configurar un buen equipo directivo:
- Formación pedagógica.
- Formación de gestión empresarial:
- Optimización de recursos humanos, económicos y materiales.
- Optimización de los tiempos.
- Saber trabajar en equipo.
- Claridad en los objetivos a conseguir. Proyecto de Gestión.
- Formación Pastoral (centros católicos).
Cómo el título del artículo indica, concluyo diciendo que la formación es indispensable para que existan equipos directivos capaces de llevar a los centros a las mayores cotas de calidad que redunden en beneficio de la educación que se imparte. Por ello creo que sería interesante ir reflexionando en la necesidad de crear un Cuerpo de Directores profesionalizados y formados, tal y como existen en otros países de nuestro entorno.
