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"Habría que mejorar la orientación tanto al final de la ESO como durante el Bachillerato y en general a toda la población para que en estas épocas de crisis, ningún joven se incorpore al mercado de trabajo sin una formación profesional"
Entrevista
Es muy importante que en estos momentos de crisis el ministerio haya lanzado un nuevo impulso para la formación profesional, porque seguramente es la mejor herramienta para impulsar la renovación del modelo productivo español. Impulsar los centros integrales de formación para hacer más flexible la oferta formativa y adaptarla mejor a las necesidades del mercado de trabajo me parece que es una buena línea de trabajo. Por otra parte poner en marcha un mecanismo de reconocimiento de la experiencia profesional motivará a muchas personas para completar su formación y su cualificación. Las medidas del ministerio me parecen bien encaminadas y quisiera animar al equipo ministerial que sigan por este camino renovando la formación profesional removiendo los obstáculos que dificultan su desarrollo.
Una de las prioridades del gobierno es conseguir un mayor número de titulados en Formación Profesional de Grado Medio, coincidiendo con los datos presentados por el estudio de La Caixa "La formación profesional en España".¿Qué medidas se pueden llevar a cabo para incentivar la Formación Profesional de Grado Medio?
El principal escollo para potenciar los ciclos de formación profesional de grado medio es el bajo nivel de graduación de los jóvenes en la ESO, con lo cual no pueden seguir sus estudios. La actual alternativa de promover los Programas de Cualificación Profesional Inicial me parece una buena iniciativa mientras no se consigue un mejor rendimiento en la ESO. Esos programas pueden contribuir a que muchos jóvenes además de prepararse mejor para entrar en el mercado de trabajo puedan recuperar los niveles de enseñanza necesarios para seguir sus estudios por ejemplo con un ciclo de grado medio. Es una segunda oportunidad que espero dé los resultados necesarios y contribuya a aumentar las matrículas en los ciclos de grado medio.
Además habría que mejorar la orientación tanto al final de la ESO como durante el Bachillerato y en general a toda la población para que en estas épocas de crisis, ningún joven se incorpore al mercado de trabajo sin una formación profesional.
¿Considera que la elevada tasa de abandono prematuro del sistema educativo repercute en el bajo índice de estudiantes de FP de Grado Medio?
Sí, ésta es la principal causa, tanto para los jóvenes que no obtienen el graduado de la ESO como para los que si la obtienen y o bien no siguen estudiando o intentan un bachillerato y si les va mal se dirigen directamente al mercado de trabajo. Hay que insistir una vez más que la formación profesional es la vía de la especialización y la cualificación para cualquier joven antes de incorporarse al mercado de trabajo, salga al nivel que salga del sistema educativo. Hoy en día solamente con niveles generales de educación no es suficiente para obtener una buena posición en el mercado de trabajo, y la especialización cualificada la ofrece la formación profesional.
La consellera de Trabajo de la Generalitat de Catalunya, Mar Serna, reveló en una presentación en el Círculo de Economía que "por primera vez, en Cataluña hay más chicos inscritos en Formación Profesional que en Bachillerato”. ¿Cuál es la situación en el resto de comunidades autónomas? ¿Considera que la crisis está cambiando la tendencia en cuanto a formación?
Seguramente la crisis tendrá influencia en el comportamiento de los jóvenes y de toda la población en general. Igual que pasó en crisis anteriores podemos prever que los jóvenes invertirán más en formación porque la oferta del mercado de trabajo es poco atractiva en estos momentos. También hoy a diferencia de otras décadas anteriores la población activa es más consciente que la formación es la mejor defensa ante la crisis. Habría que satisfacer esa demanda creciente de formación e incluso potenciarla.
¿Qué beneficios supondría para la economía española la mejora del nivel de cualificación del mercado de trabajo?
El nivel de cualificación de la población activa es muy bajo comparado con otros países, especialmente en los niveles intermedios de bachillerato y formación profesional, en cambio España está mejor en cuanto a volumen de universitarios. Si no se cambia esa situación difícilmente se podrá producir un cambio del modelo productivo hacia una economía más competitiva en productividad e innovación. Estoy convencido que la mejor manera para impulsar el cambio productivo es ofrecer más mano de obra cualificada. Esta mano de obra contribuirá a impulsar un cambio en el mundo laboral.
¿Qué responsabilidad tienen las empresas y el mercado de trabajo, en general, en el bajo nivel de cualificación de los trabajadores?
Históricamente ha habido una mutua adaptación entre unas empresas poco exigentes en cuanto a cualificación y una escasa oferta de mano de obra cualificada. Esa espiral debe romperse y está en manos del sistema educativo romperla por la parte de la oferta de mano de obra cualificada, pero las empresas han de responder a este desafío. Hoy más que nunca sería necesario un gran acuerdo entre todas las partes para impulsar la cualificación y la formación en el mercado de trabajo.
¿Qué ventajas han supuesto las prácticas en empresas para los estudiantes, los centros educativos y las empresas?
Las prácticas en las empresas han tenido un efecto muy positivo puesto que han ayudado a acercar la formación a la empresa y viceversa, pero habría que impulsarlas aún más con una más estrecha relación de las empresas con los centros formativos de su entorno. Creo que también habría que ampliarlas a la formación ocupacional.
¿A qué cree que es debido el incremento del porcentaje de mujeres que cursan Formación Profesional?
Las mujeres están invirtiendo más en formación que los hombres y no tienen tanta presión para integrarse en el mercado de trabajo, aunque la crisis y el elevado nivel de endeudamiento de las familias está contribuyendo también a presionar a las mujeres que aún no lo hacían a incorporarse al empleo. Por otra parte las expectativas laborales de las mujeres son más elevadas que los hombres y están esforzándose mucho más en seguir estudios de mayor nivel para situarse mejor en el mercado de trabajo porque también saben que les será más difícil. Hoy las mujeres aspiran a los mejores trabajos y por ello saben que deben prepararse. Es una lástima que el mercado de trabajo no de satisfacción a estas aspiraciones y se pierda un porcentaje elevado de talento femenino en el trayecto.
En el informe se apunta que existe dificultad para articular un sistema central de Formación Profesional compatible con la descentralización que supone la transferencia de competencias a las autonomías y la falta de consenso entre ambos terrenos administrativos. ¿De qué forma se podría lograr el consenso?
La falta de un consenso entre las autonomías, la administración central y los agentes sociales y económicos es la principal barrera para que avancen las reformas necesarias para un mayor desarrollo de la formación profesional. Creo que en la óptica de un mayor desarrollo de la formación profesional todos podrían salir ganando y el acuerdo sería posible. Pero es necesaria una visión global de la situación para promover cambios que afectan a las posiciones de todas las partes, pero estoy convencido que el resultado sería beneficioso para todos.
¿Considera que existe cierta dificultad en la implantación de la Formación Profesional basada en competencias?
El paso hacia la formación de las competencias constituye una de las grandes revoluciones en materia de formación de las últimas décadas y como todo gran cambio requiere tiempo. Se requiere una nueva mentalidad y una preparación especial del profesorado, así como un nuevo concepto de los centros formativos. La transmisión de conocimientos se debe convertir en un entrenamiento de capacidades y habilidades. Y para ello habrá que seguir impulsando una renovación a fondo de todo el sistema de formación. Cuanto más se acelere este cambio mejor.
¿Cuál es la situación de la Formación Profesional en España respecto a otros países europeos?
La arquitectura del sistema de formación profesional español está a la altura del resto de sistemas europeos. Hoy se cuenta con un sistema moderno, simple y bien estructurado. El problema principal es de cantidad, es decir que está poco desarrollado y forma a poca gente. El diferencial de personas activas con una formación profesional en España o en la media europea es casi de la mitad. Por lo tanto hay un objetivo cuantitativo que es prioritario. En segundo lugar, habría que conseguir una mayor adaptación a los requerimientos de cualificación especializada del sistema productivo, y para ello es necesario que trabajen más conjuntamente empresas y centros de formación con mayor autonomía de actuación y gestión.
Entrevista realizada por la redacción de Educaweb.com
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