Al celebrar los 10 años de Educaweb.com, he podido repasar las más de 500 editoriales que he escrito semana tras semana. Están colgados en la sección de Publicaciones de Educaweb y han sido seleccionados en formato libro, que os ofrecemos a los lectores más fieles.
En esta relectura he constatado que los retos de mediados de los 90 siguen vigentes. No es una sorpresa. Ya a finales del siglo pasado poníamos encima de la mesa el problema del abandono escolar y universitario, la importancia de prestigiar la formación profesional y el estímulo para valorar el esfuerzo de alumnos. Reconocer la tarea docente y crear unos mecanismos de selección y promoción que prestigien a quien cumple dignamente con una actividad profesional central en una sociedad que delega demasiadas cosas a su sistema educativo. Hemos creído en una universidad que piense más en la sociedad que no en su defensa corporativista. Una universidad donde haya espacio para la ciencia, por supuesto, pero también para la preparación de profesionales cualificados para el mercado de trabajo. Donde la apuesta del I+D y la formación continua se haga de acuerdo con el sector productivo y apueste también, al medio y largo plazo.
Nuestras reflexiones parecían, en algunas ocasiones, un canto al sol, sólo escuchado por los actores más sensibles y motivados.
Hemos apostado desde hace 10 años por la orientación como mecanismo preventivo y como paliativo de los desajustes en la elección de las opciones educativas y laborales.
Los retos, pues, son viejos y nuevos. Viejos porque ya existían. Nuevos porqué la sociedad y su altavoz más potente -los medios de comunicación- los han situado en la primera página de los periódicos y en los telediarios.
Ello implica que ya no hay posibilidad de disimulo. Nuestros gobernantes y representantes políticos ya no pueden silbar o cerrar los ojos como si no fuera con ellos. Los sindicatos ya no pueden disfrazar su legítima defensa de derechos o privilegios laborales de ideología progresista. Surgen plataformas por doquier que representan dignamente distintos intereses parciales o sectoriales, pero no se percibe un liderazgo fuerte, ni público ni privado. Hace falta valentía, aunque en el riesgo se asume que pueden haber errores.
No veo unas líneas estratégicas claras y bien dotadas presupuestariamente, ni por parte de quien nos gobierna, ni por parte de los actores privados, en un contexto turbulento que requiere tener el timón bien agarrado y la brújula cercana.
Sin embargo, el hecho que la educación se haya situado en una esfera central tiene que ser visto de forma optimista. Existe una gran oportunidad de vencer las resistencias antiguas y de convencer a la sociedad y sus representantes que vale la pena apostar por la educación y la formación. Aprovechémosla.
Desde Educaweb os deseamos Felices Fiestas y os animamos a seguir trabajando por y para la educación, evitando el desánimo que parece rodear la sociedad.
Enric Renau
Editor
editor@educaweb.com
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