Las profesiones vinculadas a las TIC son unas de las que más crecimiento han experimentado en las últimas décadas. Las empresas, las administraciones públicas, los hospitales, las ONG y también los centros docentes requieren de personal que conozca las bases y los usos de las tecnologías de la información y de la comunicación.En el caso de los centros se necesita personal que sepa diseñar e implantar sistemas y aplicaciones informáticas, personal que sepa formar, atender y dar apoyo a los usuarios, necesitan asesoramiento y consultoría en soluciones TIC, apoyo en los temas de hardware y telecomunicaciones y el mantenimiento de los equipos informáticos. En muchos casos, las escuelas, institutos, universidades y otros centros docentes subcontratan estos servicios, pero en otros, prefieren internalizarlos.
Por otro lado, en la educación primaria y secundaria obligatoria y postobligatoria hacen falta profesores de tecnologías, por la existencia de estas materias en el curriculum.
También, el personal docente y administrativo debe tener las competencias mínimas en informática como para poder realizar su función pedagógica y/o de gestión con las herramientas del presente. El profesorado necesita formación en TIC y en la comprensión de cómo las TIC pueden mejorar su actividad lectiva. Necesitan también de contenidos y materiales complementarios para poder ejercer su función. Para transformar las TIC en TAC, es decir, en tecnologías útiles para el aprendizaje y el conocimiento.
Finalmente, los centros educativos han de tener las infraestructuras, los equipos y una política activa para usar las TIC. La gestión del centro, los procesos de calidad, la comunicación interna y con los usuarios, son tres de los ejemplos donde las TIC pueden ayudar.
Por esta razón sorprende que, a pesar de la demanda creciente de profesionales con competencias TIC, haya cada vez menos vocaciones en Formación Profesional y en la Universidad. Es evidente que, hasta ahora ha habido actividades laborales más rentables en términos económicos, al menos a corto plazo. En sectores como la construcción o el turismo, sin demasiada formación, abandonando los estudios obligatorios y sin reciclaje, ha habido mucha gente que se ha enriquecido en términos monetarios.
Pero la crisis demuestra que hay profesiones que son más difíciles de estudiar y complicadas en términos de exigencia laboral, pero que siguen siendo necesarias para nuestra economía, nuestro mercado laboral y nuestra sociedad y por ello, los que hacen el esfuerzo, tienen menor tasa de paro, mayores ingresos brutos y satisfacción laboral.
Este semana se presenta un estudio realizado por la Fundació Observatori Societat de la Informació de la Generalitat de Catalunya, junto con el Cercle Tecnológic y el Instituto DEP que pone en evidencia el desajuste entre la oferta del sistema educativo (FP y universidad) y las demandas empresariales y describe la situación profesional de la población ocupada en actividades informáticas, de telecomunicaciones o ingenierías electrónicas. Véanlo en esta página web.
Enric Renau
Editor
editor@educaweb.com
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