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Las oposiciones no siempre seleccionan a las personas más brillantes
Artículo de opinión
Para conseguir el aprobado tiene que haber una adecuación entre las aspiraciones y capacidades reales del aspirante y las características de la oposición concreta. En este sentido hay oposiciones más asequibles por el contenido del programa de temas y ejercicios, por el nivel de titulación exigido, por el número de plazas que ofrece, porque se convocan cada año, porque las bases de la convocatoria supongan más o menos igual trato a todos (oposición libre o concurso-oposición), etc.
Por otro lado hay aspirantes que tienen una considerable fuerza de voluntad o determinación en lo que se proponen. Con más o menos inteligencia y memoria, hay aspirantes que están dispuestos a dedicarse más que otros que, por ejemplo, trabajan o tienen obligaciones familiares, etc. El tiempo de dedicación, la constancia y la seriedad son los elementos más decisivos para conseguir el éxito (lo que se traduce en aprovechamiento y posibilidades de aprobar.). La realidad es que la mayoría de nuestros alumnos compatibiliza el estudio de la oposición con su trabajo y, en muchas ocasiones, con tareas domésticas.
Hay oposiciones que "salen” anualmente y otras que no. Es muy importante conocer las expectativas de convocatoria de la oposición que queremos preparar. El esfuerzo del opositor siempre tiene una meta y un horizonte temporal, si no hay convocatoria de la oposición que preparamos en el tiempo que nos hemos fijado mentalmente todo parecerá y resultará inútil.
Cada Administración tiene información sobre convocatorias en su página web y teléfonos de atención al ciudadano, los cuales reproducimos en nuestra Guía General informativa. En ellos se puede contrastar cualquier información oral o por escrito que reciba y confirmar la veracidad de la misma.
Recomendamos a nuestros alumnos aprovechar el esfuerzo realizado al preparar "su” oposición en caso de que no consiga aprobar la primera vez que se presenta. Esto se traduce en la preparación de otras similares para las que nos vale totalmente el primer esfuerzo realizado. Así a quien se ha preparado una oposición de Técnico de Administración General (grupo A de funcionarios-nivel licenciado universitario) de su Comunidad Autónoma y no ha aprobado, le recomendamos que continúe su preparación si seguidamente se convocan las de niveles inferiores como Gestión (grupo B-diplomados universitarios) o Administrativos (grupo C-BUP o FP2) o incluso las de Auxiliares (grupo D-ESO o FP1).
Alguien que quiera ingresar, por ejemplo, en la Administración de Justicia ha de saber que se espera un elevado número de plazas en los Cuerpos Generales que integran la Oficina Judicial (Auxilio, Tramitación o Gestión Procesal). Si la titulación lo permite, nuestra recomendación es que el aspirante valore la presentación de instancia a más de una de las categorías.
En definitiva se trata de rentabilizar (acabar aprobando una oposición) y no desaprovechar el esfuerzo empleado continuando la preparación y teniendo nuevas oportunidades en inmediatas convocatorias. Es frecuente el caso de alumnos nuestros (muy buenos) que aprueban varias oposiciones, por ejemplo, de nivel Auxiliar hasta llegar a aquellas en que las retribuciones o condiciones de trabajo son mejores, o el puesto de trabajo está mas cerca de su domicilio. Una vez se llega a un buen nivel de preparación es asequible aprobar oposiciones similares.
Es muy importante la correcta elección de una academia o preparador particular adecuado. Siempre hay más aspirantes que plazas y las oposiciones se caracterizan por el nivel de competencia y selección que suponen, su finalidad es escoger los mejores en el procedimiento selectivo. Es imprescindible que quien nos ayude en la preparación conozca perfectamente el proceso y los pasos a seguir, lo que exigen los exámenes y el Tribunal, que disponga de contenidos y ejercicios rigurosamente actualizados y de nivel adecuado para aprobar, que conozca como fueron las anteriores oposiciones, etc. Si eso se da tendremos muy facilitada nuestra tarea de estudio.
Puede ayudar en una correcta elección preguntar a amigos, familiares o conocidos que sean funcionarios o empleados públicos sobre qué academias o preparadores merecen su confianza.
Nos permitimos recomendar a quienes preparan una oposición que no crean a quien diga que todo es muy fácil o bien quien prometa o "garantice” el aprobado pues nadie puede hacerlo, aunque pague una cantidad elevada. Solamente el opositor con esfuerzo, dedicación y trabajo continuo puede lograrlo. En ocasiones incluso sin ayuda de nadie.
En este sentido las oposiciones no seleccionan siempre a las personas más brillantes, más bien a las personas con más determinación y fuerza de voluntad, aquellas capaces de desarrollar un trabajo de estudio constante, organizado y acumulativo a lo largo de su preparación.
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