Este artículo es una reflexión sobre la naturaleza, objetivos y prospectiva que puede ofrecer el panorama actual de oferta de estudios de másters y postgrados. Aunque para su conclusiones parte de los resultados de una investigación llevada a cabo con el alumnado egresado de tres promociones de dos Títulos Propios desarrollados en la Universidad Complutense de Madrid: "Experto en Formación Continua en Organizaciones Sociales" y "Experto en Planificación y Gestión de la Formación Continua en Organizaciones Sociales". Esta investigación se centró en estudiar los efectos de esta formación (evaluación de impacto), presentándose sus resultados en mayo de 2007 en el marco de la defensa de una tesis doctoral. Las conclusiones obtenidas de la investigación permiten transferir sus resultados a otros entornos donde se desarrollen procesos de formación inicial o continua de profesionales, para la acreditación de sus competencias profesionales. En el actual marco de la enseñanza de postgrado, en el que existe una confusión entre postgrados y másters oficiales y otros no oficiales, puede ser muy útil saber qué pueden ofrecer los postgrados profesionalizantes frente a los oficiales.Los motivos que generan la creación de un máster oficial frente a uno profesionalizante son muy distintos y la denominación oficial tampoco ayuda a aclarar los términos. Tenemos en el mercado actual másters y estudios de postgrado ofertados por instituciones privadas de más o menos renombre, tenemos otros amparados por títulos propios u otras figuras ofertados por universidades o partenariados participados por universidades y entidades privadas o públicas (cuyas certificaciones también son oficiales) y finalmente, han aparecido los másters y postgrados oficiales. Estos últimos ofertados por las universidades, a precios públicos tasados y con unos requisitos formales estrictos en cuanto a su aprobación por las agencias de calidad universitaria (ANECA y/o las agencias autonómicas)
En un principio parece que un máster profesionalizante como tal nace con la vocación de ofertar un conocimiento actualizado y vinculado con el desempeño de determinados perfiles profesionales, normalmente de alta cualificación. Su objetivo neto principal es actualizar y/o especializar a los profesionales en ejercicio frente a nuevos retos o evoluciones de su perfil o sector profesional. Algunos de estos postgrados necesitan de un reconocimiento en el mercado de trabajo y cuando el prestigio de la entidad que lo organiza no es suficiente, o como complemento a éste, se auspicia la colaboración de una universidad que aporta, además de su saber científico por medio de sus docentes, una certificación oficial a los estudios. Los que gestionan estos programas saben que no suele ser fácil (sobre todo en determinados sectores) coordinar las aportaciones de los docentes cuya procedencia es el ámbito de desarrollo profesional con las de los docentes universitarios. Aunque hay programas en los que esta simbiosis da un riqueza extraordinaria a los resultados de la formación desarrollada.
En cuanto a los másters oficiales parece que van a ser las herramientas de especialización del alumnado universitario una vez haya finalizado una formación de grado, principalmente de corte generalista. En estos postgrados los requisitos de aprobación para su puesta en marcha pasan por la formación y cualificación del profesorado, que forzosamente debe, en su mayoría, ser universitario y cuanto mayor sea su trayectoria universitaria mejor para el cumplimiento de los requisitos del programa VERIFICA (ANECA) que es el que otorga mayor o menor valoración para su aprobación.
Parece entonces claro que los másters oficiales no tienen porque acabar con los postgrados profesionalizantes-tradicionales ya que sus objetivos son distintos y su alumnado por lo tanto también lo será. Es pronto para saber el impacto real de estos postgrados, pero nada parece hacer pensar que su impacto en el ámbito profesional vaya a ser mayor que el que las propias titulaciones universitarias están teniendo. Parece que el reto de la universidad española es vincularse y permeabilizarse ante las necesidades y demandas de la sociedad y generar investigación aplicada al cambio y mejora de las estructuras sociales y de producción. En los próximos años España debe aumentar exponencialmente su capital intelectual en investigación, desarrollo e innovación. Otro tema es quien liderará ese cambio, las universidades, las empresas, el sector público o (parece lo más probable) entidades mixtas como las universidades corporativas, institutos de investigación (públicos-privados) u otras que ahora no concebimos.
Conclusiones de la investigación
Volviendo a los aspectos competitivos de los postgrados profesionalizantes, como resultado y conclusiones de la investigación antes mencionada, los alumnos reseñaban:
- Valoración de los programas positiva y exitosa. Los participantes en los cursos consideran sus expectativas cumplidas en cuanto al objetivo de aprendizaje, como en cuanto a sus objetivos de inserción y promoción laboral o personal.
- Promoción profesional o personal por participación en los programas. La promoción personal o laboral conseguida, tanto en lo que se refiere a inserción profesional o promoción como tal se sitúa originada, por los egresados de los cursos, en la participación en los mismos.
- Red de aprendizaje constituida por los alumnos de cada promoción. El alumnado de los cursos considera un valor añadido al aprendizaje de los Expertos la constitución de redes de aprendizaje constituidas por las relaciones establecidas entre ellos y con el profesorado. Estas redes han extendido su influencia entre las promociones de los Expertos, de modo que puede considerarse generada una red de aprendizaje del alumnado de los cursos de Experto. A esta valoración se añade la demanda de la promoción y el aprovechamiento de los beneficios de la misma (asociación de Antiguos Alumnos, Seminarios Permanentes de actualización, etc.)
- Competencias y conocimientos adquiridos de utilidad para el ejercicio profesional. El diseño curricular de los Expertos, con las competencias a desarrollar se ha considerado de utilidad para el ejercicio profesional cotidiano. Si bien se constata la necesidad de actualizarlo con nuevos contenidos y necesidades detectadas en el nuevo marco de gestión de la Formación para el Empleo.
- El Título Propio otorgado por la Universidad Complutense de Madrid se considera imprescindible para la valoración de los cursos de Experto en el mercado laboral. Este valor cumple una doble visión, la de acreditar oficialmente las competencias adquiridas, así como la certificación de la experiencia profesional de aquellos participantes con experiencia laboral previa en el campo de la Formación Continua, pero sin aval, ni formación específica para desempeñar puestos de trabajo vinculados con ese ámbito.
Propuestas, implicaciones y posibilidades de trasferencia
De las conclusiones extraídas del estudio realizado se infieren algunas implicaciones y posibilidades de transferencia al ámbito de la formación de profesionales para la acreditación de sus competencias profesionales. Éstas podrían ser:
- Realizar los diseños curriculares vertebrados en el desarrollo de competencias profesionales. Esto posibilitará una formación más cercana a las necesidades reales de los profesionales que necesitan o desean ser formados en determinados ámbitos. La formación basada en competencias es más cercana al ejercicio profesional efectivo, y por lo tanto permite acreditar con facilidad las competencias profesionales ya adquiridas o desarrolladas por la experiencia.
- Vincular la cualificación en competencias con la certificación de las mismas a cargo de alguna instancia con validez en el mercado laboral en el que se pretende la inserción o promoción de los profesionales en formación (empresas, universidades, colegios profesionales, patronales, sindicatos, administraciones, etc.)
- Permitir o favorecer la heterogeneidad de los grupos en formación, lo que enriquecerá la formación si se emplean metodologías inclusivas que generen redes de aprendizaje (generación de conocimiento experto) entre profesionales, así como la transferencia de conocimiento de unos ámbitos a otros. Auspiciar que el profesorado de los cursos de formación se integre y dinamice estas redes de aprendizaje mutuo. De modo que el profesorado realice una docencia basada en el intercambio de aprendizaje, generando nuevo conocimiento y gestionando (mediando) este conocimiento.
- Minimizar el empleo masivo de metodología e-learning pura, optando por metodologías más presenciales o con predominio de presencialidad. El empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación debe ser complementario a la presencialidad. Es en el entorno presencial donde se permite una mayor interacción personal y donde las redes de socialización cobran más fuerza. No obstante, en aquellos casos necesarios se puede optar por opciones mixtas (blended-learning) o bien modelos a distancia puros (e-learning). Aunque la potencia en la creación de redes de aprendizaje de estos modelos es menor. Las TIC son herramientas de gran utilidad para la gestión de conocimiento, pero la generación de redes y el origen del funcionamiento e intercambio competencial precisa de la interacción personal (aunque sea selectiva y puntual, en cuyo caso debe ser intensiva).
- Un último apunte para el éxito de estos programas de formación de profesionales debe ser el mantenimiento y dinamización posterior de las redes de aprendizaje generadas, potenciando los principios de aprendizaje permanente, la actualización y el reciclaje del aprendizaje profesional (lugar en el que las TIC son mejor valoradas).
