Arquitectura ha sido una de las carreras que ha experimentado más cambios en los últimos años. Por un lado, la incorporación de las nuevas tecnologías y programas avanzados de diseño han comportado una redefinición de los contenidos y metodologías; y por el otro, la adaptación de los estudios al Espacio Europeo de Educación Superior, no exenta de polémica.En el monográfico 167 sobre Arquitectura hemos querido reflejar las opiniones de los expertos en cuanto a todos estos cambios y conocer las necesidades de formación continua en el ámbito de la arquitectura.
Arquitectura y Espacio Europeo de Educación Superior
La adaptación de la titulación de Arquitectura al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) es un proceso que se está llevando a cabo inmerso en la polémica. En otoño de 2007, diversos colegios de arquitectos convocaron una serie de protestas para solicitar la paralización del Real Decreto de Ordenación de las Enseñanzas Universitarias ya que, según argumentaban, el texto hacía peligrar la calidad de la titulación de Arquitectura.
Los manifestantes apostaban por unas directrices propias para el título de arquitecto, independientes de la regulación de las ingenierías. Entre sus demandas destacaba que los estudios tengan una duración de 5 años (300 créditos ETCS) más el proyecto de fin de carrera. El mismo sistema que se aplica hasta ahora.
Finalmente, el Ministerio de Educación, la Conferencia de Directores de Escuelas de Arquitectura y el Consejo de Colegios Profesionales llegaron a un acuerdo para garantizar que la carrera de Arquitectura mantendrá la duración de 5 cursos más el proyecto final, una vez se implante el Espacio Europeo de Educación Superior.
Así pues, las preocupaciones sobre la calidad y la duración de los estudios de arquitectura han quedado en un segundo término, dando paso a otros aspectos importantes para los arquitectos: la formación continua y el desarrollo de una carrera profesional.
La formación continua de los arquitectos
En la actualidad, las demandas de empleo del sector de la construcción requieren a profesionales con un perfil generalista, que además de los aspectos técnicos de la arquitectura sean capaces de combinar la supervisión, la gestión empresarial y el trabajo coordinado con otros especialistas.
Ta y como explica Elsa Ibar en su entrevista para el monográfico de 2004: El ejercicio profesional del arquitecto reúne aspectos tanto de carácter humanístico como tecnológico: por una parte debe tener interés por la creatividad y la búsqueda de la belleza de las formas, y por el otro debe ser capaz de dominar los aspectos más técnicos que le permitan asegurar la viabilidad de sus proyectos.
Gracias en parte a la informática y a los últimos avances tecnológicos, el arquitecto se enriquece de nuevos conceptos e ideas. Los programas informáticos facilitan las tareas de los arquitectos, que antes resultaban más complejas y laboriosas. Pero, estos cambios requieren una preparación específica y más completa de los profesionales que la transmitida hasta ahora.
Los cambios en el sector y las necesidades del mercado de trabajo provocan que sea necesaria una formación continua que complemente la formación universitaria, tanto para los arquitectos en activo como para los que están estudiando. El ritmo de innovación tecnológico implica una actualización constante de los conocimientos favoreciendo que la formación adecuada y la preparación especializada marquen la diferencia.
Así pues, los expertos coinciden en señalar que la formación de los arquitectos en España mantiene los requerimientos necesarios para su ejercicio profesional, a la vez que la sociedad demanda profesionales formados en los últimos avances tecnológicos y sensibles a una forma sostenible de gestionarlos.
Tal y como dice Carlos González Bravo, director del Departamento de Arquitectura de la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid, en su artículo: estamos ante una nueva etapa en la formación de la Arquitectura. El nuevo plan de estudios será capaz de cualificar a los futuros arquitectos, no sólo en el aspecto intelectual, sino también en el uso de la inteligencia emocional convirtiéndolos en técnicos capaces socialmente y sobre todo comunicativos con los demás profesionales con los que compartirá cartel y responsabilidad.
Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com
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