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La Educación Física en los centros educativos
Artículo de opinión
Ante estos argumentos indiscutibles hemos planteado a los expertos que han colaborado en el Monográfico 164 sobre Actividad Física y Deporte la siguiente cuestión: ¿Es necesario aumentar las horas de educación física que se realizan en las escuelas?
Esta pregunta surge a raíz de las nuevas ordenaciones que incluye la LOE, que consisten en reducir las horas lectivas de Educación Física y potenciar la autonomía de los centros a la hora de distribuir la carga horaria final de este área. Por su parte, el Parlamento Europeo pide 3 horas semanales de Educación Física en las escuelas para combatir la obesidad. Así pues, ¿cuál es la situación real de la Educación Física en las Escuelas? ¿Cómo afrontan los profesionales esta contradicción?
¿Qué es la Educación Física?
Antes de profundizar en la situación de la Educación Física en los centros, Jaume Freixas nos propone en su artículo definir los conceptos básicos relacionados con el deporte que frecuentemente confundimos:
- Actividad Física: se refiere a una serie de movimientos corporales producidos por la coordinación del sistema muscular y esquelético, que tiene como resultado un gasto energético. Por ejemplo, pasear, bailar, etc.
- Deporte: se trata de una actividad física regulada y reglamentada que tiene una finalidad competitiva, por ejemplo, una competición de natación, un campeonato de balonmano, un maratón, etc.
- Educación Física: es el área formativa que pretende conseguir la formación integral del alumno a través del movimiento. Para ello, utiliza una gran variedad de contenidos y recursos: gimnástica, atletismo, danza, actividades en la naturaleza, juegos, etc.
Así pues, dentro del área de Educación Física, el deporte se convierte en un medio más para lograr los objetivos de mejora de la condición física y el desarrollo de la relaciones interpersonales. A partir de aquí, cada centro y cada profesor determina qué ejercicios o experiencias son los más adecuados para desarrollar en sus clases y adapta la metodología al perfil del alumnado.
En el monográfico sobre Actividad Física y Deporte hemos vinculado la Educación Física a la prevención de la obesidad infantil pero, tal y como dicen Enric Mª Sebastiani y Jaume Bantulà en su artículo, la Educación Física tiene otras funciones que justifican su presencia en el currículum educativo, como son la promoción de hábitos saludables, la cohesión social, el desarrollo motor, el autoconocimiento, el respeto al propio cuerpo y a unas normas de juego, la regulación de la conducta, etc.
Situación de la Educación Física en los centros educativos
Si nos fijamos en la situación de la Educación Física en los centros educativos nos encontramos frente a un panorama contradictorio. Por un lado, el Parlamento Europeo hace un llamamiento a los centros educativos para que impartan 3 horas semanales de Educación Física y por otro lado, el sistema educativo actual derivado de la LOE plantea una reducción horaria de este área en beneficio de asignaturas instrumentales, quedándose en 2 horas semanales en primer y segundo ciclo de Primaria.
De esta forma, las actividades extraescolares se convierten en la alternativa a la reducción de horas. La variedad de propuestas y de deportes que se pueden encontrar fuera de la formación reglada cubren muchas de las necesidades relacionadas con el ejercicio físico que tienen los niños y jóvenes.
La Educación Física debe contribuir al desarrollo de hábitos saludables y al fomento de un estilo de vida físicamente activo, teniendo en cuenta que el horario escolar no es el único momento donde se debe favorecer esta formación. Las actividades extraescolares y de tiempo de ocio, la implicación de las instituciones en la mejora de los espacios dedicados a la actividad física, la coordinación entre diferentes ámbitos de formación, la implicación de los profesionales del deporte… todo ello combinado es la mejor herramienta para combatir la obesidad infantil y favorecer una actitud positiva hacia del deporte.
En este sentido, los expertos coinciden en señalar que la prevención de la obesidad no es una responsabilidad exclusiva de la Educación Física, ya que en esta tarea deben estar implicados el centro y su proyecto educativo, las familias, los comedores escolares, la publicidad, empresas de determinados productos alimenticios, etc. Por eso, aumentar las horas de Educación Física a la semana no es la solución a todos los problemas relacionados con la alimentación y la falta de ejercicio, es necesaria una acción coordinada entre la escuela la familia y el entorno.
Aún así, es necesario reconocer que, hasta que la sociedad no interiorice el ejercicio físico como un hábito cotidiano y una formación necesaria para el desarrollo infantil, las horas dedicadas a la Educación Física dentro del currículum escolar se convieten en una herramienta imprescindible para evitar el sedentarismo y todas las patologías derivadas de él.
Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com
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